Este invernal otoño que estamos disfrutando nos ha deleitado hoy con un triplete de aguanieve, granizo y, para desconcierto final, sol. Y los pocos corredores que nos hemos aventurado al exterior, encantados, más por estética que por otra cosa, aunque en mi caso contarlo es un plus: el mismo rodaje tranquilo de cada lunes, rodeados de infinitas esferas blancas, todas iguales, ha sido como estar dentro de una de esas bolitas de cristal con motivos navideños y nieve falsa.
Y esta fue la crónica del Retiro, donde nunca pasa nada y hoy, aún menos.
Y esta fue la crónica del Retiro, donde nunca pasa nada y hoy, aún menos.
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