Hoy ha vuelto el calor para recordarnos que la estación sigue siendo el verano. Y con este sofoco no dejan de pasarme cosas estúpidas, sin importancia pero no por pequeñas no poco irritantes. Por enumerar algunas, me ha picado una avispa mientras bajaba por una cuesta en curva a más de 30 por hora, se me ha caído la mochila del transportín varias veces, he tirado una bicicleta aparcada junto a la mía y por recogerla han caído las dos, en la piscina no ha dejado de entrar agua en las gafas y he tenido que ajustarlas n veces, se me han olvidado los tapones, en el take away me he quedado sin mi ensalada favorita, y para colmo de males se ha abierto el contenedor, derramado la salsa y partido el tenedor. Hay días que uno no debería levantarse de la cama.
Hablando de mi libro, ayer hice mi primer entrenamiento de cadencia en bici. He verificado lo difícil que resulta mantener una media de 90 revoluciones por minuto, cuando ni siquiera llego a las 80. Ya tengo otro objetivo para el otoño, además de mejorar mi técnica en piscina. Hoy un monitor me ha confirmado que deslizo bien pero que aún tengo puntos para corregir. Algo que ya sabía, pero que por otra parte me alegra porque sé que lo mío en el agua tiene remedio.
Con la línea de los libros, después de leer al corredor-escritor Muramaki, visualizo la media de Valladolid del domingo de otra forma. No he hecho ninguna preparación específica y que se me vuelvan las piernas de chicle si me apetece correr 21 kms, pero supongo que tendré que ir e intentar disfrutarla, sin ánimo de tiempos ni comparaciones con anteriores ediciones. En este sentido este señor y su existencialismo sí son un referente. Otra cosa es que me apunte a los 10 kms de Madrid corre por Madrid, para lo que tengo de plazo esta semana. El canje de una mañana en bicicleta por 40 minutos corriendo no me resulta muy tentador… aunque he empezado a leer “Sé lo que estás pensando”, de John Vernon, y quizás una novela de psico killers me anime a un poco de acción competitiva. ¡¡¡Sub 40’… sangre!!!
animo compañero, sal a disfrutar de la carrera pucelana y seguro que sale mejor de lo que esperas. Yo a ver qué sale ( ya te contaré mi entrenamiento veraniego que ha salido vaya )
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