lunes, 18 de abril de 2011

No Iba a Marcharme sin Despedirme

Esta semana ha sido muy dura para mí. Además de la gravedad de mi lesión y su posible evolución en el tiempo, he tenido que asimilar que no voy a poder correr nunca más.

No quiero buscar opiniones hasta encontrar una que me guste. Los traumas de la Unidad de Rodilla del RyC afirman que mi rodilla está muy mal y la tengo que cuidar. Ya no me queda cartílago y por muchos tiburones que me coma a mordiscos no se va a regenerar. En ese estado al parecer tampoco puede reimplantarse. Sería un loco si hipotecara mi calidad de vida futura y con ella la de mi familia por hacerlo.

Quizás sea muy exigente, pero cuando hablo de correr no me refiero a un trote futinero, sino al gozo de entrenar duro y competir en una carrera pedestre de cualquier distancia. Y por ende, cualquier modalidad de triatlón.

Conocí este vicio tarde pero con ganas, descubriendo una pasión por una actividad que nunca había sentido por ninguna otra de mis empresas "de ocio" personales, ni por ninguno de los deportes variopintos que he practicado: submarinismo, windsurf, kickboxing, fitness, baloncesto, squash...

Han sido 6 años deseando calzarme cada día unas zapas y salir al parque, con frío, sol, lluvia, nieve, sin apenas dormir, lo que cayera... 8,400 kilómetros desde que empecé a anotar mis entrenamientos en algún momento de 2007.

En esta vorágine he terminado 3 maratones, 8 medias, 20 diez miles y 3 carreras de distancias no regulares, pudiendo cumplir el expediente de todo amateur ambicioso de bajar de los 4 minutos por kilometro en medio maratón y 10k, y aunque no conseguí el sub 3 en maratón me quedo con la satisfacción de un 3:04 en el terrible Madrid, al segundo intento.

No he tenido muchas oportunidades en triatlón, solamente he competido un sprint, dos olímpicos y un duathlon largo, pero lamentablemente no he llegado a dominar el deporte. Se me queda muy clavado no haber llevado la camiseta rosa de los Tripis a un medio ironman, que tenia previsto este año, ni menos a uno completo.

¿Que por qué dejo el blog? Han sido 273 posts reflexionando de todo y de nada, con la perspectiva de un corredor y no, no puedo escribir en CorriendoenelJC sin serlo ya. Ni quiero tampoco, me duele mirar atrás y leer tanta ilusión y tanto esfuerzo, que no merecía este final.

Ya estoy pensando en mis próximas actividades, seguiré nadando, casi seguro montaré mis bicicletas, posiblemente aprenda a remar. Quizás vuelva a escribir otro blog, cuando encuentre algo que me apasione tanto como lo hacía correr.

Tenía que escribir este post no sólo por mí sino para dar las gracias a los que me habéis seguido o solamente pasabais por aquí, espero que os haya entretenido, divertido o quizás sido útil. A mi mujer por su apoyo constante en todo lo que emprendo, a mis hijas por animarme entusiasmadas en las carreras. A los que leo... o leía, no sé si podré seguir haciéndolo. Se me van los ojos detrás cuando veo pasar un corredor...

También agradezco vuestras palabras de ánimo y vuestros comentarios. Esto es para mí es un cambio de vida, con sus incertidumbres y sus miedos. Un divorcio conmigo mismo. Estoy fatigado de intentarlo explicar a gente que no corre, estoy seguro que los corredores me entenderán.

Una puerta que se cierra y otra que se abre, y ahora, despacito y recordando este momento, pulsaré el botón de publicar y no volveré a subir un post a CorriendoenelJC.

Consejo para corredores... No hagáis kilómetros vacíos. Simultanead otros deportes menos agresivos. Cuidaros... y nos vemos por el Juan Carlos.





miércoles, 13 de abril de 2011

Para mí la guerra ha terminado





Ha ido muy rápido, apenas me he enterado de la operación. Hasta me han puesto la pantalla para ver mi rodilla por dentro. A veces me distraía mirando hacia atrás para ver en el monitor cuanto bajaban de 60 mis pulsaciones en reposo. He notado pinchazos pero la magia de la química me ha acorchado el cuerpo.

El médico vino al final, ya en la sala de reanimación. ¿Recuerdas lo que te comentaba, de que tenía mal aspecto y lo vería al abrir?

- Ligamento cruzado posterior roto

- Menisco roto y muy desgastado, me lo han quitado en parte porque no se podía coser, pero no del todo porque...

- ... El cartílago de la rodilla es casi inexistente y permite la rozadura de huesos. Tampoco pueden implantar nada porque no agarraría.

- Han practicado unas hendiduras en el hueso para intentar que salgan células madre y crezca algo.

- A medio plazo, 10, 20 años, me tendrán que poner una prótesis.

He flipado porque solamente el jueves pasado corrí 8 miles a 4'. La musculatura de la pierna me ha permitido hacerlo. Veremos después de 6 semanas parado si sigue así.

Podré nadar. Quizás montar en bici. Se acabó correr. Se acabó el triatlón. Se acabó correr. Se acabó correr. Se acabó correr. No es que te diga que no puedas hacerlo. Es que te va a doler.

Lo que siempre pensaba, nadar es para siempre, pero no voy a escribir un blog sobre como cruzo una piscina de un lado a otro. Ni de ningún hobby de mierda.

Quizás no es el mejor día para mirar adelante. Malos tiempos para la lírica.


lunes, 11 de abril de 2011

Hasta aquí hemos llegado

Este fin de semana fue el medio ironman de Elche, donde el año pasado me veía, en mi segunda temporada de triatlón.

Donde realmente me he visto ha sido en una consulta médica escuchando a cámara lenta cómo la cara externa de mi rodilla está degenerada. Ni siquiera se ha mencionado la palabra menisco. Ojalá. Es peor que eso y no se sabrá el alcance de la lesión hasta que no abran. Ha crecido el cartílago donde no debía, quizás por un traumatismo, quizás por los impactos de la carrera, o ambos.

No me garantizan cómo quedaré. Hay posibilidades de que igual o peor. Estoy en equilibrio inestable me dicen. Ni si podré volver a practicar deporte. No ya con la frecuencia e intensidad actual, sólo deporte. ¿Qué pasa cuando se hunde un pilar en tu vida?

Pensamiento positivo. Confío en este médico. No puedo sino mejorar, si no hago nada perderé mi oportunidad y quizás me arrepienta. ¿Y si no funciona? Una operación normal de menisco es una semana con muletas. Me han prevenido de que para mí serán seis. Rehabilitación, será la palabra mágica. Cuando se pronuncie. Dolor. Kilómetro 35 hasta aprender a andar.

Mañana a guardar la bici en el trastero. Pasado mañana, quirófano.

No sé si me va a apetecer escribir de esto.


Terrible semana satisfactoria

No dejo de pensar en todo lo divertido que ha tenido la semana pasada. Tres buenas sesiones de natación, en las que me han enseñado un movimiento que estaba omitiendo en mi brazada, una sesión de calidad a pie y dos entrenamientos de ciclismo, uno de mountain y otro de carretera. Buenas sensaciones, ritmos altos, cadencia, pero...

Series de kilómetro. Muy adecuadas para competir un diez mil, pueden ser muy exigentes si el descanso es breve (1'15"), el número pasa de 7 y el ritmo baja de 4'. Aunque mi corazón ha subido con la alegría de un deportivo hasta el 98%, y mi ego se ha hinchado ya que solamente corro un par de veces por semana, me han dejado cojeando varios días.

Salida en bici a Soto. Por miedo no montaba mi bici de carretera desde diciembre. Temía sobrecargar la rodilla en exceso, con las fuertes subidas y los muchos kilómetros. Ayer me convenció un amigo, y para allá que fui, practicando la cadencia rápida que llevo entrenando tiempo...

... Bajaba descontrolada en su nueva bicicleta, estrenada el día antes. En una curva se cruzó conmigo subiendo y me embistió, lanzándome a la cuneta. Menos mal que pesaba poco: me sacó la cadena hasta del desviador, me dobló el manillar y me dejó bastantes rozaduras y un fuerte golpe en el hombro. Afortunadamente esa zona está muy fuerte de la natación.

Ella acabo el en suelo, sin golpes pero con el desviador colgando. Un paseo de 15 Kms de regreso... Su amiga también cayó, magullada, y también el mío, que partió la pantalla de su flamante iPhone 4.

Pero alma de cántaro... Al menos mi rodilla mala volvió carcajeándose, era el primer día que era ella la que no estaba tan dolorida.

domingo, 3 de abril de 2011

Remilgos al Curry


No suelo ser muy remilgado para salir a correr con lluvia o lo que me echen, pero esta tarde tonta de domingo va a ser una de las excepciones, jarrea y solamente necesito una excusa para poder a descansar mi rodilla, dolorida del tute de ayer.

Desconozco el motivo, pero los ingleses a las sesiones de entrenamiento combinado en triatlón las llaman ladrillos, bricks. Quizás sea por lo que cuesta finalizarlas, o porque con unas cuantas levantas la forma física o revientas. Hacía tiempo que no me marcaba una, y la de ayer me hizo recordar lo divertido y duro que es el tri.

Solamente quería dar una vueltecita con la bici, pero una cosa llevó a la otra y después de un buen rato de rodaje terminé subiendo y bajando la pirámide del JC1 como un poseso, hasta que perdí la cuenta, quizás una media docena de veces.

Unas cuestecitas no vienen mal, y ya puestos busqué algo más empinado y de ahí fui a My Sky Hole, otra pirámide en el JC1, donde subí y bajé hasta el aburrimiento. Lo normal en ese sitio es que la gente llegue arriba, admiren el paisaje, repongan aliento y para abajo. Yo lo hice un mínimo de seis veces seguidas, mientras me miraban con caras raras.

Pero como tenía la mañana libre y los treintaitantos kilómetros me supieron a poco, ¿por qué no correr un rato? Pues un rodajillo de 9 ks, que hacía mucho que no entrenaba un ladrillo. Qué tontas se sienten las piernas después de pedalear, pero que buena sensación de trabajo bien hecho... total, algo más de dos horas.

Esta semana me ha satisfecho, entre el buen tiempo y la bici nueva me he motivado para unas sesiones de entrenamientos propios de triatlón:

- Tres de natación, incluyendo una con 4 series de 500 descansando 45", de las que abren el apetito.

- Una de ciclismo, solamente una hora pero intensa, y contento al ver que mis pulsaciones se van elevando sobre la silla.

- Una de calidad a pie, un farlek durante casi seis kilómetros de un minuto rápido, uno lento, dos rápidos, uno lento..., en torno a 3:50 de media. Hacia tiempo que no veía mis 186 pulsaciones máximas en el reloj.

- Un brick de MTB y running, fuerte la bici con sesión de cuestas y rodaje tranquilo después.

- Una tarde de domingo tranquila, mirando la lluvia, lamentándome por mi menisco, escribiendo y cocinando mi clásica receta de pollo al curry mientras la hormona del crecimiento hace su trabajo...

PS:

Se trocea una pechuga de pollo en cubos, y sobre un lecho de cebolla sofrita previamente se dora el pollo. Se espolvorea con curry al gusto y pimienta de cayena si se desea, se añade medio vaso de vino blanco con media pastilla de caldo, agua y un puñado de pasas y se pone a cocer todo hasta obtener la consistencia deseada. Si no se va a congelar se puede poner yogur griego también. Arroz como guarnición, y ¡qué aprofite!



lunes, 28 de marzo de 2011

Homo Runner



Este fin de semana tocó correr por Burgos. Qué afición deben tener los runners de esta bonita ciudad, con este agradable clima. El caso es que no me crucé con ninguno, en todo el rato que rodé el domingo por la mañana.

Sí pude disfrutar de viento racheado y lluvia de los que o te matan o te hacen duro. Me sorprendió el número de ciclistas, algunos bastante mayores, desafiando las inclemencias en la bici, que se sienten más que a pie.

Visité Atapuerca bajo esa misma lluvia, y no es que se aprecie gran cosa del yacimiento, pero las explicaciones y el ambiente de la cortada donde se ubican los restos te hacen reflexionar sobre nuestros antepasados.

Yo pensé en lo cercano de su existencia, comparado con los millones de año de la vida. En el increíble desarrollo de nuestra civilización, desde nuestra vida en esas madrigueras, pero también en la dependencia absoluta de la energía, el petróleo y lo perdidos que nos encontraríamos en aquella época.

Y lo importante. Aquellos "monitos" de Atapuerca, o mejor Homo Antecessor, eran bípedos de 1.80 y 110 kilos. No pude evitar pensar en su velocidad en carrera, entrenada en la caza y la huida, pero con satisfacción los imaginé pedaleando, torpemente.

¿Qué fue de aquellos Neanthertales? Convivieron con nuestro inmediato antepasado, el Cromagnon, y de repente desaparecieron. ¿Los eliminaron los Cromagnones? (los Antecessor devoraban los hijos de sus enemigos). ¿No se adaptaron y desaparecieron? ¿Terminaron fusionándose las dos especies? ¿Este blog no iba de correr?

viernes, 25 de marzo de 2011

Volando en el Juan Carlos

Sí, este es un blog de correr de un corredor que no corre pero ya tampoco es corredor porque es triatleta pero tampoco ejerce. Quizás sea un blog de protestas sobre el mundo urbano o de quejas varias. Ya no lo sé.

Quizás sea una secuela desesperada del Señor de los Anillos en la que un acrecido busca tiempo para sus entrenamientos en un mundo plagado de orcos que vagan por el carril bici, el trabajo que absorbe el tiempo como el malvado Saruman y las eternas lesiones.

Hoy tocaba decidir si nadar o correr, ya que ayer me pusieron una comida (oh, vivimos en sociedad), y me decanté por montar en bici. No es mucho lo que puedes pedalear en 50 minutos de sesión de mediodía, pero me apetecía sacar la bici por los caminos mojados del JC1.

Y disfruté a mi placer por un parque vacío, con mayor fortuna que una chavala con la que me crucé de camino, que bajaba por la acera tan rápida que al encontrarse conmigo se asustó y acabó por los suelos. Si vas a esa velocidad, mejor entre los coches que entre los peatones, y siempre con casco.

Poco tiempo pero casi 21 Kms por un parque lo hacen pequeño, por muchas 200 hectáreas que tenga. Coroné los tres ochomiles: la pirámide, el juego de pelota y My Sky Hole, y bajadas a 40 kph. Diversión a raudales, de paso intentando alcanzar pulsaciones altas. Es mi asignatura pendiente en ciclismo, junto a la cadencia, no consigo llegar ni a mi umbral aeróbico. Vamos, que mi corazón se los toca pedaleando.

Y después de este rato, aquí no ha pasado nada, ducha, montar en la Dra Jeckill y tranquilamente a trabajar, dónde mejor que pasar la tarde del viernes que en la oficina, con plastilina y pretecnología...


jueves, 24 de marzo de 2011

Tuning la burra



Para travestir una mountain en urbanita es fundamental desfilar por el Decathlon. Es una tienda muy viciosa, todo parece barato y la cesta no deja de crecer. Eso sí, la cuenta también lo hace y uno se sorprende de donde han aparecido los dos ceros.

Vaya, que para emplear mi nueva Conor en el uso diario he esperado a adquirir varios accesorios:

- Pedales. Esos los encargué con la bici. Condición, poder usarlos con zapatos y calas, según uso de transporte o de entrenamiento. El pedaleo con calas no tiene nada que ver con el pedaleo "a pistón" en eficacia. Pero no es plan llevar el traje con botas de MTB.

Hay varios modelos de pedales para uso combinado. Los mixtos, con un lado plano y otro con cala, y los de cala con una plataforma superpuesta, atornillada de metal o encajada de plástico. Yo he optado por los mixtos porque aunque pesan un poco más, he leído opiniones de que son útiles en terrenos complicados.

- Candados. He leído por ahí que las cadenas de menos de 13 mm son presa fácil de las cizallas. Por eso me he decantado por dos cierres en U, un Trelock nivel 5 de 16 mm para el cuadro y un Btwin 13 mm para la rueda delantera. Además de un cable sencillo para el sillín.

Todo esto para que no vuele del cuarto de bicis. No hace el robo imposible, porque hay sprays de hidrógeno para cristalizar el acero y luego amartillarlo, pero quizás encuentren otros objetivos más sencillos.

Para aparcar en el trabajo he optado por una pitón con un cable, además del segurata de la barrera. Ahí he podido pasarme. En todo caso, para el que piense que es paranoia, que mire la foto de abajo para comprobar cómo ponen el doble de goma que de acero.

De momento me abstengo de abandonar a mi nuevo amor en la rue pública. Creo en la bondad humana pero como decía aquel, en la intimidad.

- Guardabarros. Aún me da escalofríos pensar en los 40 euros que me querían cobrar por la pareja en la tienda. No me convencía ni el precio ni el enganche en la tija, donde todo termina bailando. Al final, 14 en el Decartón por unos sencillos y fiables, que ya he probado durante un par de años sin problemas. el delantero en la horquilla queda un poco ridículo. Menos mal que se puede quitar para entrenar.

- Luces. De led, pequeñas, de quita y pon.

- Ya imprescindible para todo uso, kit de reparación de pinchazos, consistente en al menos una cámara, unos desmontables y una bomba. Por experiencia, se pincha a menudo, cuando menos te lo esperas e incluso varias veces seguidas. Herramientas, estupendo, si luego sabes manejarlas. A mi de la serie de Mac Giver se me quedó poco.

Y con esta guisa, como Carrillo con peluca así va mi flamante mountain por el carril vieja. Qué no me reconozcan, pensará...





lunes, 21 de marzo de 2011

Primeras impresiones: Conor WRC Pro Tora

Fui a la tienda a recogerla, casi corriendo, por la prisa que sentía porque llegase el momento de encontrarnos. Al principio no me fijé en su presencia, ella me esperaba tranquila, majestuosa, apoyada junto al mostrador. Pero en cuanto la vi tuve que disimular mis nervios, porque me daba vergüenza que lo notase el vendedor.

Intercambié las instrucciones y comentarios básicos, y tras zanjar el pago salí escopetado. Quería sacarla rodando y no subirla al techo del coche, sin dignidad. "Deberías poner luces". Se me olvidaba, si las llevo en el bolsillo, los leds portátiles. Puestos. Por fin, a la calle, a pisar la acera.

Pedaleo con fuerza y noto que la bici avanza rápida, reaccionando en seguida. Pesa menos de 12 kilos, casi como mi bicicleta de carretera, y comparado con los 18 de mi vieja burra se nota... Por las calles del pueblo de Hortaleza, una reliquia dentro del municipio de Madrid, la cadena canta con alegría mientras la máquina toma velocidad.

El cambio, perfecto, un Deore, de mejor calidad que el 105 que monta mi otra flaca. Los platos son pequeños para lo que estoy acostumbrado (44 piñones el mayor frente a los 50 del compact de carretera) y por eso apenas me hace falta quitar el plato grande en todo el recorrido, muy cómodo. Y los frenos... Hidráulicos, como las motos. Que sensación tan rara, blandos pero con mayor frenada.

Eh, los tipos con pasta coleccionan coches, ¡los tipos con estilo bicis! Y yo ya tengo 4, juá.

Y sin darme cuenta, pedaleo y pedaleo en una noche con viento, saltando bordillos sin inmutarme, hasta llegar a casa. Me quito la chaqueta del traje, y estoy todo sudado por la emoción, he vuelto demasiado deprisa. ¿Quién no ha sido niño y ha disfrutado con su bici nueva? Yo hoy, a mis 40 y pico...



sábado, 19 de marzo de 2011

Mala Bici Nunca Muere

Esta semana me las prometía muy felices con la sesión de calidad del martes. "Estamos" entrenando para conseguir que uno de mis compis de rodaje baje de 43' el 10k, y lo primero ha sido adoctrinarlos en el mantra de martes y jueves calidad. Lo tengo tan metido en la cabeza de mi época en la escuela del Retiro que no los concibo sin series.

Tres tres miles a 4:15, para machacar el ritmo objetivo de carrera. Prueba superada por todos, una buena paliza sobre todo para mi maltrecha rodilla que me ha pasado factura el resto de la semana. Oh, Seguridad Social mi Seguridad Social, ¿cuándo me operarás?.

Pero esto iba de mi viejo hierro.

Con 23 años mi bici sigue siendo dura. Ya se va notando la edad y el desgaste, en ambos. La cadena suele salirse, y tengo una increíble habilidad en volverla a encajar, no con el cambio que eso lo hace cualquiera sino metiendo el pie en el desviador. En marcha.

Una nueva habilidad que he desarrollado es frenar. No con la maneta...

En mi día a día siempre hay que esquivar perros, y gente de todas las edades y condiciones, y ya he llegado a un punto que nada me sorprende ni me enfada. Lo que se hace raro es que no se crucen o molesten. Podría ser peor y tener que amontonarme en un atasco o en el transporte público en las horas puntas pero me conformo con mirarlos de lejos.

El otro día un chucho con correa salió corriendo detrás de otro can. Justo a mi paso, justo por delante, soltándose de su ama. Gran frenazo, pese a mi anticipación, y clac, el cable delantero partido. ¿Ay, estás bien? Sí, pero paso de explicarte que me quedan varios kilómetros de cuestas, sin freno delantero que es el que más aporta en la frenada. Ala, clases pasivas, sigan tomando el sol que yo tengo que levantar España.

Y qué divertido, cuesta abajo reteniendo con el trasero y tirando con la mano del cable suelto del delantero, como tirando del caballo por las bridas.

Qué dura esta flaca. Me apena cambiarla por otra, aunque ya va tocando, por comodidad para ir al trabajo y para poder entrenar con MTB cuando recupere mi "vida normal". Aquí va un avance...





lunes, 14 de marzo de 2011

El Devorador de Mandarinas

Hoy es uno de esos días obsesivos en los que se te mete una canción en la cabeza y no sale. Quizás ha sido por los dos cafés que me he tomado, y como no estoy acostumbrado me han atacado. Afortunadamente ha sido una pieza del Fantasma de la Opera y no como suele ocurrir una joya del top manta. También he ido a nadar, que tiene lo suyo de obsesivo: vas de lado a lado de una pecera, repitiendo los mismos movimientos una y otra vez y además pendiente de que se ejecuten perfectos.

Pero no soy el único obsesivo. He venido observando desde hace tiempo un montón de peladuras de mandarina en una plataforma que cruza la M40, que no decrece ni se corrompe, y como creo que el clima de Madrid no es como el de Ushuaia deduzco que un paisano se para a devorar mandarinas con fruición frente al río de coches de esa autopista urbana.

¿Qué podrá encontrar de agradable en la contemplación de un torrente de ruido y fétidos humos? Me pregunto cada vez que paso, imaginando la figura erguida y quieta frente a los coches. ¿Qué pasará por su cabeza en ese momento, una metáfora del pensamiento humano en sentido puro? ¿Quizás reflexiones sobre el consumo de recursos? ¿El cambio climático? ¿La máxima de que todo fluye, nada permanece? ¿Que debería dejar de comprar mandarinas porque ya empiezan a venir ácidas? En mis expectativas sobre el ser humano, me inclino por la última y apuesto que no me equivoco.

Encuesta para los lectores: ¿Has consumido algún tipo de alimento en un sitio especialmente desagradable y para más INRI abandonado en el punto tu basura? ¿En qué estabas pensando para creer que alguien va a venir a limpiar tu porquería? ¿Ha sido un gesto consciente o totalmente desinhibido? ¿Aprendido o conductista?

Espero que se te atragante un tito de la mandarina, so guarrete.






domingo, 13 de marzo de 2011

Semana acuática



Me ha gustado esta semana. Pasada por agua pero con una sensación muy primaveral, con los árboles en flor y el parque barrido de corredores espantados del agua. Yo sigo con mi entrenamiento raro, esperando los resultados de la resonancia de la rodilla sin animarme a meter demasiada calidad.

No obstante, pese a pitos, flautas, rodillas y demases, tres días de carrera, ricos ricos, con fundamento. El martes, ocho miles suaves, a 4' 5'', para entonar a un compañero abducido que quiere bajar de 43' el mil. Eso esta hecho chaval. Y otro par de días, rodaje "tranquilo", 9 k's a 4 y medio "a rás".

Mola correr, paaayos...






martes, 1 de marzo de 2011

Esquiando en Andorra


No sé si habrá muchos corredores que se les de bien esto del esquí. Yo no soy uno de ellos, porque aunque soy capaz de bajar por cualquier pista siento vergüenza de mi estilo, cuando me pasan como centellas todo tipo de esquiadores de cualquier edad.

Sí, ¿pero tú en cuantos minutos haces un diez mil?, mascullo cada vez que veo una de esas balas.

Es un tema de oportunidades. Si te han puesto a esquiar de niño, posiblemente con 14 años no tengas nada más que aprender. Si la vocación te ha llegado tarde, al ser un deporte tan técnico es muy posible que nunca llegues a ser uno de ellos.

La nieve es muy relajante. Sentirse en lo alto de la montaña, en plena naturaleza. Deslizarse rápido por ella, sentir el frío en la cara. El cuerpo relajado del ejercicio, sin sentir una fatiga abrumadora. Puedo estar horas esquiando, como un poseso, sin parar ni para comer. Aunque en esta ocasión mi primer objetivo ha sido no caerme para no dejar aún más maltrecha mi rodilla.

Después de cuatro días en la montaña, el retorno a la actividad ordinaria no ha sido fácil. Es complicado mantener un nivel de pulsaciones elevado esquiando, es un puro ejercicio de potencia, más para los no iniciados. Me ha sorprendido observar gente de mi quinta con gran habilidad pero con grandes vientres.

Por eso, después de una semana con gripe y otra esquiando, mi retorno al parque ha sido muy humilde. Un gran vendaval me ha recordado quién manda en los espacios abiertos del JC1, y con un aprobado raspado en el examen de hoy, retirada para pelear otro día.






lunes, 21 de febrero de 2011

Retransmitiendo

Me apetecía escribir algo pero sin intenciones de aburrir al personal con los minutos ni kilómetros que he hecho desde la última vez que aburrí al personal con los minutos ni kilómetros... Este bucle hay que romperlo antes de que vengan flashbacks estilo "Atrapado en el tiempo". Qué gran película.

Por eso sólo un par de comentarios breves. Hablando de pelis, a más de uno que lea este tipo de blogs le interesará www.hoodtocoastmovie.com. Una de corredores pero sin nazis de por medio como en Marathon Man ni friquismos como en Corredor de Fondo. El trailer es interesante, pese a que sólo aparece gente nada interesante unida por una misma obsepasión...

Pero para los que piensen que sólo los corredores tienen capacidad de sufrir, ahí va una foto. El tipo llegó tercero.

http://www.flickr.com/photos/trackcycling/5459216891/in/photostream/






sábado, 19 de febrero de 2011

Negocios como usual

Business as usual. Después de una semana griposo y un par de días encamado, el retorno a la rutina deportiva ha sido como una novedad para el cuerpo. Ayer un rodaje cortísimo, 8 kilometrillos para asustar de nuevo a las piernas y vengarme del menisco, y hoy de vuelta a la piscina.

8 de la mañana, mi hora favorita para nadar. Una calle para mí solo y a veces una piscina completa. La empleada del ayuntamiento se retrasa, y un numeroso grupo esperamos a la puerta de la piscina.

Casi todos se conocen porque acuden regularmente, y entre ellos se lanzan chanzas y a veces tontean. Tienen tiempo para hacerlo porque ya hace muchos años que no trabajan. Son para mí la prueba más contundente de que nadar es un deporte para toda la vida, ya que es un grupo que holgadamente pasa la setentena.

No nadan muy bien, dudo que ninguno de ellos tomase clases de pequeño, y estoy seguro que la mayoría han empezado a hacerlo tarde. La doble remada de espalda, el estilo más popular. Pero son tenaces, ahí están como clavos a las 8, porque ya reconozco a alguno de vista de esta hora.

Porque corredores de invierno, las articulaciones son para siempre, y de ellas depende nuestra calidad de vida. No siempre vamos a poder correr el volumen que queramos, sin molestias dolores o lesiones. Sí, el maratón pasa factura.

Por eso en la carrera de fondo de la vida hay que practicar deportes que estarán ahí siempre, como la natación. No suelo coincidir con corredores mayores, pero no fallan cada vez que subo con la bici a la sierra o voy a nadar. Yo quiero ser uno de ellos con su edad (y ganar la media de Valladolid veterano Z).

Y como la vida surge del agua, así recupero yo mi forma después de la gripe. Hoy 60 minutazos sin parar apenas, reptando dentro del agua, deslizándome en el fluido, sintiéndome como un delfín rodeado de tranquilos leones marinos.


jueves, 17 de febrero de 2011

Touché



Tocado. Y cañoneado. El resfriado era una gripe con piel de cordero y terminó con unos días de cama, como para pensar en ejercicio.

Y en este agradable solaz, otra mala noticia. El traumatólogo me ha confirmado que lo que otros daban como quiste de Backer en mi rodilla erraban. Se trataba de un quiste meniscal asociado a roturas del mismo.

Lo que toca ahora es resonancia y posiblemente artroscopia, que después de estos años de problemas con la rodilla se me hace deseada. ¿Y si después corro mejor que ahora?

Pienso en todos esos estúpidos argumentos de sedentario de que correr es salud, la forma, la línea... que despojan al propio acto de su sentido y su gozo. ¿Quién no ha disfrutado nunca con un simple vaso de agua?

Y lo pienso porque mientras espero los resultados y la operación no pienso dejar de salir a correr, aunque no sea saludable. Obviamente no voy a ser tan estúpido para entrenar calidad ni larga distancia pero sí para mantener. Mejorar en el agua. La bicicleta, no sé, es poco agresiva pero varias horas cargan la rodilla.

¿Cuál será el próximo paso? Me tienta... Remando en el Juan Carlos...

domingo, 13 de febrero de 2011

Malos Aires


A perro flaco todos son pulgas. El viernes me dejé llevar del espejismo de este suave invierno y acabé atrapando un buen catarro. Hace buena temperatura para hacer deporte hasta con camiseta corta, pero de ahí a salir de noche con un jerseicín hay un trecho. Y eso que me avisaron.

Qué malas sensaciones correr con virus. El cuerpo no va, y un ritmo de 5 minutos sienta como la más dura de las calidades. Me ha pasado pocas veces tener que darme la vuelta por no disfrutar en absoluto, pero ayer con sólo 7 kilómetros de nada tuve que rendirme. Bandera blanca, y a la cama antes de las 10.

Hoy era el Duathlon de Rivas, al que me apunté en diciembre y me borré en enero. No sé si alegrarme por haber adivinado que no iba a estar preparado o apenarme por llevar sin coger la bici desde hace casi tres meses.

En todo caso, me he librado de hacer ejercicio al aire libre, obedeciendo las recomendaciones sanitarias. Pero como según otras opiniones de políticas muy muy preparadas, en Madrid disfrutamos del mejor aire de la historia. Si ya quisiera Felipe II...





jueves, 10 de febrero de 2011

¿A alguien más se le vienen a la cabeza recurrentemente absurdas canciones horteras de la infancia?



Creo que tengo que psicoanalizarme.


http://www.foxitos.me/video/charytin/l7Qh48FqxWc/

martes, 8 de febrero de 2011

Nada es lo que parece



Hoy rodaba por el parque pensando en el cambio climático. Este calor en febrero no debe ser muy normal, ni que el ayuntamiento se crea de verdad que la gente va a seguir la recomendación de no utilizar el coche sin multa mediante. ¿Les importó a los habitantes de la Isla de Pascua talar el último árbol?

Era muy agradable, la verdad; como la raza humana mira sólo el corto plazo, con esa actitud fatalista no me estaba preocupando mucho, eso que el fin de semana pasado vi un documental en el planetario de Cosmocaixa que explicaba cómo el Sol desaparecerá en unos 3.500 millones de años y con él su sistema.

"¿Es eso verdad mamá?¿Va a desaparecer la Tierra?" - preguntaba una niña a mi lado- "No hija, ahora no va a pasar eso"- le decía su mamá. No le noté tan confiada cuando llegó la parte de los asteroides y lo que aterriza aquí cada X millones de años. Ni las dicharacheras imágenes del pequeño Levi-Schumacher zurrando al grandullón Jupiter.

Pero hoy hacía tan bueno que estaba disfrutando del doloroso rodaje, embutido en una aparatosa rodillera para evitar desmadejarme antes de que el médico y nuestra sanidad lo decidan. Esto si es vicio y no el fumeque; siempre me hace gracia oir que si hago deporte por mantenerme sano, que si la línea..., esto demuestra que lo practicaría aunque produjese calvicie.

Y así transcurría el mediodía, componiendo dulces poesías con las piernas (oh, hace tiempo que no me burlo de las tremendas horteradas que escribe esa Aurora en el Runner's), mientras recibía los simpáticos hijoputas de mi acompañante, un poco forzado mientras trepábamos las cuestas de la pirámide del JC. No sé que tendrían los chulapos, pero los de Coslada son la bomba.

Por cierto, le quita mucho encanto saber que esa curiosa construcción no es más que el montón de escombros que sacaron de horadar el túnel que lleva al aeropuerto por debajo del parque. Como también quita misterio saber que esa pirámide que han construido de metal no es la futura tumba del Faraón Gallardón.

Y esta fue la crónica de hoy desde el JC, donde mis rodillas son de goma, el suelo está hueco y los monumentos funerarios no son lo que parecen.

martes, 1 de febrero de 2011

Los pilares de la Tierra


Leí hace muchos años este libro, que me gustó más que su secuela, aunque por lo general Ken Follet escribe a lo Mac Donalds, los libros son todos interesantes pero con el mismo sabor.

Aunque lo que quería es poner por escrito una conversación que mantuve hoy. En tiempos de crisis en los que los asuntos laborales se convierten en una fuente de preocupaciones, se debe recordar la teoría de los pilares.

Cada persona reparte sus ocupaciones, esfuerzos, pensamientos y vivencias entre una serie de facetas o pilares, que le procuran estabilidad. Si algún pilar se tambalea, los otros ayudan a mantener el equilibrio y el colchón de la felicidad personal.

Cada persona elige sus pilares y decide la proporción entre ellos, porque unos son más importantes que otros. La combinación es como la fórmula de la Cocacola, y no voy a exponer la mía. Pero sí que mis pilares principales son familia, trabajo y deporte. ¿Cuál será el orden?

lunes, 31 de enero de 2011

La alegría de la huerta

El zoon politikon como lo llamaban los griegos cumple ya milenios, y aunque como en todas las artes ha evolucionado, permanece como el primer día el ánimo de convencer a los demás de los argumentos propios. Es intención muy lícita y loable y para la que se han desarrollado desde tiempos inmemoriales muchas y variadas técnicas.

Algunas con mayor fortuna que otras.






Desde el carril bici, informó corriendoeneljuancarlos.blogspot.com

domingo, 30 de enero de 2011

Recuerda que eres mortal


Le decía el esclavo que portaba los laureles al general de turno en el desfile de la victoria cuando cruzaba Roma.

Así me dice mi rodilla después de una semana completa de entrenamiento. He ido poco a poco, un 10% más de tiempo de ejercicio que la anterior, pero hay algo ahí que no está bien. Vuelven los problemas de diciembre, de nuevo los chasquidos. En tres semanas cita con el traumatólogo, que será el paso previo para una resonancia que me saque de dudas.

Mi menisco se resiente de una lesión de esquí, de cuando era tan estúpido que pensaba que podía recuperarme de cualquier cosa. Que pena que no corriera por aquella época, entonces habría conocido un poco más de mi cuerpo y me habría cuidado. Después de varios años de patada hacia adelante, quizás haya llegado el temido momento de pasar por un quirófano. No hay mal que por bien no venga, si hasta podré volver a ponerme en cuclillas...

sábado, 29 de enero de 2011

Sublime

Al final encontré un rato para salir a correr, después de la siesta. Siguiendo el plan, sin pretensiones. El mal tiempo ha ahuyentado a la mayoría de la gente de mi pecera particular, el JC1. Mejor. Troto sin mirar el reloj, aunque de vez en cuando oigo pitar un kilómetro. Da igual. Sólo quiero meter volumen, nada más.

Silencio, hasta de repente, una gaita. Será el tipo que practicaba en el aparcamiento de los patinadores, que ha considerado que puede tocar dentro del parque. Por mí perfecto. El sonido llega a mi cristalino, porque está tocando en un altozano. Alucino. Corro y escucho la gaita. Por un momento pienso en dar un rodeo para darle las gracias. Por procurarme ese bálsamo. Ese ánimo. Esa imagen para no olvidar.

Cuando termino miro el reloj. 11kms a 4:33. Debe ser cierto que el cuerpo tiene memoria. Para sorprendernos.

viernes, 28 de enero de 2011

Pataleta urbana

¿Alguien tiene un personaje favorito? Sea bienvenido al tablón del pataleo.

¡Mamás apresuradas! Educad a vuestros retoños en comportamiento cívico pitando al ciclista para que se aparte de su carril, para al segundo siguiente adelantarlo a la distancia suficiente para ver sus pupilas dilatadas de puro miedo. Haced luego algún chiste sobre las ridículas teorías del cambio climático y cantad la canción de Ilegales "soy un macarra, soy un hortera, voy a toda osxxx por la carretera".

¡Enamorados! No os limitéis a pasear cogidos de la mano por el carril bici. Extended los brazos y jugad a cadeneta, os divertiréis más y dejareis menos sitio para pasar.

¡Conductores demenciados! ¿Por qué limitarse a acelerar cuando un ciclista se aproxima o está encima del paso de cebra? Esperad un poco más y abrid la puerta cuando esté en medio, seguro que su expresión es hilarante. Luego tararead la nana que os enseñaron vuestros papás: "soy un macarra..."

¡Alcaldes de Madrid! No despilfarréis el dinero de los contribuyentes en faraónicas obras pseudoecológicas. Es más barato contratar guardias y desarrollar programas de educación vial, a lo mejor en 30 años nos parecemos a nuestros vecinos de Europa.




jueves, 27 de enero de 2011

With Gusto

Sin mucha ambición he retomado mis entrenamientos coincidiendo con esta semana de frío y mal tiempo, pero al menos disfrutando con las endorfinas corriendo de nuevo por mis venas. Un par de rodajes a ritmos tranquilos, para acostumbrar de nuevo las piernas a los kilómetros y al impacto de muchas zancadas con la ayuda del entusiasmo de un grupo de corredores recién abducidos, buena compañía para salidas con charla y ritmos adecuados para volver a empezar.

El domingo pasado, con unos disuasorios cuatro bajo cero, en lugar de colgar la bici traicioné a mis principios y bajé a la estática con un par de revistas, sin nada previsto. Una resistencia floja, y a meter cadencia entre 90 y 100 pedaladas hasta dar la vuelta a los 99 minutos del marcador. Después de mas de un mes sin coger la flaca, no me apetece hacerlo sin un mínimo de preparación.

Y lo más agradecido de todo, nadar. No sé si por haber sido la actividad que he mantenido casi regularmente o por requerir tanta técnica, he sentido de nuevo la agradable sensación de deslizarme por el agua durante largo rato, sin el cansancio que me acompaña corriendo. He leído que al cabo de tres semanas sin entrenar el nivel de VO2 máximo se reduce en más de un 10%, y debe ser eso lo que noto.

También me he despedido de mi nuevo amigo el ganglión, también apelado con el poético nombre Quiste de Baker, que ha desaparecido tan discreto como vino, eso que el radiólogo lo midió y tenía 26 mms de diámetro, menudo el alien que pillé en la carrera Proniño. Ya sólo falta que el mes que viene el traumatólogo me diga que mi menisco está bien y seré un hombre feliz.

Poco a poco, y lo mejor, with gusto.






sábado, 22 de enero de 2011

21 días

Si tuviera que dar un consejo sería: no te pongas unos parches Compeed. Puede que te vayan bien para los pequeños rozamientos en tus zapatos de tacón, pero si son unas heridas de una carrera de la que no quisiste retirar porque tu pundonor no te lo permitía, mal asunto. No sirven. El primer día van bien, pero después empiezan a tomar un extraño color debajo de su blanco que no da buena espina. Tampoco acompaña el olor. O sea, que a lo clásico, desinfectante y tirita para poder ponerse los zapatos, y si no al aire.

Por lo que he escrito está claro que he pasado muchos días con unas ampollas elevadas a la categoría de heridas. En concreto tres semanas. He corrido varios maratones y muchas carreras, y nunca había pasado por nada igual. Uñas negras, rozaduras, ampollas... Nada hasta esto. No sabía lo que era tener que tirar los calcetines por la sangre que los cubría. Y recordarlo a cada paso que daba con unos zapatos, apretando justo sobre la herida.

Al cabo de tres semanas ya no necesito tiritas. Ya no salen fluidos al quitar las vendas. Esta mañana me animé a correr 12 kilómetros, para terminar completamente desfondado. Sin ganas, sin control, pero disfrutando la vuelta. El hielo cubriendo la superficie de los estanques del Juan Carlos. Si hasta me sangraba la nariz al terminar, del esfuerzo. Pero un paso sigue a otro, y el anterior es indispensable. Y con la ventaja de que no estoy obligado a padecer las sesiones de calidad. Menuda despedida de 2010...

domingo, 16 de enero de 2011

El Hombre Deshabitado

El hábito es imprescindible para conseguir culminar con éxito tareas personales de larga duración, una vez definida una planificación. El hábito es también un refugio, la tranquilidad que protege de la agitación de la vida moderna en la gran ciudad.

Es difícil adquirir un hábito de estudio, de trabajo, de deporte. Y fácil perderlo. Salvo cuando son malos hábitos, donde la situación se invierte: fácil entrar, difícil.

La lesión de rodilla, las ampollas que no se curan, problemas logísticos, reuniones, comidas y viajes de trabajo,... Pasan las semanas y no termino de remontar. Lo peor, cuanto menos se hace, menos se quiere. Se pierde la rutina y poco a poco desaparece la voluntad, el sentido de lo que se hace. Me apena un poco no disfrutar del vaso por desear la botella. Desdeñar una salida porque las siguientes tarden en llegar.

Necesito una receta para la crisis de motivación. Un plan que sobreviva donde no es posible planificar. ¿Recuperaré mi tiempo? ¿Podré completar algún triatlón de larga distancia alguna vez? ¿Correré algún maratón de nuevo?

domingo, 9 de enero de 2011

Reinventando a Fernando

Ahora entiendo lo del talón de Aquiles. Pobre tipo, cómo debió dolerle el flechazo, si yo con una ampolla en cada talón llevo más de una semana en el dique húmedo. Aunque al menos he nadado, después de 10 dias sigo con el contador a cero en la carrera a pie, lo que hacen ya tres semanas sin entrenamiento regular.

Correr es muy ingrato. En cuanto pasan unos días sin entrenar, la forma empieza a resentirse, el cuerpo empieza a habituarse a la vida sedentaria y la mente se va acomodando, con una mezcla de depresión y de pereza inquietante. Depresión por carencia del hábito (¿Adicción a las endorfinas?), pereza para volver a los niveles anteriores. Todo ello con la imposibilidad física de caminar sin dolor por las heridas.

Para salir de este círculo vicioso, he tomado varias decisiones y hacer borrón y cuenta nueva. La primera, desapuntarme del Duathlon de Rivas del mes que viene, para el que no estoy preparado ni voy a estarlo en breve. Fuera presión. Después, algo para engañar a la mente como preparar una nueva hoja de cálculo para llevar mis registros de 2011. Además, un plan práctico de planificación de cuatro semanas para estos casos, casi desde cero.

Y finalmente, un paso adelante. Hoy me lancé al JCI sin reloj, ni prisa, a trotar lo que el cuerpo me pidiera, con mesura. Al cabo de seis kilómetros mis talones me mandaron para chiqueros, dolorido pero con la sensación de haber hecho lo correcto.

Una vez más, I will be back...

lunes, 3 de enero de 2011

Resumen 2010

Empleando un término taurino, estoy para el arrastre. Camino como el cruce de Robocop y el robot del mago de Oz, con una ampolla abierta tamaño 2 euros en cada talón, justo a la altura del contrafuerte del zapato. Cada paso es un suspiro, y qué duros son los zapatos de vestir… voy a intentar venir con pantuflas al trabajo, de esas de cuadros, a ver que tal. Ni en todos los maratones que he corrido he sufrido nada similar, ni durante ni después. Aunque si hubiera sido durante no hubiera terminado, qué dolor.

Menos mal que el triatlón son tres deportes y ahora puedo practicar monoatlón acuático, para que la moral no decaiga por este obligado parón. Si se llama no decaer a la paliza que me ha dado este mediodía en mi calle una muchacha con sus volteos perfectos y elegante brazada.

Para contentarme, como todos los comienzos de año dejo constancia en mi bitácora de un resumen con algunas estadísticas de mis entrenamientos en 2010:

- 1500 kms de carrera a pie

- 2600 kms en bicicleta (no cuento unos 300 para ir al trabajo)

- 200 kms a nado

- 12 días y 8 horas de caña, de media 6 horas semanales

- 4 días y medio corriendo, de los cuales el 75% fueron rodajes de media 4:42 y el resto calidad a 3:38.

- 5 carreras de 10 mil metros o similares

- 1 media maratón

- 1 duatlón largo

- 2 triatlones olímpicos (uno no finalizado por pinchazo)

- 1 triatlón sprint

- 1 travesía

¡Cómo van sumando todos los pocos de los entrenamientos! Ahora esas cifras se me hacen mucho, y aunque rendimientos pasados no implican rentabilidades futuras, de todas ellas hay una que puedo extrapolar a futuro: con mi estructura y condicionantes vitales, mi límite de entrenamiento se encuentra en torno a las 6 horas por semana. Lo que me limita a triatlones “cortos”. Pueden estar tranquilos los ironmanes, pero… ¿y los medio ironmanes…?