sábado, 24 de enero de 2009

Correr y Leer, las claves de la vida

Un amigo que conoce mi obsesión me ha mandado este enlace que quiero compartir con vosotros. Me ha sorprendido y divertido ver a Will Smith medio conferenciando medio rapeando sus claves para la vida. Se dice que Will renunció a estudiar en el MIT por su carrera en el espectáculo, y aunque seguramente es una leyenda urbana, no creo que este chaval sea nada torpe.

Sin quereros estropear el contenido, para él la primera es... ¡oh sorpresa!, correr, porque te enseña a no abandonar cuando las cosas se ponen duras. Os lo recomiendo (en inglés, sorry).

http://www.youtube.com/watch?v=KEMEBBwO6J8&feature=related

viernes, 23 de enero de 2009

Sartre, el corredor


Según escribía el título de esta entrada me acordaba de esa peli de culto, “Amanece que no es poco”, especialmente del examen que el profesor de la escuela del pueblo pone a los chiquillos: “Las ingles, su importancia geográfica”. Porque, ¿qué ingles tiene que ver Sartre con un corredor?

He buscado una foto de Jeanpaul para recordar su mirada estrábica, y lo imaginaba disfrazado de Groucho Marx en una carrera pisando a los de delante mientras saludaba al público a ambos lados, sin despeinarse.


Fuera de coñas, aunque este señor no sea la alegría de la huerta, para mí es uno de los mayores pensadores del siglo pasado, que describe perfectamente la angustia que provoca al ser humano el hecho de existir.

Y es que desde uno o dos días antes de la Gran Nevada hemos estado más de una semana encontrando un cartel diferente en las duchas de la Chopera, algo como “La temperatura del agua varía” “No hay agua caliente” “Volverá a lo largo de la mañana” “Se ha roto un motor de la bomba” “El agua está muy caliente” “El agua está templada”. Dicho sin ánimo de ofender al que los ha puesto, me agrada el deseo de informar pero me divierte la variación del contenido.

El tema no es baladí, porque los días bajo cero en superficie el agua del sótano de la Chopera no tendría muchos grados más. Y pasar de pisar nieve a soportar agua fría era para pensárselo: cada día, un dilema. Veías gente que leía el cartel y se marchaba. Otros dudaban, conferenciaban, protestaban por las instalaciones o por su propia debilidad, o bromeaban. Esos días la secta de Los Habituales estábamos prácticamente solos.

Y aquí es donde yo me acordaba del filósofo de los ojos saltones: decidir produce angustia. ¿Correr o no correr? Dat is de cuestion. Y la solución, no pensar, ¿por qué sufrir anticipando el esfuerzo y las molestias que seguramente pasarás corriendo?. Se corre y punto. Uno se pone las zapatillas y sale a la calle, da lo mismo que llueva, nieve, o luego no haya agua a la temperatura perfecta. No tiene que apetecer, se va. No ha habido ni un único día que me haya arrepentido de hacerlo, que no haya habido un detalle agradable, una sensación, una imagen, una conversación...

Pero ya me habría gustado ver al Sartre en pelotas en la ducha, intentando aguantar más de unos segundos seguidos para aclararse el jabón. Si echó napias para despreciar un Nóbel, a lo mejor no rechazaba una ducha de agua fría, pero si Sartre hubiera sido corredor, ¿a qué las endorfinas habrían anulado los geniales tormentos del existencialismo?

Concurso a mis lectores: mandad un comentario con tu frase de filósofo-runner favorita. El premio es la satisfacción de escribir en el blog de moda.

Corro luego existo
El correr y la nada
El correr justifica los medios

miércoles, 21 de enero de 2009

¿Año de vacas flacas?



Las vacas que flanquean la puerta de Murillo en el Retiro no gozan de grandes ubres y amplias carnes, pero son muy saladas. Quizás quieran decirme algo sobre la maltrecha economía, quizás sobre mis perspectivas de mejora de tiempo de maratón este año, qui-lo-sá monamí.

El caso es que este fin de semana empecé el entrenamiento para una carrera antes del verano. Rozando la temeridad, el sábado hice un calentamiento de 8 kilómetros seguido de un rodaje rápido de otros tantos (a 4'11), y el domingo una carrera continua de 24 kilómetros (a 4'41). Un volumen de 40 kilómetros en dos días seguidos que me llevó a un total semanal de 86, que ya son palabras mayores para ir habituando el cuerpo a esas distancias. Y la osadía pudo salir cara, porque en el último mil del domingo tuve que parar y regresar cojeando por el dolor de siempre en la rodilla. Para más inri, ni siquiera bebí un trago de agua en todo el recorrido. Afortunadamente no hay nada que el ibuprofeno no haya podido resolver y el lunes estaba de vuelta al Retiro.

Se me había olvidado lo aburridas que se hacen estas tiradas largas. Con el frío de estos últimos días (aún persistían tramos con nieve congelada), corriendo-prontito-enelJuanCarlos no te cruzas con casi nadie, pero cuando terminas la tirada te has cruzado con casi todos. Y si un 10 mil por el JC ya te permite ver todo el parque, más de 20 mil te permiten tutearte con las encinas.

Suerte que tuve de poder perseguir durante unos 8 kilómetros a tres corredores que iban a buen ritmo, que pese a ser algo más fuerte del que yo debía me ayudó a pasar el tedioso trago. Eso sí, ya empezaban a inquietarse de la omnipresencia de un tipo que se mantenía en la media distancia haciendo exactamente los mismos giros y recovecos sin llegar a unirse al grupo. Antes de que decidieran volverse y darme una paliza o apretar hasta que yo petase, decidí discretamente cambiar el rumbo de mi galera.

Y colorín colorado, esta historieta de corredor se ha terminado.

viernes, 16 de enero de 2009

Más coches, menos crisis, más cambio climático


Me ha llamado la atención la siguiente la información que he leido en la última revista de Greenpeace:

- En 2010 pulularán en el mundo… 1.000 millones de coches. Sí, mil millones de coches. Consumiendo, polucionando y requiriendo carreteras para circular.

- El 12% del CO2 mundial proviene de las emisiones de los coches, porcentaje que no ha hecho más que crecer.

- En España el 25% del CO2 proviene del transporte. Prácticamente se ha duplicado la cifra desde 1998, como se ha duplicado el número de coches.

- La industria del automóvil, para evitar la regulación de la UE, se comprometió en 1998 a reducir en diez años las emisiones medias por vehículo, de 180 a 140 gr/km. En 2008 la media es 159 gr, por lo que no lo han cumplido y se han perdido 10 años.

- Frente a las subvenciones estatales que clama y va a recibir el sector del automóvil a cambio de ninguna obligación, Greenpeace propone exigirles como contrapartida el desarrollo de coches menos contaminantes.

- Los modelos menos contaminantes de cada marca no son los más vendidos, y se siguen fabricando y comercializando los modelos más contaminantes.

Leyendo esto me indigna toda la publicidad engañosa de coches “ecológicos”, acompañada por los paupérrimos incentivos para adquirir coches menos contaminantes (ahorro del impuesto de circulación… guau, ¡qué detalle!) o las ridículas medidas de fomento de transporte alternativos (fantástico carril bici el de Madrid, para dar vueltas por la M40 sin llegar a ningún sitio; gracias Metro por permitirnos subir un máximo de dos bicis en el vagón de cabeza, pero es que a partir de las 10 trabaja poca gente).

Cada uno que saque sus conclusiones. Siempre se puede negar la mayor y a estas alturas autoconvencerse de que no hay cambio climático (no quiero mencioZNAR a nadie), o ya puestos, que la vida es sueño, y los sueños, sueños son. En este caso, quizás pesadillas.

miércoles, 14 de enero de 2009

Buscando un objetivo: Maratón 2009

Vencido el 2008 y derrotado holgadamente el objetivo del año, llega el momento de decidir las metas de 2009. Y puntualizo decidir, porque llevaba ya varios meses dando vueltas al tema sin llegar a nada, ya un poco exasperado por mi indecisión. Pero por fin, como dicen los ingleses, el amanecer vino sobre mí y he llegado a la conclusión de que este año quiero dedicarlo a la larga distancia, sin descartar el circuito de 10 miles del último trimestre. Traducido, correr en 2009 un mínimo de dos maratones y de paso tres o cuatro medias (lo mismo que en 2007, con alguna media más).

Paradójicamente me he decantado por los 42 y pico por pereza: después del esfuerzo reciente no me veo con fuerzas para plantearme bajar de 38 minutos en diez mil (todavía…, todo llegará). Pero también estoy convencido de que la preparación para las carreras “cortas” de 2008 será una magnífica base de calidad para maratón, para correr bien en largo hay que hacerlo en corto, cosa que espero probar.

Pero las variables de la fórmula de la velocidad son dos, y decidido el espacio resta el tiempo, y ahí no tengo clara una marca ni estoy convencido de querer fijarla. Creo que es probable y asequible mejorar mis tiempos en media (1:28 el pasado septiembre), pero no tengo tan claro estar preparado para asaltar las 3 horas en maratón. Como bajar de 40 minutos en 10 mil, ésta es otra de las líneas en el agua que en teoría marcan el nivel de los populares. Son en el agua porque la Teoría del Veneno de los Tiempos hace que se borren inmediatamente después de alcanzadas, y sean la eterna zanahoria de todo corredor que mire el cronómetro.

Además, como de momento ni siquiera sé cuál será el primero, mejor no preocuparme del tiempo. Para empeorarlo, por las semanas de entrenamiento que se requieren para ir bien a esta guerra, probablemente deba ser Madrid, con lo cual es fácil que no solamente no baje de 3 horas sino que empeore mi mejor tiempo (3:11). Porque, para información de no corredores o forasteros, Madrid es una ciudad en la montaña (es la capital más elevada de Europa haciendo honor a que España es el segundo país más montañoso), y un buen tiempo en su maratón tiene handicap. Vamos, que Gebre no vendría a batir el record del mundo ni cobrando 10 millones.

Mi primera inquietud en el entrenamiento no son los ritmos, sino aumentar rápidamente el volumen de kilómetros semanales y que mi serrano cuerpito absorba 80-100 kilómetros semanales para ponerme a nivel de los compañeros maratonianos del Retiro, que ya están maduros para poder correr Barcelona o Sevilla en breve (esto es, no llegar a perder de vista sus cogotes en una distancia abochornante).

Y como tampoco hace falta una tesis doctoral para poner un pie delante de otro, se acabó la reflexión. Solamente necesito conseguir y seguir un buen plan de entreno, y sobre la marcha, decidiré primero dónde y después en cuánto corro el maratón, de momento sin cariño, en masculino.

lunes, 12 de enero de 2009

Extasis en el Retiro


He recibido un correo de uno de los compañeros de fatigas de todos los días sobre su experiencia el viernes. Espero que también os guste, es de los buenos (digo Jorge; lo que escribe también). ¡¡Y yo me lo perdí...!!

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¡¡¡IMPRESIONANTE!!!

Ataviado para la ocasión: mallas largas, gorro (que llevaba en el bolsillo), guantes y una buena dosis de moral me he dirigido al centro de nuestras dichas diarias, El Retiro.

Magnífica visión la del verde, asfalto y arena transformados en blanco por dondequiera que mirara, únicamente estropeado por la ingente cantidad de paseantes, cámara en mano inmortalizando postales, que afeaban el bonito paisaje digno de un cuento navideño. Correr suave afianzado paso a paso por la seguridad de no patinar y corriendo por la zona "sucia" de nieve y el melodioso, gratificante e innovador sonido del crujir de la misma a cada paso. La única parte sin nieve era la cuesta desde el Ángel Caído hasta la salida de la puerta que da a la calle Claudio Moyano; lo demás estaba totalmente asfaltado de nieve.

Nadie corriendo excepto el que firma este documento histórico... quizás De Grado, que abrigado como nunca antes se vio, da un par de brincos para, sin saludar, como es habitual, sale de mi retina momentos después.

Abstraído en mis pensamientos, buscando una zona limpia para mis series rápidas, mis ojos parapadean una, dos y hasta tres veces para dar seguridad y veracidad de lo que son testigos en un día como hoy: ocho, no, diez, tal vez doce individuos se acercan hacia mí en la cuesta del lago. Mi sorpresa no es porque no sea el único objeto de miradas furtivas pensando que estoy loco por correr sobre la nieve, sino porque todos y cada uno de ellos iban sin camiseta, con el torso al aire.

Evidentemente, lo primero que pensé es en una cámara oculta o en un entrenamiento de un grupo de boinas verdes de cualquiera de los ejércitos pero ¡ah!, sorpresa, a medida que el zoom de mis ojos enfoca al 100%, y llegando a la altura de los "despechados", empiezo a reconocer caras habituales: Beni, Pedro, Tomás y así, hasta formar el grupo, varios de los habituales de "nuestro" parque que, sin compartir entrenamientos, formaban como uno solo el grupo de los "colgaos del Retiro".

Y nada de: -¡hola! sino, -¡vamos Jorge, únete! Sobra decir que me ha faltado tiempo para quitarme cortavientos y camiseta técnica y lucir los cada vez más escasos músculos que desadornan mi cuerpo y acompañar durante varios kilómetros a los sonrientes despelotados. La gente nos ha dicho de todo, desde que nos íbamos a morir de frío, locos, colgados, así se hace, eso es...con dos cojones, qué frío, qué narices, cuerpos, etc...y nosotros orgullosos de nuestro descerebro contentos de ser el blanco de todas las miradas de los cientos de viandantes que asolaban hoy tan magnífico óleo de contrastes, incluido el de la guerra de bolazos con diferentes grupos de colegiales que no entendían lo que veían. Ya se sabe que cuando un adolescente ve algo distinto, lo ataca. Así que nos hemos pertechado de gélida munición y hemos cobrado algunos inocentes blancos.

Con el paso de los kilómetros los valientes-locos nos hemos ido dispersando como con pena de abandonar el grueso del pelotón, dando por finiquitado cuando Pedro y yo hemos terminado en nuestro árbol.

Todos hemos coincidido en que, probablemente, ha sido el día más divertido de los últimos tiempos y no precisamete por méritos deportivos. Un pensamiento para los ausentes, aunque nos hemos acordado de vosostros convencidos de que hubieseis formado parte de tan singular grupo.

viernes, 9 de enero de 2009

Experiencia extásica

Con el runrún de la nieve cayendo, llevaba todo el día pensando en salir a correr, y finalmente, al atardecer, me enfundé mi equipo más grueso (cortavientos, mallas largas y camiseta de esquí) y me lancé a recorrer el JC1 rodeado por una infinidad de copos de nieve que destacaban aún más por las luces de las farolas que empezaban a encenderse. No ha hecho falta tanta ropa, al cabo de un par de kilómetros ya sentía los dedos de los pies y la nieve no moja tanto como la lluvia.

Una luz fantasmagórica por el reflejo en la nieve iluminaba el parque rebosante de gente feliz dispersa por todas partes, haciendo muñecos, tirándose bolas, incluso deslizándose por las laderas con trineos, esquíes y tablas de snow, todos como niños. Una catarsis postnavideña en medio de la crisis. Y yo, pletórico, intuyendo los caminos que he pisado una y otra vez arrancando cada zancada de un palmo de nieve que cubría el suelo. Visitando cada uno de mis lugares favoritos para poder grabar su recuerdo cubierto de blanco: junto al lago, el juego de pelota, la pirámide, las sendas de siempre apenas distinguibles con su disfraz... más de 11 kilómetros de rodaje apenas pisando unos metros de asfalto despejado, el resto todo un colchón blando que desprendía un sonido acorchado al pisarlo.

Sorprendentemente, no me he cruzado con ningún corredor, supongo que no seré el único que haya pensado en disfrutar de un terreno propio de una zona montañosa en el parque de todos los días..., mala suerte. Hoy me toca a mí ser el Juancarlos del Juan Carlos, aunque solamente sea por un rato. ¡Larga vida al nuevo rey!

Nevada en Madrid

Me ha encantado esta mañana: al salir de casa en una unusual oscuridad, me he dado cuenta que el suelo estaba completamente blanco, y que la luz no pasaba por la tupida nevada que caía. Estupendo. Otro día más para comprobar que la bici de montaña es un estupendo transporte urbano.

De camino al metro, los peatones pegan resbalones en la acera, mientras mis ruedas se clavan con un agradable sonido que desvirga la capa de nieve cuajada. Un currela me grita: "¡me has sorprendido!¡eres un machote!". No lo dudes, pero por poco te sorprendes, voy a llegar más seco que caminando y más seguro que en coche. Llego a un semáforo y mientras espero, pin, pan, pun, colisión en cadena de tres o cuatro, bien pegaditos por si acaso se perdían.

Por fin aparco la bici, que ahí se queda para cubrirse de blanco (como dijo el filósofo, que no hubiera nacido bicicleta ;) Me sacudo toda la nieve de la gabardina, que es mucha, y hala, a esquivar la marea amorfa que sale de la estación en tropel todos los días. ¿Por qué no respetan nunca las puertas para entrar? Pero a mí plín, yo voy ya sonriendo de oreja a oreja y relumbro entre el gris.

jueves, 8 de enero de 2009

Retorno al Retiro

Frío en la calle y frío en el parque, varios bajo cero por la mañana y pocos más al mediodía. Quién le iba a decir al pobre Martínez Campos, que con lo que pasó en Africa y Cuba, iba a pasarse la eternidad sobre un estanque congelado. Y por si la vuelta al cole fuese poco dura, un cartel en la Chopera: "Machos Only", que en español significa "No hay agua caliente". Ni un segundo de duda, aquí se puede perder la forma pero no la compostura, y palante.

Poco a poco, se reunen todos los parroquianos, han acudido a la inauguración desde los machos alfa que llegan al olor de la sangre de la calidad de cada jueves hasta los curiosos férricos, juntándonos un grupo numeroso de una docena. ¿Y hoy qué toca? Oregones. Pufff, yo que quería un rodaje de charleta... ha habido lo justo para calentar, intercambiar los tiempos de las últimas carreras y preguntar por vacaciones (los entrenos, claro) y lesiones.

Otro día explico con detalle en qué consiste el Oregon. Resumiendo es un ejercicio en parado (rodillas al pecho, fondos, saltos...) seguido de una carrera de 100 metros, y una serie fuerte más larga al final. Después de las sentadillas las sonrisas y las ganas de charla desaparecen, y no te cuento después del 600, que era lo que tocaba hoy. Vamos a por el segundo. Este duele un poco más, demasiado turrón y salidas nocturnas estas navidades. Pronto llega el segundo 600, puf, ni de coña mejoro el anterior, hay que ver lo que se puede perder en una semana... pero ya está.

De vuelta al vestuario, ducha de agua fría (literal, no metafórica, que no ha sido para tanto), y para el curro, a ganar el dinero para zapatillas.

Y ésta fue la crónica del Retiro, donde los hombres son fuertes y hoy, por encima de la media.

sábado, 3 de enero de 2009

Cuaderno de bitácora, resumen de 2008

Este post es un rollo, salvo que te interese conocer las estadísticas de mis entrenamientos (cada día que entreno apunto en excel lo que hago, una obsesión más de corredor).

En 2008 he corrido 2.712 kilómetros en un promedio semanal de 52 k's. Eso me ha llevado 12.668 minutos, lo que vienen a ser 211 horas o casi 9 días completos. De éstos un 20% ha consistido en sesiones de calidad (así a lo bruto, por debajo de 4 min/km). El tiempo medio por kilómetro ha sido de 4:40, que no está mal como ritmo de rodaje.

Este año he participado en 12 carreras, una por mes de media, pero concentradas en el último trimestre del año. La más larga ha sido una media y la más corta un 7 mil. Desde la primera en abril hasta Canillejas en noviembre he superado todos mis tiempos en todas las distancias. Mi objetivo para el año era bajar de 40 minutos en 10.000, superado ampliamente, y mejorar el tiempo de la media de Valladolid del año pasado, conseguido. También he logrado mis mejores tiempos en distancias cortas (p.e. 3:15 en un kilómetro).

En resumen, un buen año, he conseguido objetivos, no me he lesionado, he subido otro peldaño en calidad de entrenamiento y he aprendido mucho.

Conservo los dorsales en un archivador y aquí voy a guardar los tiempos:



Buena salida y entrada de año

Me gusta esta época del año, por muchos motivos, y entre ellos el poder encontrarme con muchos amigos que como yo vuelven a casa por Navidad (vuelveeee a casaaa vuelveeeee). Me dan un poco de pena y risa todos esos ñoños que en estas fechas hablan de marketing, consumo y demás zarandajas para hacerse los outsiders.

Aquí el que esté libre de consumir que tire la primera piedra, y al que no le guste hacer regalos que no los haga y punto. Y no entro en el tema religioso de estas celebraciones, ya que éso va en la conciencia de cada uno, y hablando de religiones, los runeros tenemos numerosas carreras estos días, siendo muy especial la del último día del año, ya que ¿qué hacer si no despedirlo corriendo?

En mi caso, el 31 por la mañana participé en el Cross de las Doce Uvas, 10 kilómetros de circuito muy revirado, con numerosas curvas de 180 grados, nada de asfalto y mucha arena de obra, césped, tramos de barro que te pegaban al suelo y buenos resbalones (casi me voy al suelo en una curva, con las lluvias de este año era indispensable correr con clavos). De todas formas, quedé el 18 de mi categoría, y curiosamente hice la misma marca que en la primera carrera del 2008 (eso sí, en ruta).

Y al día siguiente, por la mañana, cuando el Campo Grande estaba vacío de gente y lleno de zombies alcoholizados que iban camino de sus madrigueras, recibí el 2009 con 9 vueltas de un kilómetro, curiosamente sin escuchar improperios de estas inofensivas criaturas.

Y ésta fue la crónica deportiva de mis vacaciones en Valladolid, donde salí más días de copas que a entrenar, al mismo tiempo demostrando sin machacarme que puedo bajar de 39 minutos en un 10 mil. El descanso no viene mal, aunque ya estoy deseando volver a campar por el JC1 y el Retiro y cabalgar con mis compañeros.

¡Feliz año!