viernes, 31 de julio de 2009

Saliendo del armario deportivo

Para evitar búsquedas de google no deseadas por este título, para los despistados este es un blog exclusivamente sobre mi actividad deportiva y el título es una metáfora. Con respeto que exijo recíproco a todos los gustos y creencias, y sabiendo que no está de moda, el que suscribe es un hetero convencid0, padre de familia y amante esposo. Y a lo que iba.

Hace un año por estas mismas fechas me estaba despidiendo del Retiro, y este año lo hago de la carrera como deporte exclusivo. Han bastado sólo tres semanas de exilio en la soledad del Juan Carlos para hacerme renegar de una relación que creía iba a ser para siempre, porque finalmente he encargado una bicicleta de carreras, y creo que eso  oficialmente me emplaza en el triatlón.

El mero hecho de iniciar una nueva actividad ya me motiva, aunque ha habido otros factores que me han animado al cambio. El motivo fundamental ha sido abandonar los entrenamientos y la motivación del grupo de corredores del Retiro (I miss U boys), pero hay otros, como lo mucho que me divierte usar la bicicleta para mis desplazamientos diarios al trabajo y a la piscina (min. 8 kms/día “de oficio”), y haber recuperado tan rápidamente el gusto por la natación, porque después de años sin practicarla en pocos días he vuelto a nadar más de una hora seguida con facilidad.

No sé si el triatlón me gustará ni me apasionará tanto como la carrera, porque nunca me he subido encima de una bici de carretera, y me dan pavor los coches pasando a tu lado, y nadar metido en un banco de sardinas (o pirañas) en aguas abiertas. Ni siquiera tengo claro un objetivo de competición, ni una fecha, ni si voy a ser capaz de compatibilizar mi vida “de paisano” con el entrenamiento de un triatleta, ni si seré un paquete o me irá igual o mejor que como corredor.

Ahora no quiero planear nada ni descartar nada, anoche vi un documental sobre Ironman y me impresionó. No voy a decir nunca, porque ahora tengo mucho que aprender de estos deportes y de su combinación, tanto de entrenamiento, como de técnica, equipamiento, competición, etc etc. pero es un reto que está ahí, y quizás algún día haya que afrontarlo, como hice con la maratón.

La carrera seguirá estando ahí, aunque de forma diferente. Por lo que voy leyendo e informándome, ya no necesitaré construir tanta base aeróbica, porque eso me lo facilitará el ciclismo, sino que mis entrenamientos a pie serán en gran medida de calidad. Espero que entrenar otros deportes me haga mejorar en la carrera, así como evitar lesiones y desgaste articular.

Buenas vacaciones.

 

 

 

lunes, 27 de julio de 2009

Transiciones

Como sigo algo tocado de la rodilla, el domingo por la mañana estuve pedaleandoeleljuancarlos.blogspot.com y coincidí por casualidad con el Triatlón que se celebra cada año en el parque, que este año era también Campeonato de Madrid. Estuve un rato curioseando, y más, porque me acerqué para ver si medio cojo, con mi bici de montaña vieja (sin freno trasero, que arreglé después) y ni siquiera un bañador podía apuntarme.

No pudo ser, porque la popular había comenzado un buen rato antes, por lo que estuve esperando la salida de la prueba de natación en el lago. Mucho equipo uniformado, parecían las de natación sincronizada pero con macitas, y sobre todo mucho asco el que me dio la gente metiéndose en el lago artificial, tan sucio. No sé yo si voy a poder pasar por eso.

Estuve también fisgando por boxes, las bicicletas colocaditas en los soportes, los cascos preparados, las cajas con las zapatillas de correr y las de montar en bici, en muchos casos ya enganchadas a los pedales.

Así que esta mañana decidí entrenar una transición, como dicen los ingleses tan finos ellos for the fuck of it. Después de pedalear una media hora rapidito por el circuito de 10 kms, me apeé al comienzo del mil marcado, até la bici a una barandilla y tras de esconder el casco y la bomba salí corriendo para hacer un dos mil. La sensación ha sido muy curiosa: por una parte he notado las piernas algo raras después de sólo media hora pedaleando, pero completamente caliente como para bajar de 4'/km desde el primer momento, y sin plantearme mucho el ritmo, solamente echar a correr. Es como si la bici me hubiera lanzado.

De vuelta a casa antes de ir a trabajar, tuve un sprint final ya que en ese momento me di cuenta de que me había dejado la bomba entre los árboles. Total, 10+2+6 kilómetros.

Y para completar mi triatlón de hoy, al mediodía he nadado 50 largos seguidos, entre 12 y pico y 13 y pico minutos los 500 metros. Total, 1:07. En algún momento tengo que plantearme hacer series en el agua, ¿martes y jueves quizás?

viernes, 24 de julio de 2009

Vencido y desarmado

Buena semana para la ascética, porque para el resto he hecho aguas en todos los frentes, pero mayores. He ido dejando en blanco día tras día las casillas del entrenamiento, y por utilizar alguna de aquellas arcaicas preposiciones que nos obligaban a memorizar en la escuela, ora por no haber dormido, ora por tener el intestino parlanchín.

No será que no lo intento: esta mañana, frustrado por la pertinacia de la adversidad y esta semana tan insulsa, me he tirado con decisión al JC1 aunque solamente fuera para rodar media hora, para finalmente dar con mi cuerpecín entre unos matorrales y dejar atrás una pequeña parte de mí, y de vuelta al portaaviones con un solo motor. No deja de tener una simpática componente bucólica, casi podía sentirme como un pastorcillo en la montaña en pleno uso de sus facultades rectales, faltaban sólo las cabritas importunando curiosas tan íntimo acto, pero lo que son kilómetros corridos en la semana han sido solamente 10.

Mientras mis excompañeros completaban ayer la I Travesía del estanque del Retiro, cuyo reportaje espero impaciente en el blog de Vicente.

Pues eso, corazones de verano, que la fuerza os acompañe este fin de semana, que si la energía no se crea ni destruye sino que se conserva, alguno se está quedando con mi parte.

miércoles, 22 de julio de 2009

En el dique húmedo

Otro día más sin ponerme las zapatillas, porque otra noche más con déficit de sueño me ha invitado a dar la vuelta cuando sonó el despertador a las 7. Para desquitarme, este mediodía me lo he pasado en maceración nadando más de una hora, 2,5 kms. De seguir así voy a dejar a David Meca como a un velocista acuático.

Por cierto, mis agradecimientos a las parejitas hetero (y homo…) que han estado refocilándose en la piscina, por mantener la temperatura del agua elevada. Un poquito de asco sí me da, al pensar en todos los tipos de sustancias que puedan verter.

Me gusta nadar. Permite pensar en mis cosas, o evadirte, y aunque no tienes la posibilidad de contemplar el paisaje como cuando corres, te proporciona mucha serenidad. Y es como correr, ¡cuando sales del agua te quedas inmensamente a gusto!

martes, 21 de julio de 2009

Quién me mandaba a mí

La semana pasada empezó con muy buen pié y mano, porque desde mi nueva ubicación me lancé a diversificar riesgo deportivo, más por diversión que por tener claro pasarme al lado oscuro del triatlón, y reduje las habituales 6 sesiones de carrera semanales a 4, incorporando 3 de natación (total 4,5 kms) y 1 de bicicleta (22 kms).

Así, el viernes me atornillé el casco y con la fresca del mediodía me lancé a explorar mi circuito de 10 kms por el Juan Carlos I, con la sorpresa de que cuando se recorre al doble de velocidad que a pie resulta tener de todo: giros, subidas y bajadas empinadas, llanos… lo que te mueve entre 10 kms/h y 38 kms/h. Total 22 kms en poco menos de 1 hora, que según me han comentado ciclistas no deja de tener su mérito al ser MTB. Y sobre todo, lo pasé muy bien. Tiene hasta puntos de técnica, algún frenazo de novato tuve que pegar para no salirme… Me pica un poco el gusanillo de probar una bici de carretera, a la que tendré que poner ruedines porque nunca he montado.

El domingo me di cuenta de que llevaba acumulada la irrisoria cantidad de 42 kms a pie y decidí apuntarme una tirada larga, como manda mi plan para la media de Valladolid. El objetivo eran 85 minutos, pero con la emoción del ritmillo de 4:30 sin mucho sacrificio terminé completando una media maratón en 1:35. La organización fue malísima, aunque quedé el primero en todas mis categorías. Sin venir a cuento esa tarde me vino un dolor detrás de la rodilla, confirmado el lunes por la mañana con cojera y un rodaje de 6 kms a 5:30. Por cierto, para colmo de males, no os podéis imaginar lo concurridos que están los baños del JC1 antes de las 8 de la mañana, hay un auténtico Movimiento Popular de Liberación Intestinal. Estaba hasta Murphy, que me metió en el único cubículo sin cerrojo, el muy perro.

Por prudencia me regalaré el martes, si es que quien mucho abarca poco aprieta. A ver que tal la piscina, ¿nadaré o arponearé?

 

jueves, 16 de julio de 2009

Jueves de (poca) calidad

O de despropósitos. El claro día asomó después de una noche turbia y me sorprendió luchando contra las sábanas movedizas que me atraían hacia sí. Me costó lanzarme a la calle, mirando de reojo la perspectiva de hacer calidad, pues hoy es jueves y la tradición oral lo exige.

Llegado al punto de lanzamiento, con premura porque como dicen los gabachos me he elevado tarde de la cama, me dispuse a ejecutar una tocata y fuga de 7 kilómetros en 28 minutos, como manda mi planificación, único vínculo con la disciplina de partido que me queda.

Sin terminarme de ver en esa tesitura, porque me siento cansado por la falta de sueño y los 2 kilómetros que nadé ayer, inicio la gesta, que se torna gestilla y más tarde derrotilla porque sólo 2 kilómetros decido unilateralmente cambiar el objetivo del día a un rodaje patatero de 10 kms. Claro, como se me hace tarde… me miento, y a la ducha.

Más tarde, al mediodía, dispuesto a sacudirme el mal sabor a flojo con unos largos, me lanzo cual Moby Dick a la piscina olímpica para salir escaldado como un pezqueñín al cabo de 8 largos. Hastiado de mi batalla contra un colegio que ocupaba todo un fondo y un grupo de acérrimos nadadores de anchos y de medusas gigantes, tomo en vez de tirar la toalla y pego la segunda espantá del día.

“¡¡Indulgencia, indulgencia!!”, clamo ante el destino. Y un hada madrina me transporta a mi cercana casa, y me pone en la mano una consoladora Erdinger, medio litro de cerveza de trigo turbia que me recuerda que no solo de deporte vive el hombre.

Mañana será otro día.

 

martes, 14 de julio de 2009

Chorizos deportivos

Hoy no tengo ganas ni de poesía ni de prosa. Esta mañana estaba de muy buen humor, porque ayer al mediodía incorporé a mi rutina la natación, ya que para no perder la costumbre de cambiar la comida por deporte me fui al polideportivo de Hortaleza y me casqué 1100 metros, habiendo entrenado por la mañana en el JC1. Y eso que los primeros largos casi me detenía, por lo menos para vaciar el agua a las gafas.

Y esta mañana, con las agujetas de nadar de ayer, yo solito con mi Seriescefa he podido con 14x400 en dos tandas, con sus 45 segunditos de rigor de descanso y todo, entre 1:23 y 1:29. El entorno, muy agradable, aunque me hayan acompañado solamente los patos hay una buena medida de 400 metros en el JC1, alrededor del lago, a ver si tengo un rato para subirla al blog. (http://www.gmap-pedometer.com/?r=3002969)

Pero lo que me ha traído de vuelta a este mundo ha sido que después del entreno, cuando he ido a coger la bicicleta para ir al trabajo, el viejo hierro no estaba. Después de más de un año abandonada cada día en la boca del metro, el chorizo ha tenido que venir al cuarto de bicicletas de mi casa a llevársela. ¿Será esto un presagio para practicar el triatlón…?

En fin, un cuento del conde Lucanor contaba que un pobre se lamentaba de su suerte mientras comía altramuces (una legumbre muy basta), hasta que vio a otro más pobre detrás de él comiendo las peladuras. Espero que le aproveche al ladrón, me da un poco de pena ya que la compré con mis ahorros el último año que estuve en el colegio, pero si lo entiendo como un tipo de reciclaje y así aumenta su vida útil… ve en paz amiga, hemos hecho muchos kilómetros por montaña, caminos y ciudad.

Chorizo: cuídala y no olvides robar unas zapatas para el freno trasero, si no quieres dártela. Manga también una llanta delantera, que ésta tiene un golpe.

Quería también agradecer los mensajes de despedida que habéis ido colgando estos días. Es bueno saber que hay alguien que lee esto al otro lado.

 

lunes, 13 de julio de 2009

Trotada Prima

Erase que se era un corredor que llegó a un lugar nuevo, el parque Juan Carlos I. Andaba un poco despistado, porque venía de la escuela de gladiadores del Retiro y no solía correr solo. Aún así, cuando el sol dio un pingoleta en el cielo, se tiró de la cama, se calzó sus zapatillas y se lanzó al camino para cumplir con sus deberes antes de afanarse en sus otras tareas del día.

Y llegando al parque se encontró con unos pájaros entre unas ramas, y les que preguntó -¿queréis correr conmigo?, y los pájaros le contestaron, -pi pipi… piérdete pichula!. Y el corredor puso un mohín y siguió solo, hasta que dio con un pájaro carpintero apoyado en un tronco, al que preguntó -¿quieres correr conmigo?, y el pájaro carpintero le contestó, -toc toc, toc… tócamelos!. Y el corredor arrugó la nariz y prosiguió su camino a 4:40, hasta que encontró un grupo de patos en el lago, junto al borde. -¿Queréis correr conmigo? Y los patos le contestaron, -cua cua cua… cuánto nos gustaría, pero estamos desayunando!.

Y el corredor puso un mohín, y siguió su camino, hasta toparse con unas cotorras, a las que preguntó -¿queréis correr conmigo? Y las cotorras locas contestaron -co co… cómo nos gustaría! Cooo cooo cómo… y se perdieron en el cielo. El corredor puso cara extrañada, pero siguió su camino. Al atravesar el olivar, preguntó a los olivos -¿queréis correr conmigo?, y los olivos le explicaron, -“oooohhhh no somos hombres… somos olivos… cómo coño podemos correr contigo…?

El corredor pensó que finalmente había aprendido algo, y decidió aproximarse al siguiente humano que se cruzase. Así, cuando estaba a punto de saludar a otro corredor, por suerte en el último momento se dio cuenta de que no era un congénere, sino un futinero, que escuchaba música a todo volumen mientras arrastraba los pies a 6 minutos el kilómetro. “Guay em si eiiii…” se alejó la musiquilla. Oh, ya el corredor estaba a punto de tirar la toalla, cuando de repente, apareció alguien de la misma especie, sin aditamentos, ni zapatillas de tenis, ni cascos, ni gorras. Pero la sonrisa se le medio congeló en su boca, cuando se dio cuenta demasiado tarde que era un zombie con el rictus imperturbable de los que no saludan.

Entonces, el corredor puso rumbo a su casa para terminar 12 kilómetros a 4’40, hablando con los canales, las plantas y los pájaros, mientras pensaba en escribir sobre las increíbles aventuras que le habían acontecido en el JC1, donde nunca pasa nada, nada, nada… (eco que se pierde en la distancia; telón, luces).

jueves, 9 de julio de 2009

Ultimos 10 kilómetros en el Retiro

Se acabó lo que se daba. Cuando este mediodía paseé hacia el parque de Madrid, era especialmente consciente de que era la última vez que hacía este recorrido. La rutina se convertía hoy era un tesoro especial a conservar en la memoria: atravesar la calle de Alcalá, vistazo a la derecha hacia Cibeles y hacia la izquierda la Puerta con los turistas de todos los días haciéndose las mismas fotos con las mismas poses; apretar el paso para cruzar Alfonso XII antes de que se cierre el semáforo; el largo de la verja hasta la entrada frente al Casón; los caminos de tierra que todos los días me manchan los zapatos y el bajo del traje…

El vestuario, afortunadamente semivacío porque el calor se llevó futboleros y padeleros, y nuestra ala hoy, for runners only. Salida al circuito de 5 kilómetros, para ir recibiendo los pésames de los que saben que te vas, no faltos de razón. Mi ánimo se va oscureciendo un poco, pero ¡cómo no! es jueves y de despedida toca calidad, así que negociamos 6 series de mil con un descanso de 1’30 (creo que me dejan elegir, la última comida del condenado), y nos vamos para el inicio del kilómetro marcado en el suelo del Angel Caído.

No va a ser un día de buenas sensaciones. Todo se subvierte hoy, la rutina se convierte en novedad, lo cotidiano en especial, el presente en pasado. Empiezan las series, mal ejecutadas porque si bien la media no ha sido muy mala (3’53), prácticamente las mejores han sido las primeras, cuando debe ser al contrario. Me desanimo, no veo la utilidad del sufrimiento en el día de hoy, y quedo retrasado en todos los kilómetros. En algún momento, a punto de abandonar.

Malos augurios verían los clásicos, cuando en una de las series, a más de 15 km/h, una paloma echa a volar desde la siniestra y golpea con fuerza sorprendente contra mi pecho, la muy idiota. Espero que no tenga la gripe aviar, al menos rebota hacia donde vino para neutralizar el mal fario. Y en esta tesitura, peores vaticinios ven los modernos, a la altura del kilómetro de regreso, dos jovenzuelos esnifan pegamento con una bolsa de basura.

Mi ánimo se torna lúgubre cuando adelanto a otro chico con una camiseta de Slipknot (a estos no les va a desfigurar mucho la muerte) que pone “All Hope is Gone”. En este desfile de despropósitos, una culturista con unos brazos y un torso descomunalmente insólito se cruza varias veces en nuestro camino. ¿Qué más puede pasar…? Esto parece una peli de David Lynch, solo falta el enano bailando al son del jazz.

De camino al vestuario, insisto en terminar el kilómetro 10 y me aparto del grupo. Cruzo algún “hasta luego” más, porque no quiero despedirme de nadie, y me dispongo a disfrutar en soledad de mis últimos mil metros “de cuando entrenaba en el Retiro”, a despedirme del parque, a reflexionar en que una parte de mí se queda allí a cambio de otras que me llevo. Oh, vaya, de postre un tipo sentado en un banco con la tez muy pálida irrumpe en mi momento de intimidad con una asquerosa mirada y una medio sonrisa que termina de ponerme de mala ostia. No comment.

Pero me encuentro con los compañeros y ya me olvido. Estiramientos, unas abdominales y a las duchas. Después de unos breves hasta-prontos sinceros, porque si son largos no son hasta-prontos sino hasta-nuncas, y ya solo de vuelta al curro, medito sobre lo que los malos escritores repiten “el inexorable paso del tiempo” y yo “que tarde o temprano estiras la pata y te meten en una cajita”. Siento que una puerta se ha cerrado detrás de mí, uno se da cuenta que estos años no volverán y que de repente se han convertido en recuerdos. Ahora, a abrir otra puerta, aunque sea a dentelladas. Como decía la exorcista con apariencia de abuelita de Poltergeist: Ven Ha-Cia La Luuuuuuz!!!!!!

miércoles, 1 de julio de 2009

Alerta por ola de calor

Las temperaturas alcanzarán el jueves los 36,8 grados. No salga a la calle en las horas más calurosas del día. Evite hacer deporte.

 

Con este mensaje en mente y mucha pereza salí para el Retiro este mediodía a dar un par de vueltas de 5 kms. Sorpresivamente, he disfrutado de lo lindo, porque sin apenas esfuerzo mi cuerpecín se ha plantado en algo menos de 4 minutos y medio por kilómetro, ritmo de rodaje que se me está haciendo muy familiar últimamente. Y sólo el hecho de que haya aparecido Jorge con estricto ánimo de rodar sin esfuerzo me ha obligado a levantar el pie del acelerador. No obstante, sigo notando que las revoluciones no me suben a ritmos elevados, ayer Juan Carlos y yo nos obsequiamos con 6 miles a una media algo inferior a 4’, y gracias.

Sí, ha sido un día de los que hacen afición: un rodaje alegre, con tiempo de sobra luego para un par de cientos de abdominales y 20 dominadas en varias series. He entrado haciendo tic tac en la ducha, como un reloj, aunque me ha intimidado algo quedarme por un momento prácticamente a solas con Golum, una criatura de extrañas hechuras que inexplicablemente disfruta devorando a dos manos su almuerzo entre los culos peludos y sudorosos que se cambian en el vestuario.

Y esta fue la crónica del Retiro de hoy, donde nunca pasa nada y hoy pasó un rato agradable.

XXI Media Maratón de Valladolid

Hola campeones,

 

Comentaros que se ha abierto la inscripción para la Media de Valladolid del 20 de septiembre. Para los que no la conozcáis ni hayáis oído hablar de ella, solo deciros que los conocidos que van de Madrid a correrla repiten. Circuito llano, suele haber una temperatura ideal, buena organización, una bolsa completita y una bonita ciudad, que es la mía. Hasta ponen un ave subvencionado para que te olvides del coche.

 

Animaos.

 

http://www.mediamaratonvalladolid.com