jueves, 24 de diciembre de 2009

Feliz Navidad!

Ultimamente no me prodigo mucho, ni en lo deportivo ni en la prosa, pero no quería dejar pasar la ocasión para desearos unas felices fiestas a los que os asomáis por esta página. Prometo volver a escribir más...

jueves, 26 de noviembre de 2009

Lloviendo en el Juan Carlos

Llegan las primeras lluvias del otoño anunciando cambio en el equipamiento. Toca dar la vuelta al armario para sacar a primera línea la ropa de abrigo. Me preguntaba mi amiga la patinadora qué se pone uno cuando hace frío. Pues bien, ahí va el consejo, de mi experiencia.

Primera capa, una camiseta técnica, bien pegadita al cuerpo, que puede ser la misma de manga corta que usas en verano o de manga larga cuando hace más frío. O las dos, si realmente tienes frío o no hay viento o lluvia para pasar a la siguente capa.

Segunda o tercera capa, chubasquero o cortavientos. No hay mucha distinción entre uno y otro, porque al final todos terminan calando, y lo importante es que sea ligero y no deje pasar el viento. Cuanto más grueso, más abrigado, pero más pesado e incómodo (salvo que sea un material de primera calidad, pero con dinero todo se compra). Lo normal es que cuando empieces a correr te sobre ropa, tampoco hace falta ponerse una chaqueta de ciclismo o de esquí encima.

La mallas para las piernas quitan mucha sensación de frío y humedad, y si son buenas podrás ver cómo expulsan las gotitas de agua pulverizada al exterior. A mí me gustan o largas o cortas, pero no piratas.

Otros de mis accesorios favoritos para la lluvia son una gorra de material técnico, gore tex o por el estilo, ¡importante!, porque quita el agua de la cara y te da sensación de protección por menos de 10 euros, y unos guantes, finitos sirven, yo llevo unos de seda de Decathlon (6 euros) y suficiente.

Si no llueve y como yo no pasas frío en la cabeza como para llevar la gorra, con una banda para las orejas de las de esquí suficiente. A mí se me ha llegado a congelar el pelo en la nuca y no enterarme hasta lavarme la cabeza en la ducha (Río Pisuerga, noviembre de 2007, -9º).

Sobre el calzado... digamos que como no vamos a comprarnos unas zapatillas supertécnicas para la lluvia, evita los charcos y ponlas a secar cuando llegues a casa. Suelen aguantar mucho, salvo que metas el pie hasta el tobillo con 2º y tengas que volverte a casa zumbando, como me pasó a mí. Yo no creo en los calcetines técnicos.

Vistiendo con capas puedes ir aprovechando todo el material y utilizarlo durante todo el año. ¡Que aproveche! Correr bajo el chirimiri es una de las sensaciones más gratificantes que puedes obtener de la carrera a pie.

Otro día comento sobre el equipamiento de lluvia y frío para la bici, que aún no lo tengo ni completo ni claro y no termino de dar con ello.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Madrid No Corre

Me he sentido hasta aliviado con la decisión de no competir este fin de semana, me gusta hacer las cosas bien y no estaba cómodo con acudir a la carrera en estas condiciones. Si ya iba justo de entrenamiento, después de estos dos días encamado y a dieta el déficit es notable, porque este primaveral mediodía de otoño (una marquesina marcaba 30º) salí a rodar y al cabo de media hora he tenido que volverme a chiqueros, sin fuelle, vacío y con molestias.

 

Yo no puedo ir en plan tranquilo a una carrera. Para echar la mañana del domingo en un rodaje fuerte, invertiré en una salida larga de bicicleta para volver a poner a punto mi resistencia aeróbica. Y el sábado homenaje al cuerpecín, visita al fisio y al Decathlon.

 

I’ll be back.

 

 

martes, 17 de noviembre de 2009

Parón

Con mal pie ha empezado esta semana. Finalmente he sucumbido al ataque de los virus, porque parece que todo el mundo anda enfermo, y ayer lo he dedicado a hacer series de 5 metros entre la cama y el baño, con descanso de una hora.

Me apena que este domingo es la carrera de Madrid Corre, alias la Ferpecta 2, y no voy a estar en condiciones de competir. Supongo que de esta tardaré varias semanas en recuperar la forma. De momento, sigo en casa sin ni siquiera ir al laburo.

Como tengo mucho tiempo de cama, estoy leyendo un libro entretenido, Azincourt, una novela histórica ambientada en esa batalla, que supuso una transición entre la guerra medieval y la moderna, con los arqueros ingleses de las clases bajas exterminando la flor y nata de la caballería pesada francesa, extraída de la nobleza. Sobre este evento, si alguien no ha visto Enrique IV, basada en la obra de Saquespeare, también se la recomiendo. Papelón de Kenneth Branagh, aunque no esperéis acción porque es casi como una obra de teatro.

También he leído por primera y última vez la revista Finisher, dedicada al triatlón. Me he dado cuenta de que hay un nicho de mercado, pues la calidad y entretenimiento del Runner´s da mil vueltas a esta aburrida revista. Qué pena, porque es un deporte en auge y los especiales que Sport Life dedica anualmente al triatlón son muy útiles.

El ejemplar de este mes consiste en una crónica de varios duatlones y triatlones que llena casi toda la revista, cuyo hilo narrativo es "fulanito salió del agua con 15'' sobre menganito", sin saber ni en cuanto ni cómo, con consejos tan válidos como "ten las cosas claras", "busca los consejos que te dimos en meses pasados sobre los pilares del entrenamiento", una revisión de material de una bicicleta de 12 mil euros... por un precio de casi 4 euros. La próxima vez por ese dinero me compro el FHM y por lo menos le doy un gusto a la retina.

Acuatlón de andar por casa

La mañana del domingo se levantó lluviosa en Valladolid. Todas las calles estaban mojadas, y el cielo cubierto de nubes negras amenazando más agua. Y a por agua madrugaba yo, porque después de haberme quedado sin salida ciclista por temas que no vienen al cuento me apetecía una larga sesión de ejercicio, para lo que decidí combinar piscina y carrera.

Por eso, antes de las 9 me zambullía en las tranquilas y transparentes aguas de la piscina de Huerta del Rey, recién remozada, en compañía de un par de vejetes que hacían remadas de espaldas en calles lejanas. Me calcé mi nuevo par de aletas, y durante una hora estuve machacando técnica, tanto de patada como de brazos, porque se supone que para eso sirve este accesorio, para interiorizar la patada desde la cadera y poder centrarse en la mitad superior del torso.

Muy agradable la sesión, esta piscina tiene todo un lateral de cristal por el que entraban los brillantes rayos de luz otoñal que se colaban entre las nubes, la sensación era casi de nadar en soledad en un lago, porque cuando me disponía a terminar me di cuenta que no había nadie más en la piscina. Creo que repetiré horario pues fue muy agradable.

Rápidamente, dejé los bártulos en el coche y salí corriendo hacia el margen del río Pisuerga. El primer kilómetro fue extraño, me notaba como un geiperman braceando abotargado, como a cámara lenta, una sensación distinta a la de las piernas fallando después de la bicicleta. No era consciente de esa lentitud hasta que el garmin pitó en 5:12. Sin embargo, los siguientes mil metros ya los estaba rodando a 4:11, para completar un 9 mil en cuarenta minutos raspados.

Y con la excusa de que aún estaba a tiempo de mojarme, de vuelta para el coche y a empezar la vida normal, como dicen los médicos.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Aranjuez

Sólo quería comentar brevemente que el lunes se abrieron las inscripciones para la carrera de Aranjuez, y por tercer año consecutivo me he apuntado. Es una carrera muy recomendable, en un entorno agradable, un público amable y un recorrido de inclinación estable. No han nada malo desdeñable que de esta prueba yo hable, y ya vale de decir chorradas. Disculpad que se me vaya la pinza, pero a estas horas después de un día delante del ordenador es muy probable... ya ya paro. A veces pienso que debería haber concursos de escritura rápida como los hay de pintura, es todo un ejercicio mental no meter mucho la pata en un texto escrito en 5 minutos.

Pues eso, ojo con los dorsales de Aranjuez que vuelan.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Interludio

La semana transcurre apacible, calma como la llegada del otoño y de lo que definitivamente parece el tiempo propio de esta estación, para que yo me recupere de la paliza de la carrera del domingo. Si las agujetas son micro roturas, las moléculas de agua son micro tiritas, y la piscina del lunes y de hoy me han dejado casi como nuevo. Muy recomendable. Por cierto, hoy hemos nadado con aletas toda la sesión, que además de transmitirte una suave sensación de velocidad te permiten concentrarte en la técnica, tan importante en este deporte como dominar un buen swing o un revés.

Entre medias de las sesiones de agua ayer forcé un rodaje rápido, más de 12 kilómetros en 55 minutos (de nuevo entrenamiento de umbral), para no dejar al cuerpecín que se relaje y obligarlo a recuperar de cara al jueves: siguiendo la estela de la sucursal del Retiro, tocan 30 series de 100 metros para dar la chispa necesaria para los 10 miles. Se admiten voluntarios para sobrellevar ese cáliz.

Ya está decidida la próxima. Este año por exigencias del guión no estoy en Canillejas, pero el día 22 correré lo que fue la efímera Carrera Perfecta (creo que el horno de Nissan no está para bollos), que este año tiene un rebuscado nombre como Madrid Corre Por Madrid o algo así (www.madridcorrepormadrid.org). El recorrido es el mismo, y como fue la primera ocasión en la que bajé de 40 minutos en esta distancia espero que me sea favorable de nuevo, pese a que recuerdo con horror la cuesta de los Libreros y Alfonso XII y un estúpido giro de 180º. Repasaré el post del año pasado por si encuentro algo útil entre tantas zarandajas que escribo, y a los compis del Retiro que me leéis, espero veros allí (aunque sea la espalda).

 

 

domingo, 1 de noviembre de 2009

Carrera Popular BBVA: Yes we can

Me encanta que los planes salgan bien, decía Aníbal Smith. Como a mí.

Mejora la última edición del BBVA, resolviendo bien el problema de llevar simultáneamente a meta dos carreras de distinto metraje, desdoblándolas y separando los corredores a la llegada. Nada de eslálom entre caminantes solidarios, como el año pasado.

También se ha arreglado el recorrido, los subibajas anteriores se han convertido en cuestas asequibles con una tendencia general al descenso, que permite recuperar fuerzas en las bajadas que seguían a cada subida.

Estos cambios de ritmo me favorecen, otra vez he podido comprobar la eficiencia de acortar la zancada en las subidas y alargarla en las bajadas, incrementando levemente la frecuencia subiendo y reduciéndola bajando. Es conveniente controlar el ritmo en las cuestas, si no apretamos un poco hacia arriba se nos van los segundos y si lo hacemos cuesta abajo se nos van las fuerzas y no recuperamos. Probadlo y veréis como el "pin pin" de la subida deja atrás a más de uno, especialmente divertido cuando te acaba de pasar a toda mecha cuesta abajo y se engancha con el cambio de piñón.

Por otra parte, estoy satisfecho porque el entrenamiento que había planificado para esta carrera ha funcionado. Con menos de 40 kilómetros y sólo 3 sesiones semanales he bajado de 39 minutos, 38:55 según el tiempo neto de mi reloj. Primer avance por sms, 85 en la general y 37 en mi categoría.

Estas escasas sesiones, incluidas las transiciones de la bici, las he dedicado a la calidad, las últimas semanas han consistido en rodajes de umbral anaeróbico de 6-8 kms (unas 168 pulsaciones en mi caso) y series cortas de 300 ó 400 metros. Ya he abandonado del repertorio los rodajes suaves, porque su finalidad es el entrenamiento aeróbico y me los convalidan las sesiones de ciclismo de 3 horas o de natación de una hora, a pulsaciones mucho más bajas.

Por cierto, ahora he entendido la importancia de las gomas o trabajo excéntrico para los runners. Al pedalear con calas, se ejercita la parte posterior del muslo más que en la carrera a pie, y pese a que mis músculos no tienden a hipertrofiar, he notado un aumento de volumen apreciable en esa zona. Esto me da la potencia necesaria en las subidas para dejar atrás a los que corren con sus cuádriceps, y me ahorra sesiones de cuestas y gomas.

Y poco más que comentar de una carrera que se ha convertido este año en una de las más recomendables del candelabro de otoño (recorrido, precio, bolsa, finalidad, organización, fecha, información por mail/sms...). Por decir algo en contra, para poner 4 camillas de masajes y otros tantos autobuses para 7 mil dorsales mejor no lo hagas, es como si no existieran y uno se decepciona por el servicio. También me ha chocado la medición, he pasado por meta mirando el crono oficial (y esprintando para bajar mi tiempo bruto de 39 minutos), para descubrir incrédulo en un sms que la señal del tapiz al ordenador se demora varios segundos.

viernes, 30 de octubre de 2009

Descanso centroeuropeo

 

Me gusta ser constante en la rutina de entrenamiento, porque siempre hay eventos incontrolables, familiares, sociales o laborales que ocasionan cambios o interrupciones en la planificación. Lo ideal es que los aficionados intentemos acoplar estas pausas obligadas a la recuperación. No hay mejora sin descanso, y no sólo me refiero al sueño nocturno, sino a los días de asueto, ya sean pasivos o activos (de ritmo suave o entrenamiento cruzado), imprescindibles para absorber los estímulos provocados por el entrenamiento y permitir que el cuerpo realice la deseada compensación.

En esta semana previa a la Carrera de BBVA del domingo me ha coincidido un viaje de trabajo, muy oportuno porque me ha permitido reducir volumen de cara a la competición y descansar después de 10 días seguidos de entrenamiento (que nadie se asuste, practicar tres deportes no se hace tan duro como solamente correr). Puntualizo, bajar volumen, porque por lo que he leído es conveniente mantener la intensidad la semana/s previa/s a la carrera.

Para poner en práctica esa máxima, planifiqué una transición para el lunes y unas series cortas para el jueves. El lunes, para terror de los paseantes con perros sueltos, pedaleé media hora por el JC1 a unos 22 kph, y aparcándola allí mismo seguí otra media corriendo, a un ritmo exigente de 4:19. Buenas sensaciones, ya he comentado que cada vez que bajo del sillín me siento con ganas de correr recio. Y el jueves, después de 6 kms de rodaje me forcé a hacer 10 series de 400 en la arboleda que linda con el lago en la parte sur del parque, a una media de 1’27, o sea 3:38, descansando 1’15. Bastante menos de lo que me gustaría llevar en la carrera del domingo, o sea bien. Me pica la curiosidad por el resultado del domingo, ahora que ya llevo un entrenamiento completamente triatlético.

Y el resto de la semana, descanso, gracias a un imprevisto e interesante viaje a Luxemburgo, en el que no he podido ver nada más que el aeropuerto, recorrer por la noche las autopistas casi vacías que rodean la ciudad y sentirme como Bill Murray en Lost in Translation, contemplando impotente como los taxistas plantan sin ningún pudor sus grandes Mercedes a 180 kph. Eso sí, rodeado por un dejavú de sofisticación, hasta tuve el placer de degustar un tinto sudafricano muy ensalzado por mis anfitriones, que a mí me recordaba las manifestaciones de Pretoria porque su sabor era de humo de neumático.  ¡Viva la Ribera del Duero!

 

martes, 20 de octubre de 2009

Corriendo bajo la Lluvia

La lluvia apareció poco antes del mediodía, sorprendiéndome en el trabajo sin haber traído chubasquero. Vaya, no tengo más remedio que quedarme, buscaré un grupo de compañeros para almorzar tranquilamente, y ponerme al día de los últimos cotilleos de la empresa, y de paso avanzar con esos flecos de trabajo, y también debatir un poco sobre lo divino y lo humano, y… y una mierda.

No puede ser muy mala el agua si donde hay agua hay vida, o eso opinan los astrobiólogos. O sea, que encima de la bici y caminito del JC1, que se acerca el 10 mil del 1 de noviembre, la carrera del BBVA, y hay que hacer los deberes. Gran pereza, pardiez, para zumbarle a la calidad en un día tan gris, pero me inspiro en mis compis del Retiro, que aunque llueva hoy no fallarán, y el que lo haga sin un motivo serio será objeto de las burlas del resto, que lo calificarán como azucarillo o algún otro elemento hidrosoluble.

Por eso, solo pero en compañía distante, en el día de hoy he vencido y desarmado 7 miles 7, descansando un minuto, sobre tierra y bajo agua, a 3’53 de media. El último, con muy buen augurio, ya que un enorme cisne ha despegado del lago por mi derecha, batiendo sus alas con un fuerte sonido que me recordaba a un zapateado persiguiéndome.

Y como siempre que corro bajo la lluvia, vuelvo al trabajo lleno de paz.

 

domingo, 18 de octubre de 2009

La serpiente multicolor

Siempre me han cargado los términos acuñados por periodistas deportivos, que sin quitar mérito a su ingenio se repiten una y otra vez hasta estomagar. Y nunca me ha gustado ver deportes en televisión, ni tampoco las grandes pruebas ciclistas. Y hoy he podido formar parte de una culebra multicolor de esas, porque he quedado para entrenar con una docena de ciclistas de un club de triatlón.

Han sido 91 kilómetros a una media de 30 por hora, más lejos y más rápido de lo que había conseguido en solitario. Porque en un día muy ventoso, he podido experimentar las bondades de rodar a rueda, de colocarse en abanico, de estar arropado por el grupo, de que alguien te recoja cuando te descuelgas y tire de ti para llevarte al abrigaño del pelotón.

Me ha gustado la experiencia, para mi ha sido una pequeña victoria terminar, con bastante esfuerzo por mi parte pero mucha diversión. Lo que más me ha impactado cuando rodábamos en grupo compacto ha sido el zumbar de todas las cadenas, como un enjambre de insectos furiosos, un concierto melodioso de platos grandes, Carmina Burana a todo trapo mientras los ciclistas cargan contra el viento...

Quizás habemus club pronto...

viernes, 16 de octubre de 2009

Ben Hur, ven

Si alguna vez he deseado tener unas ruedas en la bicicleta como las del malo de la carrera de cuadrigas en Ben Hur, ha sido hoy. En un tramo estrecho del Ano Pequeño Ciclista, un anciano paseaba sobre la línea virtual que separa pies de ruedas, pero su perrucho correteaba tan insensato como el amo por todo el carril bici arriba y abajo. He tenido que esquivarlo, porque ha decidido tumbarse a chupetearse sus partes en todo el medio, y podría haber intentado pasar sobre su cola de no tener que llamar la atención al veterano fulano.

Podía haber usado otras palabras pero no he querido alterar lo mínimo mi humor: “Caballero, su perro puede ocasionar un accidente”, ha sido mi acción educativa del día, muy gallarda por la mínima esperanza en su efectividad para modificar el comportamiento de un septagenario. Pienso muchas veces en el libro de Pensamiento Negativo, de Risto Mejide, que si bien no conseguí terminar me quedé con varias máximas interesantes, como la que en los tiempos que corren es casi imposible hacer ver a nadie un comportamiento erróneo o egoísta, porque se nos llena la boca con grandes términos que todos pensamos que apoyamos, democracia, tolerancia, solidaridad… pero que nadie nos toque un pelo de nuestra libertad para hacer lo que nos de la gana, aun a costa de la de los demás.

Y hablando sobre ese libro, en determinado momento el amigo Risto lanza un divertido reto que a mi entender insulta la inteligencia y paciencia de su lector, y es que “estadísticamente el X por ciento de los lectores no pasa de la página Y. Para ahorrarles el resto del libro, lo resumo aquí”. Y yo leo el resumen y obediente pienso “Vale” y cierro el libro para siempre. Pese a esto, libro interesante y que merece la pena conseguir que alguien te lo deje para leerlo (un rato), quizás de pie en algunos grandes almacenes.

Buen finde.

lunes, 12 de octubre de 2009

Gummyman

El sábado fue el ironman de Hawaii, que es la prueba originaria del Triatlón. Discutiendo unos militares americanos sobre si era más duro cruzar la bahía, recorrer la isla en bicicleta o correr un maratón, surgió la idea de un coronel de llevar a cabo las tres actividades seguidas y el que ganase sería el Ironman, y de esta salomónica idea nación este deporte.

Estuve siguiendo un rato la prueba, por supuesto en internet, en la página oficial, porque el último pedo de un futbolista nos lo meten hasta en los telediarios pero otros deportes no existen, aunque un español, Eneko Llanos quedase el segundo el año pasado y tuviera opciones de victoria (finalmente tuvo que retirarse) y una española, Virginia Berasategui quedase tercera en 2009.

Por cierto, sentí vergüenza ajena cuando uno de los comentaristas de la retransmisión, al referirse a Eneko, dijo "ándele ándele" y "mucho deprisa". Sentí verguenza ajena ante tamaña ignorancia idiomática y hasta pena por cualquier vasco que lo hubiera estado escuchando, alienado de repente en el grupo de hispanics que dicen los gringos. Me dolió hasta la onomástica.

A cambio, fue emocionante la llegada en torno a las 14 horas: casi seguidos, entraron tres personas de 70, 63 y 20 años, antes de varios cachitas. Los deportes de resistencia son así, no conocen físicos musculados sino adaptados.

No llegan a los 3,8 kms de un ironman, pero yo el viernes tenía en mente batir alguna de mis marcas en piscina, y ya que en clase hacemos series la elegida fue la distancia, 3 kilómetros en 1:13.

Esta mañana he probado a hacer el recorrido a Soto desde la Academia de Policía, un punto de reunión y partida de mucha gente para hacer el recorrido. Ventajas, no hay semáforos ni cruces y directamente estás on the road, sin peligros ni paradas. Desventajas, que todo lo que tardas en montar y desmontar la bici es tiempo que podrías estar dándole al pedal. Os dejo el enlace por si a alguno le sirve para encontrar la salida.

jueves, 8 de octubre de 2009

Mi Onomástica

Me llena de orgullo y satisfacción compartir esta fecha tan señalada con todos (levanto el antebrazo y hago giros de 90º con la muñeca), puesto que el 9 de octubre es mi cumpleaños. Por curiosidad he consultado los nacidos este día, y salvo John Lennon y Alfred Dreyfus, me parece que el resto van a dejar tan poca huella en la historia como yo (lo siento Guillermo del Toro o Jacques Tati...).

Pero como me siento fuerte y éste es "mayormente" mi blog de deportes, creo que voy a darme un poco de cañita para festejar que mi cuerpecín tiene un año más, por el hecho de despistar a los radicales libres y demás factores de envejecimiento.

Por eso, hoy rehuí toda compañía que me obligase socialmente a series de distancias extrañas en recorridos espúreos, u oregones de otra dimensión desconocida, para marcarme en la recta del lago del JCI, como mis compañeros del Retiro, en un universo paralelo y con un día de desfase, 20 señores 300 de un minuto y un segundo cada uno, con su descansito entre medias y todo. Arrgg, ahíto y satisfecho he quedado con un entrenamiento muy apropiado para los 10 miles que se avecinan.

Y mañana, intentaré batir alguna de mis marcas en piscina, según humor en distancia larga o en corta.

¡Salud Camaradas!

lunes, 5 de octubre de 2009

Primera transición seria

Por fin se me logró. Desde que me planteé ser un tránsfuga al triatlón, sentía una gran curiosidad por la combinación de bicicleta y carrera, que experimenté por fin el sábado. Después de algo menos de una hora y media pedaleando 37 kilómetros, sin quitarme los culotte-dodotis y solamente cambiando las zapatillas dejé la macchina y me lancé con furia al Juan Carlos, deseoso de sentir las piernas pesadas, desorientadas o de cualquier otro extraño humor para correr.

Pues no, lo que sentí fue sorpresa al mirar el primer kilómetro: 4'15. Tuve que mirarlo dos veces, porque la sensación del ritmo que llevaba era muy distinta a la que noto habitualmente en sólo la carrera a pie. Aunque no me sentía ligero, notaba mis piernas como subiendo en primera, con potencia, ya caliente y centrado. Los seis kilómetros suaves que tenía previstos se convirtieron en ocho, en poco más de 34 minutos, corriendo varios en 4'08. Prácticamente la distancia (37/8) me "convalida" para un triatlón olímpico.

Me pregunto lo que pensarían los corredores del JC1, habitualmente tranquilos, al ver pasar a un poseso con pañales. Si además supieran que no sentía los dedos, por el globerismo de ponerme unos calcetinitos finos en la bici...

Y para exprimir las dos ruedas al máximo el fin de semana, al día siguiente otra subidita a Soto, 85 kilómetros, un poco tocado del día anterior pero con la honrilla de no dejarme adelantar por nadie a la ida (uno a la vuelta) y de rebajar el tiempo del domingo pasado. Total de entrenamiento de la semana: 8 sesiones, 10 horas.

El lunes, la macchina al taller con los cambios desajustados, y el menda caminando como los pistoleros. Lo que no ha hecho el maratón lo hace la bicicleta...

jueves, 1 de octubre de 2009

De vuelta a las buenas costumbres

Ultimamente no estoy dedicando mucho espacio de mi agenda de entrenamiento triatlética a correr, lo que me hace temer que si antes no era malo en un deporte, ahora soy regular en uno y malo en dos.

En piscina sigo mejorando, he bajado mi marca en 500 metros de 12 a 10 minutos en una par de meses, pero me sigue resultando frustrante compartir una calle y que te doblen, y te doblen, y te doblen… menudo boyero. La semana que viene empiezo dos días de clases por semana, y mi primer objetivo es aprender toda la técnica que sea posible: que si meto el dedo así mientras tuerzo el codo asá y aprieto de aquí y la abuela fuma allá. Seguro que para nadar tan rápido hay un movimiento secreto que nadie me ha contado y tengo que averiguar. Algo así como formar parte de una secta iniciática.

Ni que decir tiene que habiendo nacido al ciclismo hace poco tengo muuuucho que mejorar. Pero desde el lunes estoy un poco desasosegado con la bicicleta. Me enteré por un blog de la muerte de un ciclista en el anillo verde el pasado fin de semana, y leyendo sobre la alta tasa de siniestralidad de este deporte estoy sobrecogido, y no dejo de pensar en la delgada línea roja que divide la vida de la muerte. Además, estar leyendo Las Puertas de Fuego (Steven Pressfield) en las que los espartanos se hacen un sitio eterno en la historia despreciando a la muerte no ayuda… ¿acaso los atletas o triatletas o n-atletas no estamos emparentados en el tiempo con los griegos clásicos, al compartir desde hace siglos la agonía del esfuerzo?

Pero esta semana el entrenamiento a pie trajo algo bueno. Sigo dando vueltas cavilando donde meter una tercera sesión de carrera y hasta que lo consiga, los martes y los jueves los trabajo fuerte, habiendo descartado los rodajes por encima de 4:30. Y en esa tesitura me encontraba el martes, trotando a 4:20/km mientras dejaba vagar la mente por los bonitos colores del otoño que empiezan a amarillear con intensidad a lo largo de mi recorrido de tres mil metros, un tanto sorprendido por el número de corredores que estaba encontrando.

Una cara conocida, y familiar, ya que de repente me topo con mi cuñado y otro triatleta, deteniéndose con las zancadas características de terminar una buena trotada. “¿Qué hacéis?“ “Un 4 mil a 3:45. Venga, vamos a hacer otro”. Ufff, y yo que rodaba tranquilo, sin haber enchufado siquiera el Garmin… No lo pienses más, y a ello. Les aguanto un tres mil, y el último kilómetro voy cediendo metros hasta que se me van, cuento 16 segundos desde que se detienen. “¿Cuánto habéis hecho?” “3:40” (como siempre, la mentira del corredor, o el colchoncillo por si no llegamos al tiempo esperado). En todo caso, para mí, 3:45.

Ambos trabajan cerca del parque y este jueves he quedado para unas series de 400. Casi se me saltan las lágrimas, ¿habemus grupo?

 

 

lunes, 28 de septiembre de 2009

Carril bici a Soto - Elevación



Como parece que ha interesado el tema (al menos a Pepemillas, gracias por el comentario), añado un gráfico con el perfil del carril bici hasta Soto del Real. Tened en cuenta que el carril empieza desde el km. 11, hasta entonces es recorrido por el Anillo Verde - Las Tablas - Sanchinarro.



La gráfica está obtenida con el Sporttracks, que extrae de una base de datos online la elevación exacta de cada punto previamente grabado con el GPS del Garmin 405.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Carril bici a Soto del Real

Por fin lo logré, estrené mi bicicleta fuera de la ciudad y llegué hasta Soto del Real sin pinchazos.

Nada más entrar en Sanchinarro, huyendo escaldado del Ano Pequeño Ciclista buscando la salida más rápida al carril a Colmenar, alcancé un ciclista con el maillot de un club, "-¿Vas al carril? ¿Puedo acompañarte?". Muy amable me invita a su lado y me enseña el acceso más rápido y utilizado por los habituales al carril de Colmenar. Lo cuelgo aquí porque me parece más claro que todos los que he encontrado en la web. http://connect.garmin.com/activity/14481980

Para acceder al carril a Colmenar hay que cruzar un túnel, recorrer unos 200 metros por una carretera y posteriormente ir por el arcén de otra en dirección prohibida otros 200. "No te preocupes, los coches que vienen por aquí están acostumbrados, ni nos pitan ni nada". Sigo a mi guía por un camino de arena otros 50 metros, y cruzando una valla abierta, entramos en el carril.

Al comienzo es estrecho, con algunos túneles que recomiendan aminorar el paso y en los que mi anfitrión silba a la entrada. Veo por el camino los coches que aparcan junto a la academia de policía para empezar desde allí el recorrido. "Ojo con el desvío a Alcobendas, puede venir alguien".

A unos 4 kms, el carril se duplica en anchura, y se siente una gran sensación de seguridad, en todo el recorrido hasta el final. Solamente memorizo como puntos conflictivos unas rotondas seguidas, casi llegando a Soto, donde pueden cruzar los coches. Total hasta Soto y vuelta, unos 65 kms.

Buena excursión por mi parte: en 3 horas y cuarto, más tiempo de esfuerzo continuado que en un maratón, he recorrido 85 kilómetros. Mis pulsaciones no han llegado a 165 más que en alguna cuesta pronunciada, y la media han sido unos magros 134 latidos por minuto. Ni siquiera a un trote cochinero las tendría tan bajas.

Y sobre todo, he aprendido mucho de mi espontáneo compañero: he ido observando donde ponía las manos (guau, se puede frenar y cambiar sin agarrar los cuernos del manillar desde abajo), y me ha estado dando toda clase de consejos sobre los cambios, que he ido refrendando viendo los desarrollos que iba colocando en cada tramo.

Me ha gustado mi primera vez. La ligereza de la bicicleta de carreras; la efectividad de la cadencia elevada con un piñón grande para subir una cuesta; el ritmo extra que se imprime al tirar de los pedales hacia arriba con las calas; alcanzar casi 50 kilómetros por hora con mis piernas, sin darlo todo; el pasar mountain bikes como si fueran tortugas (me han chocado los comentarios que me han hecho y he oído, ¡hay rivalidad entre ciclistas de carretera y de btt!).

Ha nacido un globero

Sábado por la mañana, suena el despertador a las 7:30 y el nuevo ciclista se levanta raudo y decidido para preparar su primera salida larga en bicicleta. Destino: Soto del Real. Con el cuidado con el que Rambo preparaba su equipo (para perderlo a las primeras de cambio), dispongo mis botellas de agua e isostar, manguitos, chaleco sobre el maillot, cámara, bomba de aire, montura para colocar el Garmin 405 en el manillar... desayuno y a la carga.

Chan
chan, al son de la cabalgata de las walkirias empiezo el camino, pues en mi nueva bicicleta me siento ágil y rápido como uno de los helicópteros ligeros de Apocalipsis Now, me falta la capa roja y...

... 3 kilómetros y la llanta dando en el suelo. No me creo mi suerte, ¡he pinchado nada más salir! Jejeje, soy un profesional y llevo una cámara de repuesto, amén de la mini bomba que me compré para estas ocasiones. En un pispás lo arreglo y...

... coño qué difícil es poner la cubierta de una rueda de carretera... casi 20 minutos forcejeando con los desmontables y de nuevo a la carretera. De vuelta el sonido de la gloria, y a seguir el recorrido que me he creado en el Garmin para encontrar el carril a Colmenar sin dar vueltas por el anillo del ano. Pero huy, ésta es prohibida. Y ésta. Y aquí no se sale donde pensaba. Y...

... kilómetro 7, la llanta sonando contra el suelo, otra vez. Oh oh. No tengo más cámaras... intentaré hincharla y regresar haciendo paradas, pero... ¡¡no entra nada de aire!! ¿cómo es posible? Insisto con mi minibomba (cuesta un huevo dar aire con ella) y... parto la válvula. Pero seré capullo. La cambio por la anterior, y veo que la había mordido con los desmontables, por eso no entraba ni un soplido. Joder qué globero. Intento hincharla y... parto la válvula. ¡Joder qué super globero!

¿Y ahora qué hago?... echo a andar hacia el carril bici, desconcertado sin saber muy bien que hacer, sin móvil ni dinero (qué previsor), caminando como un pato con las calas... y ¡un taxi como una furgoneta de grande! "-¿Me lleva a casa con la bici, le pago allí?". Por supuesto, risas con la historia, recorrido de 10 kilómetros en hora y cuarto, y llegada con el rabo entre las piernas (metafórico). No mandé a mis barcos a luchar contra las tempestades...

P.D.: En casa intento arreglar el pinchazo. Dos cámaras vuelven a sufrir mi torpeza con los desmontables. 5 parches después, lo he conseguido. Ha nacido un globero.

martes, 22 de septiembre de 2009

Un triatleta y su bicicleta


Y esta es la presentación oficial de mi espada. Por fin, ayer casi a la media noche pude subirme por primera vez en mi vida a una bicicleta de carreras, y como un niño dar vueltas alrededor de mi garaje.

Este mediodía decidí cambiar toda la rutina para ir a estrenarla por el carril vieja. Hasta me notaba nervioso: ¿me gustaría? ¿me caería con las calas?

Ambas cosas. En los 20 kilómetros que he recorrido por el Anillo Ciclista en una hora me he caído en cuatro semáforos (ojo, que como una araña he abierto brazos y pies y la espada no ha llegado a tocar el suelo pero mi ego sí), he superado en media docena de ocasiones los 40 km/h, y he dado vueltas y vueltas por todos los pasos de cebra y semáforos del carril ginkana.

La conclusión, que tengo mucho que aprender, a utilizar los cambios, a acostumbrarme a la postura, a las fijaciones, a llevar un pedaleo redondo con alta cadencia. También tengo que hacerme a ejercitar una zona de pulsaciones bajas pero muy continuada (las máximas que he alcanzado han sido 154 de mis 186).

Huyendo de todas las rupturas de ritmo que se producen en el carril bici, este fin de semana intentaré dar con el carril que va a Colmenar, buscando un atajo por las larguísimas calles de las Tablas, espero sin tráfico.

domingo, 20 de septiembre de 2009

XXI Media de Valladolid

Una vez más la media de Valladolid no ha decepcionado: buena organización, buena bolsa (este año una sudadera), y sobre todo una temperatura muy agradable, a pesar de la semana pasada con lluvia y frío. Muchas caras conocidas, incluso de Madrid, ya que la oferta del ave la hace muy accesible (la salida y meta se encuentran ambas a menos de 1 kilómetro de la estación).

Una escena que me ha dado que pensar ha sido cuando en la última vuelta los ciclistas que escoltaban a un discapacitado en una bicicleta o silla tumbada nos han pedido paso para adelantarnos a toda velocidad (calculo que estaba haciendo una vuelta más).

Un veterano que corría a mi lado ha protestado: "esto es una prueba de atletismo, no de ciclismo". Y creo que tenía razón. La velocidad que llevaba no era comparable con la de ningún corredor, ni con el ganador, entonces, si no pueden participar patinadores ni ciclistas por el riesgo de accidentes, ¿por qué excepciones?

Por mi parte, una discreta participación, 1:32, cuando mi última marca en media por encima de 1:30 fue en marzo del 2007. Tengo que reflexionar sobre mi plan de entrenamiento y mis objetivos, porque como dice el refrán, aprendiz de mucho maestro de nada. Quizás sea hora de buscar la ayuda de un preparador en algún club.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Consejos para corredores novatos (y 2)

Últimamente me estoy sintiendo halagado por las consultas que recibo de personas que se están iniciando en el arte de correr (no, no voy a cachondearme de la columnista del Runner’s y su eslogan “eres artista porque corres”), y por contestar a todas y todos a la vez y dejar testimonio para alguien que brujulee en Internet en busca de consejos, ahí van los míos.

A mi amiga patinadora, enhorabuena, por fin te has lanzado a eso de correr, que ni se te pasaba por la cabeza hace poco más de un año. No te costó mucho introducir en tus caminatas intervalos de carrera, diste de manera natural con la mejor forma de empezar a correr partiendo de cero, intercalar minutos de trote con minutos de descanso. Actualmente mi amiga corre 20 minutos, camina 5-10 y corre otros 10 más. Ahora le gustaría correr de forma continuada durante un periodo de tiempo más prolongado.

Como todos los días que sales a correr haces lo mismo, te recomiendo algunas variaciones sencillas a tu entrenamiento que lo harán más ameno y te harán mejorar:

- sigue caminando y corriendo, pero esta vez mira más el reloj e intenta repartirlo homogéneamente. Corre 10, camina 3 (si te parecen pocos, 4’) , y repítelo varias veces. Si la primera vez lo haces 3 veces, estarás empatando con los 30 minutos que corres ahora. Verás como rápidamente te ves capaz de correr otro bloque, con lo que ya serán 40 de trote. Con el tiempo podrás reducir los minutos de recuperación hasta que eliminarlos, y voilá, ya lo tienes.

- al final de cada entrenamiento, recupera un poco y corre un par de sprints, con descanso en parado entre ellos. No hace falta que los hagas como Bolt, ni que sean de 100 metros. Te servirán para descubrir que tu corazón sube de pulsaciones, te darán sensación de mayor velocidad y sin darte cuenta mejorarás tu técnica o eficiencia de carrera, al tener que mantener una mejor postura, pisada y equilibrio con la velocidad.

Para mi cuñada la runner de familia numerosa. Eso sí es afición y mérito. Mi cuñada está un curso por delante y ya es capaz de correr durante manera continuada 40-50 minutos, pero le gustaría introducir variaciones a su entrenamiento para ir más rápido, y aprender a entrenar con pulsómetro.

- te recomiendo que practiques el farlek. No es ningún baile típico sueco, sino “juegos de velocidad”, cambios de ritmo. Para ello calienta de 10 a 15 minutos con carrera continua y posteriormente corre 1’ fuerte (no a tope, un paso que puedas mantener más de un minuto) seguido de varios minutos al trote, hasta que notes que te has recuperado. Ojo, fija los minutos de recuperación antes de empezar, no vale cambiar luego. Si entrenas con pulsómetro, hasta que tus pulsaciones bajen al nivel del trote inicial. No obstante comprobarás que cuantas más veces repitas el bloque, menos pulsaciones recuperarás, o tardarás más tiempo. Es normal. El tiempo que se tarda en volver a la normalidad va aumentando, y es un buen indicador de tu estado cardiaco.

- además de los sprints que he descrito arriba, puedes hacer cuestas, que son subidas fuertes (no a tope) de unos 100 metros y bajadas al trote. EL descanso debería ser mínimo, y puedes empezar haciendo 3, y más adelante bloques de 3 con descansos intermedios de un par de minutos.

- de momento creo que podemos dejar las series para más adelante, son una herramienta muy buena pero para cuando estés más entrenada. Puedes hacer variaciones al farlek, cambiando los minutos de carrera más rápida de forma aleatoria o progresiva (1’ carrera, 3’ descanso, 2’/3’, 3’/3’) en pirámide… eso sí, haz siempre lo que hayas planificado. Tu autodisciplina y satisfacción mejorarán y será la base para metas más ambiciosas.

Sobre el pulsómetro podría escribir un post entero. Por abreviar, en principio necesitas uno que te diga tu porcentaje sobre el máximo de pulsaciones y tenga capacidad para marcar las vueltas, suficiente. ¿Por qué las vueltas? Para controlar el tiempo del farlek y las recuperaciones.

La incógnita de usar el pulsómetro es saber las pulsaciones máximas. Esas solamente las conocerás con una prueba de esfuerzo, por lo que en principio toma la regla 220- tu edad. Sería interesante que fueses apuntando al final de tus entrenamientos los tiempos y el nivel de pulsaciones al que has trabajado, para ver tu proceso de mejora. También puedes utilizar tu porcentaje de pulsaciones sobre el máximo como un indicador de esfuerzo, subiendo y bajando cuando te toque apretar (farlek, cuestas…). Los rangos son muy relativos.

Según autores, hasta el 79% es donde debe estar el rodaje suave (aunque la quema de grasas empieza antes), hasta el 90% el rodaje fuerte (entrenamiento del umbral láctico) y por encima las series largas y cortas (se entrena potencia aeróbica y resistencia al lactato creo). En tu caso preferentemente mantente en las zonas inferiores hasta que mejores.

Espero haberos aclarado algo, si tenéis alguna duda preguntadme y en la medida de lo posible os responderé.

 

 

 

 

 

 

lunes, 14 de septiembre de 2009

Preparando la media nadando

En esta ocasión estoy bastante despistado sobre lo que puedo conseguir o no el domingo en la Media de Valladolid. Una vez que tengo programadas mis clases de natación, por fin he decidido la rutina de entrenamiento que voy a seguir, por lo menos hasta que inicie una preparación específica para alguna prueba concreta, cosa que tardará porque la temporada de competiciones de triatlón termina este mes.

Mi plani de una semana ideal consiste en 3 sesiones de natación (lunes y miércoles clase y viernes cantidad o calidad), tres de carrera (martes y jueves calidad, sábado transición de bicicleta) y tres de bicicleta (miércoles estática, sábado y domingo carretera). Podría incluso sacar algún doblaje más, pero hay que dejar huecos para imprevistos. El total de la semana pasada, 7 sesiones en 6 días, descanso el domingo.

Pese a todo, no creo que esto lo más adecuado para preparar una media, porque de momento me falta la resistencia que dan las horas de bicicleta y el número de kilómetros a pie que las compense. Sigo con totales de carrera de 40 kilómetros semanales, lo que me da mucho miedo, porque aunque la semana pasada martes y jueves recurrí al comodín de los 3x3 miles, puedo quedarme corto de cara al domingo. ¿Dónde están esas tiradas largas domingo tras domingo para preparar la media…?

Como carta a mi favor tengo la estadística: si sumo los minutos totales de los tres deportes entrenados por semana, y los comparo con los ejercitados durante las semanas previas a las medias maratones que corrí en la primera mitad de este año, estoy prácticamente al mismo nivel de ejercicio en minutos, solamente superado por las semanas más intensas previas al maratón.

Una alternativa sería renunciar a correr esta media y ahorrarme una marca mediocre y un mal trago, pero eso ya no depende de mí, porque es la primera carrera que corrí, es en la ciudad que me vio nacer y por tanto mi amor propio la declarado como la carrera de participación obligatoria hasta que me tenga en pie (ya veo los titulares, victoria en categoría V-90).

Mientras tanto, mi duda es, ¿se puede entrenar una media maratón nadando? A contestar el domingo.

 

viernes, 11 de septiembre de 2009

Carrera Solidaria BBVA

Se ha abierto el periodo de inscripción de la carrera que organiza BBVA en beneficio de ACNUR. Es el día 1 de noviembre, y además de ser por una buena causa tiene una bolsa del corredor muy completa (por 5 euros camiseta, mochila y calcetines).

Si releéis mi post de la carrera del año pasado, ponía a parir el recorrido, ya que además de tener muchos desniveles nos juntó por un lugar muy angosto a los corredores lentos que finalizaban el 5 mil con los que terminábamos el 10 mil en torno a los 40 minutos. Creo recordar que tampoco era una medición exacta y que además me tocó saltar una valla porque me mandaban a dar una tercera vuelta…

Pero este año parece que puede haberse solucionado este tema, porque en principio el recorrido es rápido (bajada por Castellana y Príncipe de Vergara hasta el Paseo de Coches del Retiro, con una pequeña subida por Velázquez para el 5,000 y la vuelta al Retiro por Alfonso XII para el 10,000).

La entrada en el Retiro es bastante amplia, por lo que espero que no haya problemas al juntarse “las dos aguas” de los que llegan de las dos carreras simultáneamente. Además la llegada es en sitio emblemático del atletismo popular, donde finalizan la Media y el Maratón de Madrid (y se encuentra el árbol de Beni, donde se juntan la flor y nata del Retiro…)

Yo me he apuntado, y he convencido a dos macizas patinadoras para que dejen las ruedas y se estrenen en el 5 mil, que por cierto, es una estupenda oportunidad para que l@s iniciad@s prueben lo que es una carrera.

 

http://www.carrerapopularbbva.com

 

PD: Está abierta la inscripción de CSIC, un clásico madrileño al que debe acudir todo corredor, a la cual lamentablemente no podré acudir este año.

¿Carril bici o carril vieja?

No sé que tienen los caminitos pintados de color que a todo el mundo gustan. Desde la senda amarilla del mago de Oz hasta el rojizo anillo Verde de Madrid ha llovido mucho, pero la alegría de pisar la alfombra roja no sólo afecta a los jerarcas. Es pintar un trozo de suelo y empezar a llenarse de gente yendo y viniendo por él, como en aquel juego de ordenador Sim City, ponías las calles y se llenaban de personajillos que pululaban.

Qué difícil es circular tranquilo por el carril BICI de Madrid… en ocasiones he leído alguna opinión (revista Runners) de lectores reclamando el derecho de todo el mundo a utilizarlo a su libre albedrío… pero no. Me he vuelto un talibán. El carril bici es para las bicis, no para caminar deprisa, ni para pasear a los perritos, ni para caminar deprisa con las amigas de tertulia en fila de a tres, ni para enseñar a los niños a montar en bici, ni para caminar deprisa de la mano con tu pareja… ¡¡coño que no es para caminar!!

Transijo con que los corredores más rápidos vayan por el carril a un lado, sin molestar. Y los patinadores, que también van a una velocidad suficiente. Pero me revienta la gente que invade el carril reservado a las bicicletas poniendo en riesgo nuestra integridad, y la suya. Y no me parece bien tampoco que se utilice el carril para entrenar, no es el lugar adecuado y pone en peligro al resto de usuarios. Yo no circulo a gran velocidad, porque normalmente voy o vuelvo a mi trabajo y sudaría el traje. Pero incluso a un ritmo moderado  prácticamente todos los días tengo que esquivar a algún anciano o algún niño, que caminan por el medio, o echan a correr repentinamente, o se cruzan, o se agrupan, o llevan perros que caminan por el medio, echan a correr repentinamente, o se cruzan, o se agrupan… y yo que me quejaba cuando circulaba entre los coches.

Y no se te ocurra hacer ver a nadie su error, por muy educadamente que lo hagas, porque como escribe Risto Mejide en su libro de manera muy acertada, hoy en día no puedes discrepar ni señalar a nadie ningún error o mala acción porque no sólo no lo aceptarán ni reflexionarán sino que se sentirán agredidos, y responderán. Completamente de acuerdo. Estamos en la era de la mala educación, de la certeza absoluta de que tenemos solamente derechos y siempre razón.

Otro peligro del carril bici son los innumerables semáforos que hay que cruzar. Allí es donde entramos en contacto con ese gran enemigo del ciclista, el conductor. Ese espécimen dentro de su cajita de cristal cree que controla absolutamente todo su entorno, porque piensa que la cajita es de acero (si ves lo que queda de un accidente, es más de cristal), y sólo se preocupa como mucho de las otras cajitas.

Si ir más lejos, el otro día estaba detenido esperando el cambio del semáforo después de pulsar yo mismo el botón. Cuando se abrió, empujé mi bici para salir… y pasé rozando por centímetros un coche cuya conductora, estupenda amiga-hija-madre-compañera de trabajo-abnegada esposa charlaba animada por el móvil, e ignoró por completo la luz. Al detenerse un poco más adelante en el atasco, me acerqué y esperé a que terminase su conversación por teléfono. Educadamente le hice ver que casi me había atropellado, que todos los coches se habían detenido en el semáforo menos el suyo. Ella negó la evidencia, en ningún momento hizo amago de pedir ningún tipo de disculpas e incluso intentó convencerme de que ella lo tenía abierto (sólo para su matrícula, debía ser). Ya harto, le manifesté abiertamente mi opinión sobre su capacidad cognitiva, y ahí quedó la cosa.

En fin, que si Dorothy hubiera tenido que llegar por el carril bici al arco iris, quizás el espantapájaros o alguno de sus amigos frikies hubieran quedado accidentados por el camino.

 

lunes, 7 de septiembre de 2009

Preparando Pucela


En esta ocasión estoy un poco despistado con el entrenamiento para la Media del día 20, porque es de Perogrullo que no son lo mismo 10 kilómetros que 21, y no sé si mis prácticas triatléticas me van a salvar en esta ocasión del tío del mazo. Aunque hubiera sorpresa en la carrera de la Virgen del Villar (por cierto muy buen nivel, en agosto bajando de 40 minutos me he quedado en el primer cuartil de los varones), no tengo en las zancas las suficientes horas de bicicleta para suplir el entrenamiento que me falta a pie para afrontar un medio maratón. Ni en las zancas ni en el trastero, porque sigo sin "espada" entrenando en la estática.

Si el año pasado por estas fechas corrí un promedio de 70 kms en las tres semanas previas a la carrera, este año son 42. Y teniendo en cuenta que conseguí un magro 1:28, bastante alejado de mi mejor tiempo en media, a priori no parece que mi performance del día 20 vaya a ser más que discreto. Me doy con un canto en los dientes si empato marca.

De todas formas, por el qué dirán, este fin de semana me obligué a rodar sábado y domingo 15 y 19 kms respectivamente, y esta semana intentaré subir un poco el kilometraje con varias series largas. Mis piernas los han asimilado bien, pero en todo caso hoy descansé con una hora de técnica de natación en la piscina cubierta del Luis Aragonés.

Y estrenando la temporada de piscina cubierta, llega un periodo de tristeza. Se acabó toparse con sirenitas en topless nadando despreocupadas. Sí, es literal, que nadie se sorprenda, qué juventud. Ahora ya sé lo que sintió Willy cuando le metieron en un acuario.

lunes, 31 de agosto de 2009

26ª Carrera Virgen del Villar

El pasado domingo tuvo lugar el pistoletazo de salida de la temporada, para mí y para muchos corredores pucelanos, porque corrimos la carrera de Laguna de Duero, 9.800 metros según la organización y 10.020 según mi garmin. Es gratuita y consta de 4 vueltas alrededor de un lago artificial, un recorrido completamente plano en un entorno agradable y cuidado, con avituallamiento y detalle al finalizar la prueba. Como nota negativa, pero no determinante, no hay medición por chip. Llevo participando 3 años seguidos y es de mis fijas en el candelabro, porque es el primer 10 mil serio después del verano, me sirve como test de forma física y también como preparación para la media de Valladolid, que tiene lugar justo 3 semanas después.

 

Este año me planté con bastante pereza para competir en el polideportivo donde se recoge el dorsal, porque en las últimas cuatro semanas entre las vacaciones, nadar y montar en bici he corrido una media semanal de 40 kms raspados (con mis compis del Retiro lo habitual eran 60 kms), y la sensación era de estar peor preparado. Pero valor y al toro, sin ninguna ambición me coloqué para la salida en medio del pelotón para no dejarme llevar por los rápidos, y al tiro salí con calma, sin esquivar ni zigzaguear, y empecé a avanzar entre los claros que se iban abriendo. Los primeros dos kilómetros salieron en 8’06, y en ese momento me pareció un ritmo más que aceptable para terminar la carrera con dignidad. Pero el 10 mil es muy largo…

 

Poco a poco, fui localizando “objetivos” y derribándolos. Uno detrás de otro, sin que me adelantase nadie en toda la carrera, fui escalando posiciones. Algún kilómetro veía que bajaba de 4 minutos, pero tampoco prestaba atención al ritmo, solamente buscando relajarme a ese paso y controlando la distancia con el anterior. Incluso cuando se me acercó a animarme una patinadora de buen ver mantuve la zancada. Y ya la última vuelta, después de obcecarme en pillar a una involuntaria liebre, le cacé en los últimos 400 metros, si bien tuvimos un rifirafe al sprint en el que salí perdedor en los últimos pasos (sorry compañero, te gané en tiempo neto… jejeje, pero gracias por ese kilómetro final a 3’44).

 

Después de detener el crono, recoger el regalo (una bolsa portazapas) y abrir mi acuarius, llegó el momento de mirar el tiempo, por simple curiosidad, y quedarme es-mi-pefacto. Más de un minuto y medio de rebaja a la marca del año pasado, y mirándome desde el Garmin tres cifras, un 39:35, 10.02 kms, 3’57 de ritmo medio. Mi mejor edición de esta carrera. Convertíos y creed, porque todo el entrenamiento no específico que he metido al cuerpecín (incluyendo doblajes el mismo día combinando natación, bici y series, aunque no muchas) ha resultado, pese a todo…

 

Hoy, de premio, piscina suave.

 

miércoles, 26 de agosto de 2009

Jápines

Hoy tocaba pisci. Tres cuartos de hora para chapotear 35 largos de 50 metros, crol por la cara derecha, vuelta por la izquierda, alguna braza ocasional... y hala, preparado para el tramo de natación de un triatlón olímpico... A la salida me encontré con un compañero del trabajo y comimos juntos. Y al ver mi ensalada de pasta (más de medio kilo) me empezó a hablar sobre la ortorexia y la vigorexia... no, yo no tengo esas cosas. "-¿Cómo lo sabes? La mayoría de los enfermos lo niegan."

Luego la conversación giró en torno a los pilares que sustentan la felicidad de un adulto: trabajo, aficiones, familia... y su necesario equilibrio. Como le dije, el deporte para mí es un pilar en mi vida, que espero me acompañe siempre, aunque no el más importante. Pero este blog va de deporte, y es de lo que voy a escribir.

Cuando me pregunto o me preguntan por qué me machaco (como ahora no corro solamente...), intento explicar que no es por tener una imagen ni por querer vivir cien años, sino por lo bien que me hace sentirme conmigo mismo. (Por otra parte, mis abuelos son o han sido nonagenarios, y Dios me ha dotado de este cuerpecín serrano... ;). Me siento bien planteándome retos, sintiéndome citius, altius, fortius, y eso que de pequeño suspendía gimnasia, pero nunca me faltó voluntad.

Recuerdo al profe de gimnasia que me cateó en 8º de EGB, un exparacaidista que tuvo que abandonar el ejércio porque no se le abrió el paraca y se la pegó. Cuando conseguí aprobar, le dije: "-¿ve? entrené duro"; y el me dijo "- no, le pusiste huevina". Y eso es lo que hay que echarle a la vida, al cansancio, a las penas.

Y esta noche, mientras escuchaba a David Gray (Caroline, A New Day in Midnight) después de tomar con mi chica medio kilo de langostinos, aderezado con una botella de Gewürstraminer, un Chocolate Mousse de Lindt al 70% y de postre un Bacardi Mojito con Limón y Nada de Minute Maid pensaba "Oh ooohh Doctor, seré vigoréxico, ¿es grave?". Y me sentía feliz.

martes, 25 de agosto de 2009

Orientación espiritual

Volví a la vida postvacacional, y este mediodía sin ganas de ir a la piscina, ¿qué menos que recordar viejas rutinas y dar una vuelta por el Juan Carlos, en busca de sus Benis, Vicentes y compañía? Pero no pudo ser, porque me crucé con tres o cuatro ánimas, un globero con cascos tamaño piloto ruso de astronave, un par de andarines de las clases pasivas y un corredor en la lontananza. Creo que también a estas horas va a ser muy difícil dar con un grupo de entreno. La soledad del corredor de fondo.

 

Pero The Show Must Go On, y al igual que a unos en esta época del año buscan objetivos en su vida como hacer coleccionables del Titanic, cajitas de porcelana o similares, yo sigo adelante con mi proyecto de convertirme en triatleta, con estos avances:

 

- Virgen en ciclismo, pendiente de recibir la bicicleta nueva. He aprovechado el verano para hacerme poco a poco con el equipo necesario (guantes, zapatillas, portabidones, bomba de aire ultraligera…) más que nada, para matar el gusanillo de la espera. También he practicado algunas transiciones, rodando 10 kms en bicicleta estática para inmediatamente lanzarme a la calle y correr 4 más, curioso el experimentar esa sensación de entumecimiento y descoordinación de las piernas. También, en mi camino al trabajo voy practicando la cadencia de pedaleo que se supone de aprox. 90 pedaladas, que para mi sorpresa son muchas. En una fase posterior me centraré en la pedalada redonda o cuadrada que te permiten las calas..

 

- Novicio en natación, buscando unas clases para mejorar técnica y también entrenar con otros y adquirir rutinas. En principio tengo oteadas unas a las 8 de la mañana, que me permitirían liberar los mediodías para descansar o entrenar carrera o bicicleta, Dios mediante. Está por ver si paso la prueba de nivel y no me resulta muy duro madrugar y pedalear 5 kms hasta el polideportivo (entre pitos y flautas, voy a hacer unos 14 kms diarios con la bici, solo por transporte…).

 

Cuelgo el enlace de la travesía de Playa de Xeraco, donde se ve mi  (suicida) calentamiento previo y mi errático recorrido hasta meta. Que conste que he leído declaraciones de los ganadores hablando de lo duro de la travesía, con las olas y la contramarea. Pena de haber olvidado pulsar el crono antes de la salida para poder tener los tiempos de nado (sorprendentemente el Garmin 405 ha capturado mi recorrido en el agua). http://connect.garmin.com/activity/11296502.

 

- Mártir en carrera a pie. Con el verano, la piscina y todas estas distracciones, la media de Valladolid se acerca ominosa sin haber seguido una preparación específica, ni de calidad ni de cantidad. Se supone que la base aeróbica que te dan las otras disciplinas del triatlón te permite omitir los rodajes suaves y concentrarte en la calidad, pero el caso es que ni una ni otra. Veremos este domingo mi debut de temporada en la carrera de la Virgen del Villar, 9800 metros en un circuito llano.

 

Tu bi continued, corazones de verano.

 

 

viernes, 14 de agosto de 2009

V Volta a Peu de Xeraco

La edición del Correpatinaybaila de este año fue igual de efectiva que el anterior: buena organización, trayecto planísimo, calor y humedad y sobre todo muy popular, incluso muchos niños corriendo los poco más de 7 kms por la calle principal de Platja. De postre, camiseta y naranjas, quién da más por 1 euro, oigan.

Y entre los 877 preinscritos, el menda lerenda con muy poco entrenamiento en los bolsillos (en todo el mes de agosto llevo corrido menos que una semana normal en Madrid) pero con ganas de sacarme la espina de la travesía. Pensando en un ritmo posible de menos de 4:15, he salido los 3 primeros kms por debajo de 4' para ir luego entregando el fuerte en unos dignos 4:02 de media, que para lo que había preparado muy bien ha salido.

Bonito el duelo de las chicas por el segundo puesto, arrebatado en los últimos 400 metros y del que he sido testigo a mi pesar, ya que he sido un cadáver pisado... ya veréis cuando abandone mi condición de triatleta novicio y sea un avezado deportista multitarea grrrrrrr

domingo, 9 de agosto de 2009

Travesía Playa de Xeraco

Si las boyas son al agua lo que los globos al aire, puedo afirmar con contundencia que soy un boyero en el agua.

Hoy nadé mi primera travesía en aguas abiertas, 1.500 metros con un mar agitado, bandera amarilla, viento y lluvia. Salida entre una nube de nadadores de clubes y triatletas, experimentando los golpes de rigor en la cabeza y en el Garmin, que aunque es perfectamente impermeable para nadar con él casi me lo arrancan.

Definitivamente me queda mucho por practicar,me he desorientado varias veces nadando mar adentro, y he tenido que desnadar un buen tramo para poder franquear la última boya, creo que he nadado casi dos kilómetros para llegar en un flamante tercer puesto. Por la cola. Al menos no me he topado con un banco de medusas que han hecho abandonar a varios.

En fin, me estaba acostumbrando a llegar en las carreras en un percentil muy digno y esto ha sido un baño de humildad. Si lo sé no habría corrido esos 4 kilómetros antes de la salida, pero a mí es ponerme un dorsal, aunque sea pintado, y echar a correr. Lección aprendida, necesito unas clases de perfeccionamiento y empezar las series en piscina. Pero si solamente llevo 4 semanas nadando...

miércoles, 5 de agosto de 2009

Primer solape

Hoy intenté una sesión de calidad. Aunque me salieron unos misérrimos 4:20 en la parte rápida del farlek. No obstante, estoy satisfecho porque nada más terminar los 10 kms, me cambié la camiseta empapada por el turbo y me lancé al mar para nadar algo más de 1 km, con más miedo que vergüenza pensando en todo tipo de bichos que podrían acechar en el agua.

En todo caso, ha sido mi primer solapamiento de deportes y no se me ha dado muy mal. Mala predicción de marca para el Correpatinaybaila de Xeraco del próximo 14, porque no creo que consiga el sub 4' en los 7 kms como el año pasado, pero a cambio me he animado a la travesía marítima de 2 kms este domingo, que me permitirá ponerme en el contexto de una prueba de triatlón.

Seguiremos informando corazones de verano.

viernes, 31 de julio de 2009

Saliendo del armario deportivo

Para evitar búsquedas de google no deseadas por este título, para los despistados este es un blog exclusivamente sobre mi actividad deportiva y el título es una metáfora. Con respeto que exijo recíproco a todos los gustos y creencias, y sabiendo que no está de moda, el que suscribe es un hetero convencid0, padre de familia y amante esposo. Y a lo que iba.

Hace un año por estas mismas fechas me estaba despidiendo del Retiro, y este año lo hago de la carrera como deporte exclusivo. Han bastado sólo tres semanas de exilio en la soledad del Juan Carlos para hacerme renegar de una relación que creía iba a ser para siempre, porque finalmente he encargado una bicicleta de carreras, y creo que eso  oficialmente me emplaza en el triatlón.

El mero hecho de iniciar una nueva actividad ya me motiva, aunque ha habido otros factores que me han animado al cambio. El motivo fundamental ha sido abandonar los entrenamientos y la motivación del grupo de corredores del Retiro (I miss U boys), pero hay otros, como lo mucho que me divierte usar la bicicleta para mis desplazamientos diarios al trabajo y a la piscina (min. 8 kms/día “de oficio”), y haber recuperado tan rápidamente el gusto por la natación, porque después de años sin practicarla en pocos días he vuelto a nadar más de una hora seguida con facilidad.

No sé si el triatlón me gustará ni me apasionará tanto como la carrera, porque nunca me he subido encima de una bici de carretera, y me dan pavor los coches pasando a tu lado, y nadar metido en un banco de sardinas (o pirañas) en aguas abiertas. Ni siquiera tengo claro un objetivo de competición, ni una fecha, ni si voy a ser capaz de compatibilizar mi vida “de paisano” con el entrenamiento de un triatleta, ni si seré un paquete o me irá igual o mejor que como corredor.

Ahora no quiero planear nada ni descartar nada, anoche vi un documental sobre Ironman y me impresionó. No voy a decir nunca, porque ahora tengo mucho que aprender de estos deportes y de su combinación, tanto de entrenamiento, como de técnica, equipamiento, competición, etc etc. pero es un reto que está ahí, y quizás algún día haya que afrontarlo, como hice con la maratón.

La carrera seguirá estando ahí, aunque de forma diferente. Por lo que voy leyendo e informándome, ya no necesitaré construir tanta base aeróbica, porque eso me lo facilitará el ciclismo, sino que mis entrenamientos a pie serán en gran medida de calidad. Espero que entrenar otros deportes me haga mejorar en la carrera, así como evitar lesiones y desgaste articular.

Buenas vacaciones.

 

 

 

lunes, 27 de julio de 2009

Transiciones

Como sigo algo tocado de la rodilla, el domingo por la mañana estuve pedaleandoeleljuancarlos.blogspot.com y coincidí por casualidad con el Triatlón que se celebra cada año en el parque, que este año era también Campeonato de Madrid. Estuve un rato curioseando, y más, porque me acerqué para ver si medio cojo, con mi bici de montaña vieja (sin freno trasero, que arreglé después) y ni siquiera un bañador podía apuntarme.

No pudo ser, porque la popular había comenzado un buen rato antes, por lo que estuve esperando la salida de la prueba de natación en el lago. Mucho equipo uniformado, parecían las de natación sincronizada pero con macitas, y sobre todo mucho asco el que me dio la gente metiéndose en el lago artificial, tan sucio. No sé yo si voy a poder pasar por eso.

Estuve también fisgando por boxes, las bicicletas colocaditas en los soportes, los cascos preparados, las cajas con las zapatillas de correr y las de montar en bici, en muchos casos ya enganchadas a los pedales.

Así que esta mañana decidí entrenar una transición, como dicen los ingleses tan finos ellos for the fuck of it. Después de pedalear una media hora rapidito por el circuito de 10 kms, me apeé al comienzo del mil marcado, até la bici a una barandilla y tras de esconder el casco y la bomba salí corriendo para hacer un dos mil. La sensación ha sido muy curiosa: por una parte he notado las piernas algo raras después de sólo media hora pedaleando, pero completamente caliente como para bajar de 4'/km desde el primer momento, y sin plantearme mucho el ritmo, solamente echar a correr. Es como si la bici me hubiera lanzado.

De vuelta a casa antes de ir a trabajar, tuve un sprint final ya que en ese momento me di cuenta de que me había dejado la bomba entre los árboles. Total, 10+2+6 kilómetros.

Y para completar mi triatlón de hoy, al mediodía he nadado 50 largos seguidos, entre 12 y pico y 13 y pico minutos los 500 metros. Total, 1:07. En algún momento tengo que plantearme hacer series en el agua, ¿martes y jueves quizás?

viernes, 24 de julio de 2009

Vencido y desarmado

Buena semana para la ascética, porque para el resto he hecho aguas en todos los frentes, pero mayores. He ido dejando en blanco día tras día las casillas del entrenamiento, y por utilizar alguna de aquellas arcaicas preposiciones que nos obligaban a memorizar en la escuela, ora por no haber dormido, ora por tener el intestino parlanchín.

No será que no lo intento: esta mañana, frustrado por la pertinacia de la adversidad y esta semana tan insulsa, me he tirado con decisión al JC1 aunque solamente fuera para rodar media hora, para finalmente dar con mi cuerpecín entre unos matorrales y dejar atrás una pequeña parte de mí, y de vuelta al portaaviones con un solo motor. No deja de tener una simpática componente bucólica, casi podía sentirme como un pastorcillo en la montaña en pleno uso de sus facultades rectales, faltaban sólo las cabritas importunando curiosas tan íntimo acto, pero lo que son kilómetros corridos en la semana han sido solamente 10.

Mientras mis excompañeros completaban ayer la I Travesía del estanque del Retiro, cuyo reportaje espero impaciente en el blog de Vicente.

Pues eso, corazones de verano, que la fuerza os acompañe este fin de semana, que si la energía no se crea ni destruye sino que se conserva, alguno se está quedando con mi parte.

miércoles, 22 de julio de 2009

En el dique húmedo

Otro día más sin ponerme las zapatillas, porque otra noche más con déficit de sueño me ha invitado a dar la vuelta cuando sonó el despertador a las 7. Para desquitarme, este mediodía me lo he pasado en maceración nadando más de una hora, 2,5 kms. De seguir así voy a dejar a David Meca como a un velocista acuático.

Por cierto, mis agradecimientos a las parejitas hetero (y homo…) que han estado refocilándose en la piscina, por mantener la temperatura del agua elevada. Un poquito de asco sí me da, al pensar en todos los tipos de sustancias que puedan verter.

Me gusta nadar. Permite pensar en mis cosas, o evadirte, y aunque no tienes la posibilidad de contemplar el paisaje como cuando corres, te proporciona mucha serenidad. Y es como correr, ¡cuando sales del agua te quedas inmensamente a gusto!

martes, 21 de julio de 2009

Quién me mandaba a mí

La semana pasada empezó con muy buen pié y mano, porque desde mi nueva ubicación me lancé a diversificar riesgo deportivo, más por diversión que por tener claro pasarme al lado oscuro del triatlón, y reduje las habituales 6 sesiones de carrera semanales a 4, incorporando 3 de natación (total 4,5 kms) y 1 de bicicleta (22 kms).

Así, el viernes me atornillé el casco y con la fresca del mediodía me lancé a explorar mi circuito de 10 kms por el Juan Carlos I, con la sorpresa de que cuando se recorre al doble de velocidad que a pie resulta tener de todo: giros, subidas y bajadas empinadas, llanos… lo que te mueve entre 10 kms/h y 38 kms/h. Total 22 kms en poco menos de 1 hora, que según me han comentado ciclistas no deja de tener su mérito al ser MTB. Y sobre todo, lo pasé muy bien. Tiene hasta puntos de técnica, algún frenazo de novato tuve que pegar para no salirme… Me pica un poco el gusanillo de probar una bici de carretera, a la que tendré que poner ruedines porque nunca he montado.

El domingo me di cuenta de que llevaba acumulada la irrisoria cantidad de 42 kms a pie y decidí apuntarme una tirada larga, como manda mi plan para la media de Valladolid. El objetivo eran 85 minutos, pero con la emoción del ritmillo de 4:30 sin mucho sacrificio terminé completando una media maratón en 1:35. La organización fue malísima, aunque quedé el primero en todas mis categorías. Sin venir a cuento esa tarde me vino un dolor detrás de la rodilla, confirmado el lunes por la mañana con cojera y un rodaje de 6 kms a 5:30. Por cierto, para colmo de males, no os podéis imaginar lo concurridos que están los baños del JC1 antes de las 8 de la mañana, hay un auténtico Movimiento Popular de Liberación Intestinal. Estaba hasta Murphy, que me metió en el único cubículo sin cerrojo, el muy perro.

Por prudencia me regalaré el martes, si es que quien mucho abarca poco aprieta. A ver que tal la piscina, ¿nadaré o arponearé?

 

jueves, 16 de julio de 2009

Jueves de (poca) calidad

O de despropósitos. El claro día asomó después de una noche turbia y me sorprendió luchando contra las sábanas movedizas que me atraían hacia sí. Me costó lanzarme a la calle, mirando de reojo la perspectiva de hacer calidad, pues hoy es jueves y la tradición oral lo exige.

Llegado al punto de lanzamiento, con premura porque como dicen los gabachos me he elevado tarde de la cama, me dispuse a ejecutar una tocata y fuga de 7 kilómetros en 28 minutos, como manda mi planificación, único vínculo con la disciplina de partido que me queda.

Sin terminarme de ver en esa tesitura, porque me siento cansado por la falta de sueño y los 2 kilómetros que nadé ayer, inicio la gesta, que se torna gestilla y más tarde derrotilla porque sólo 2 kilómetros decido unilateralmente cambiar el objetivo del día a un rodaje patatero de 10 kms. Claro, como se me hace tarde… me miento, y a la ducha.

Más tarde, al mediodía, dispuesto a sacudirme el mal sabor a flojo con unos largos, me lanzo cual Moby Dick a la piscina olímpica para salir escaldado como un pezqueñín al cabo de 8 largos. Hastiado de mi batalla contra un colegio que ocupaba todo un fondo y un grupo de acérrimos nadadores de anchos y de medusas gigantes, tomo en vez de tirar la toalla y pego la segunda espantá del día.

“¡¡Indulgencia, indulgencia!!”, clamo ante el destino. Y un hada madrina me transporta a mi cercana casa, y me pone en la mano una consoladora Erdinger, medio litro de cerveza de trigo turbia que me recuerda que no solo de deporte vive el hombre.

Mañana será otro día.