martes, 8 de febrero de 2011

Nada es lo que parece



Hoy rodaba por el parque pensando en el cambio climático. Este calor en febrero no debe ser muy normal, ni que el ayuntamiento se crea de verdad que la gente va a seguir la recomendación de no utilizar el coche sin multa mediante. ¿Les importó a los habitantes de la Isla de Pascua talar el último árbol?

Era muy agradable, la verdad; como la raza humana mira sólo el corto plazo, con esa actitud fatalista no me estaba preocupando mucho, eso que el fin de semana pasado vi un documental en el planetario de Cosmocaixa que explicaba cómo el Sol desaparecerá en unos 3.500 millones de años y con él su sistema.

"¿Es eso verdad mamá?¿Va a desaparecer la Tierra?" - preguntaba una niña a mi lado- "No hija, ahora no va a pasar eso"- le decía su mamá. No le noté tan confiada cuando llegó la parte de los asteroides y lo que aterriza aquí cada X millones de años. Ni las dicharacheras imágenes del pequeño Levi-Schumacher zurrando al grandullón Jupiter.

Pero hoy hacía tan bueno que estaba disfrutando del doloroso rodaje, embutido en una aparatosa rodillera para evitar desmadejarme antes de que el médico y nuestra sanidad lo decidan. Esto si es vicio y no el fumeque; siempre me hace gracia oir que si hago deporte por mantenerme sano, que si la línea..., esto demuestra que lo practicaría aunque produjese calvicie.

Y así transcurría el mediodía, componiendo dulces poesías con las piernas (oh, hace tiempo que no me burlo de las tremendas horteradas que escribe esa Aurora en el Runner's), mientras recibía los simpáticos hijoputas de mi acompañante, un poco forzado mientras trepábamos las cuestas de la pirámide del JC. No sé que tendrían los chulapos, pero los de Coslada son la bomba.

Por cierto, le quita mucho encanto saber que esa curiosa construcción no es más que el montón de escombros que sacaron de horadar el túnel que lleva al aeropuerto por debajo del parque. Como también quita misterio saber que esa pirámide que han construido de metal no es la futura tumba del Faraón Gallardón.

Y esta fue la crónica de hoy desde el JC, donde mis rodillas son de goma, el suelo está hueco y los monumentos funerarios no son lo que parecen.

2 comentarios:

  1. Si la Tierra va a desaparecer, mejor que te encuentre corriendo.

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  2. Como echo de menos trotar por esos monumentos funerarios... cuando vuelva tendré que proveerme de esas rodilleras, tobilleras y algo mas que se me ocurra para proteger mis maltrechas piernas... saludos.

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