Llegó la noticia del traslado. En un par de semanas abandonaré el privilegiado entorno del Parque de Madrid y sus habituales, para dar cornás como perro sin dueño por el desangelado JC1. Cambio de rutina, de horarios, de entrenamiento… al menos seré uno de los poquísimos habitantes de esta gran ciudad que se desplacen en bicicleta a su trabajo, sin necesidad de otro medio de transporte. Como dice un amigo guiri, estaré a salvo de las aglomeraciones del transporte público cuando la gripe A estalle en otoño con toda su virulencia (inquietante predicción, por Tutatis).
Cambio de horarios, puesto que al ganar casi una hora y media al día podré invertirla en dormir más, en la familia, quizás en alguna actividad nueva. Jugueteo con la idea de correr por las mañanas y nadar al mediodía, al menos en lo que dure el calor y la luz. Quién sabe, puede que me anime y pruebe algún triatlón, estaría divertido porque la btt que cabalgo a diario lleva más de 20 años conmigo, y la otra que tengo es de paseo sin barra en medio…
Cambio de entrenamiento, porque el factor principal, al menos en un comienzo, será la soledad, y decidir y entrenar calidad en solitario es como para un boxeador pelear con su sombra. También la falta de orientación y de motivación, que se suplen con creces cuando se está integrado en un grupo, en solitario es un escollo añadido a la dureza del atletismo. Quizás más adelante deba inscribirme en algún club, no lo sé.
Y cambio de compañeros. Son ya muchos los que he conocidos a lo largo de estos años que se quedarán donde les encontré, rodando por los caminos del Retiro. Pero permanecerán muchísimos días de sufrimiento, de series, de trote cochinero, de calores, de frío, de lluvia, ¡de nieve!, de polvo, de tensión en las carreras, de éxitos y decepciones, de conversaciones profundas y triviales, de humor fino y burdos comentarios, de risas, de protestas, de historias, de referencias, marcas, tiempos, de confianza y camaradería.
Creo que al primero que conocí fue a Vicente, que además de inspirarme a abrir el blog generosamente me acompañó a un grupo que llevaba más de 15 años Corriendo en el Retiro cada día, con cada componente cortado por un distinto patrón pero compartiendo un mismo afán, “Muchos Hombres y Un Destino”. En este cuadro de honor menciono a los que más kilómetros hemos compartido: Beni “il cavalieri”, Jorge, Juan Carlos, Goyo, Manuel, Werner, Tomás,… perdonad si omito algún nombre, pues son muchos más los que hemos rodado en muchas ocasiones. Me encantaría recordar las mejores marcas de cada uno, de mucha variedad y calidad pues el grupo aúna maratonianos, velocistas, triatletas, medio fondistas, trialeros,…
Y como para mí ha sido la escuela de atletismo del Retiro, me viene a la mente la canción de los maestros, aunque yo sea el que se marchar “ellos pasan, tú te quedas, algo de ti llevarán”. Nos veremos en las carreras, y no os confiéis, que no hay peor cuña que la de la misma madera…
Mucha suerte en tu nuevo recorrido y ahora no te abnadones por el hechop de ir solo , a mí me toca el 80% de las veces y mira , he logrado ir bajando poco a poco. ( la verdad es que si tuviera un grupo como el que tenías , iba de cabeza )
ResponderEliminarOtra opción es apuntarte a algún club y esas cosas si su horario de entrenos te cuadra.
Por mi parte no sé si correr Burgo de Osma el 11 de julio o esperar ya a septiembre .
Animo compañero