Lo que te digo, que voy a terminar cambiando el tema del blog. ¿Qué voy a contar, que llevo sin coger la bici varias semanas, entre pitos y flautas? ¿Que hoy hacía una semana que no me calzaba las zapas? ¿Que he empezado el curso de natación y estoy pensando en borrarme, porque no me aporta nada nuevo?
Pues no, hombre, tendré que escribir de que como celebración de mis 40 otoños pasamos el puente en Praga libando Pilsner Urquell (oh, qué gran cerveza) y turistando (oh, qué bonita ciudad). Porque no todos los días se abandona la juventud y se entra en la crisis de los susodichos (oh, qué bonito mito). De ésta última me libro por ser triatleta, en lugar de querer comprarme un deportivo o un tronkomóvil toterreno lo que desearía es una carbono.
De Praga no puedo contar nada que no esté en la wikipedia, pero sí me sorprendió que el hotel donde nos alojábamos ofrecía salidas futineras de media hora para recorrer la ciudad. Qué majos, ¿no? Pena que yo fui con el kit cervecero y no llevé las zapatillas... malditas compañías low cost y sus restricciones de equipaje.
Pero por seguir el hilo temático, he terminado los libros de montañismo de Krakauer (Into Thin Air) y Vistuers (K2, etc) con bastantes imágenes grabadas en mi cerebro. Durante años he sido un adicto a la segunda y primera guerras mundiales, tanto libros como películas, y además de pura historia he devorado decenas de libros de memorias. Y encuentro muchos paralelismos entre las vivencias y sufrimientos de los 8 mileros y los combatientes.
Por mencionar uno de los mayores, la aceptación de la muerte y la resignación ante ella. Porque uno puede ser el próximo.
Pero la diferencia es que uno va la guerra obligado y a la montaña, pagando.
Ahora he empezado el nuevo de Ken Follet, La Caída de los Gigantes, que al parecer es una trilogía, donde se entrelazan las vidas de varias familias a principios del turbulento siglo XX. Y como el anterior Pilares de la Tierra... peligro, MUY adictivo.
Ah, hoy tenía prisa y corrí 6 kilómetros en 25 minutos pelados y me he apuntado a la carrera de Telefónica en un par de semanas y bla bla bla.
Interesante lo de las salidas futineras del hotel, la primera vez que lo oigo.
ResponderEliminarParece que además de nombre compartimos quinta. Se aceptan gustosamente tus recomendaciones literarias. Tienen buena pinta los libros montañeros.
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