A perro flaco todos son pulgas. El viernes me dejé llevar del espejismo de este suave invierno y acabé atrapando un buen catarro. Hace buena temperatura para hacer deporte hasta con camiseta corta, pero de ahí a salir de noche con un jerseicín hay un trecho. Y eso que me avisaron.
Qué malas sensaciones correr con virus. El cuerpo no va, y un ritmo de 5 minutos sienta como la más dura de las calidades. Me ha pasado pocas veces tener que darme la vuelta por no disfrutar en absoluto, pero ayer con sólo 7 kilómetros de nada tuve que rendirme. Bandera blanca, y a la cama antes de las 10.
Hoy era el Duathlon de Rivas, al que me apunté en diciembre y me borré en enero. No sé si alegrarme por haber adivinado que no iba a estar preparado o apenarme por llevar sin coger la bici desde hace casi tres meses.
En todo caso, me he librado de hacer ejercicio al aire libre, obedeciendo las recomendaciones sanitarias. Pero como según otras opiniones de políticas muy muy preparadas, en Madrid disfrutamos del mejor aire de la historia. Si ya quisiera Felipe II...
hola Fernando! te llevo siguiendo un par de meses,yo tambien corro por el Juan Car, seguro que nos hemos cruzado alguna vez :) ....pero tus reflexiones son más divertidas que las mias que llevan el mismo run-run, tengo que aguantar, tengo que aguantar.
ResponderEliminarPues lo dicho, me encantan sus pensamientos, je,je, Saludos runeros.
Pues seguro! a run-runnear por el parque, que tambien vale, y a leer el blog. salu2.
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