viernes, 30 de abril de 2010

¡Este domingo compito!

Muchas lunas han pasado desde mi última carrera, la solidaria del BBVA, en noviembre. Muchos pitos y flautas me han apartado de las competiciones, y por fin, después de enganchar una racha de continuidad (martes y jueves calidad, sábados rodaje), tengo una base medio segura para intentar un tiempo digno en la media-media universitaria de Valladolid el domingo (unos 10 kms, cada año ponen la distancia que les sale del umbral anaeróbico y se quedan tan a gusto con ese nombre).

La preparación específica para esta distancia ha consistido en unos treinta y tantos semanales durante cuatro semanas, los martes 7-8 miles descansando 1:15-1:30  intentando bajar la media semana a semana (3:52 a 3:47). Los jueves empezaron con series cortas de 20x300 y 10x400 con descanso de 45’’ (ritmo en torno a 3:30) y terminaron en series largas, 4 por 2 mil con descanso de 2’-1:30, a 3:50. ¡Qué maldad hacer calidad en soledad! Los sábados rodaje de 10-12 k entre 4:30-45. Y el resto de días, piscina y bici. Veremos si la combinación funciona.

jueves, 29 de abril de 2010

No hagas deporte

Me gusta escribir sobre nuestros co-especímenes los sedentarios, porque tenemos los mismos “envoltorios” pero hay algo en nuestras mentes que nos diferencia en su uso y disfrute, y que se percibe no sólo en la apariencia. Más o menos obligado yo fui uno de ellos muchos años y ahora no me reconozco.

A la hora de la comida, el momento cuando aprovecho para correr o nadar, suelo cruzarme con varios de ellos, porque los sedentarios son gregarios y afables y disfrutan de la inactividad compartida, y me suelen preguntar: “Qué, ¿a hacer deporte?”. Y yo invariablemente les espeto, “No, a correr. No, a nadar…” Esto les choca mucho, y replican “Pues eso, ¿no?”. “No. Yo no hago deporte. Lo que tu piensas que es deporte es solamente la proyección de tus motivaciones”.

Ya cuando se les ha desencajado la mandíbula, me explico. Yo no corro o nado o monto en bicicleta porque esté obligado por algún motivo. Lo hago y me gusta, me apetece y lo disfruto. Para los sedentarios, deporte significa sufrir para disfrutar de una mejor salud, un buen tipo, un peso adecuado.., para mí todo eso es un subproducto de la actividad, pero no un fin.

Ese concepto del deporte me recuerda la frase del médico. Vida normal y un poco de ejercicio físico. O la canción de Sabina: hay mujeres que van al amor como van al trabajo. Si es así, déjalo.

Conclusión, no hagas deporte. Corre, nada, juega a la petanca o al curling, pero disfrútalo.

lunes, 26 de abril de 2010

Anatema maratónico

El domingo amaneció caluroso, y ese fue uno de mis primeros pensamientos al montar, los del maratón van a sufrir hoy. Y como había leído en uno los blogs que sigo que solamente quedaban en las calles los futineros de fin de semana y los chulillos de gimnasio, decidí marcarme mi propia maratón en bici. Eso es, hacer un puerto o pasar de 100 kms. (Por cierto, lamento tu lesión RA, pero has tenido hasta suerte en cambiarlo por otro: el recorrido de Madrid es terrible y las marcas se distorsionan)

Y también salí a sufrir, con una premisa: nadie te adelanta, bandera púrpura de que no hay prisioneros. Si uno te rebasa, se le sigue hasta que se le adelanta. Esto es duro, porque te obliga a no bajar el ritmo para que no te alcancen de nuevo. En una gran ayuda para entrenar en solitario ya que te plantea objetivos inesperados.

Así, nada más abandonar el demencial anillo verde (cuidado que soy mendrugo, sigo usándolo para llegar al carril bici) empezó la pugna con un veterano en una Pinarello de carbono, que me mantuvo entretenido hasta Tres Cantos. Luego tuve que esforzarme en atrapar una Specialized de contrarreloj, de estreno. Finalmente llegando a Soto me pegué con unos machacas en mountain que supongo que solamente querían tener la sensación de llegar a mi rueda y dejarme ir, porque eso fue lo que hicieron (yo creo que mantener un ritmo de 30 y tantos por hora con unas ruedas gordas debe ser épico).

La vuelta por Manzanares y Cerceda afortunadamente fue más tranquila, porque el señor del mazo me estaba amenazando y no me quedaba más fuelle para plantear mucha batalla. Total, 3:43, un poco más de lo que tardé en completar mi primer Mapoma, y no mucho menos cansado.

Hablando de batallas, estoy terminando la trilogía de Alexandros (recomiendo más la de Escipión, más entretenida y mejor escrita), y reflexionando sobre las batallas que se describen en ella, he llegado a la conclusión de si Filípides hubiera sido triatleta no hubiera pasado a la hsitoria, porque habría llegado en perfectas condiciones a su destino. Ni correríamos con unas Niké, que fue lo que la leyenda dice que dijo (“victoria”).

¿Pero a quién se le ocurre mandar a un corredor a hacer 40 kms sin haber reposado el día antes, dormido bien, comido pasta, estirado, calentado suavemente …? No amigos, en Maratón no fue el primer maratón sino el primer ironman de la historia: luchar, matar y correr. Y acaso ahora las zapatillas se llamarían “Averesascañascoño”.

Sorry corredores…

martes, 20 de abril de 2010

Reflexiones sobre el Breve Interludio

La pasada semana me preguntó mi sera querida por qué llevaba un mes sin escribir en el blog. Eso por una parte me hizo reflexionar sobre la fidelidad real de lectura entre alosllegados y alasllegadas, acólitos y a-cólitas, y por otra me provocó un runrún (traducido, correcorre) de escribir sobre los motivos por los que no escribo.

Y mayormente, payos y payas, es que me siento aburrido. No que me aburra, sino que aburro. Escribiendo siempre sobre los kilómetros que entreno, adornados de cifras de minutos y segundos, las miles de vueltas al Juan Carlos, que si subo a Soto, que si hoy no puedo entrenar, que si el ano-illo verde está plagado de dementes, que si no me decido a apuntarme a ninguna carrera y menos a un tri… que cansino me siento.

No me extraña que luego me entren listillos en el blog a puntualizar que Miguel del Ibex no tiene premio Nóbel o que he dejado de poner alguna tilde. No es que no tengan razón, pero a mí cuando me invitan a alguna casa por primera vez lo que no se me ocurre es entrar al baño a plantar un pino. “Buenas tardes, ¿da usted su permiso? Venía a defecar en su jardín. Muy bonito, el susodicho” Que si hubiera concursos de escritura rápida, ya me apuntaría, ya.

A veces el título del blog me constriñe y estriñe, y dejo en la recámara visiones y pensamientos que no tienen nada que ver con el deporte, cuando realmente lo que me apetece por ejemplo es comentar los últimos libros que estoy leyendo, en lugar de narrar los 8 miles que me he calzado hoy al mediodía descansando 1:15 (¡¡ooooh, he vuelto a hacerlo!!).

Pues eso corazones de primavera, que sigo entrenando y que retomo la pluma (sin chiste fácil, pls).