Me gusta escribir sobre nuestros co-especímenes los sedentarios, porque tenemos los mismos “envoltorios” pero hay algo en nuestras mentes que nos diferencia en su uso y disfrute, y que se percibe no sólo en la apariencia. Más o menos obligado yo fui uno de ellos muchos años y ahora no me reconozco.
A la hora de la comida, el momento cuando aprovecho para correr o nadar, suelo cruzarme con varios de ellos, porque los sedentarios son gregarios y afables y disfrutan de la inactividad compartida, y me suelen preguntar: “Qué, ¿a hacer deporte?”. Y yo invariablemente les espeto, “No, a correr. No, a nadar…” Esto les choca mucho, y replican “Pues eso, ¿no?”. “No. Yo no hago deporte. Lo que tu piensas que es deporte es solamente la proyección de tus motivaciones”.
Ya cuando se les ha desencajado la mandíbula, me explico. Yo no corro o nado o monto en bicicleta porque esté obligado por algún motivo. Lo hago y me gusta, me apetece y lo disfruto. Para los sedentarios, deporte significa sufrir para disfrutar de una mejor salud, un buen tipo, un peso adecuado.., para mí todo eso es un subproducto de la actividad, pero no un fin.
Conclusión, no hagas deporte. Corre, nada, juega a la petanca o al curling, pero disfrútalo.
Es cierto que cuando algo te gusta con pasión, te gusta que la gente afine. Me explico, no es lo mismo decir "qué, escuchando música" que "qué, escuchando a los Stones". Un saludo,
ResponderEliminarHay sedentarios que se regodean de serlo, y sin ir más lejos recuerdo con especial cachondeo el comentario de un familiar, que es de la subespecie sedentaria-fumadora un día cuando estaba cayendo una tormenta tremenda y ya tenía las zapas puestas me mira y con desdén me dijo a la vez que soltaba el humo del cigarro: jo, que vicio tienes...
ResponderEliminarDando caña. Eso, eso.
ResponderEliminar