sábado, 25 de diciembre de 2010

Ah, lánguida Navidad

Con mala pata empecé las Navidades... siempre he creído en el pensamiento positivo, y de esta forma he estado ignorando mi vieja lesión de rodilla, aunque su presencia callada ha estado recordándome en los esfuerzos de larga duración que hacer el tonto sobre los esquíes se paga.

Pero olvidé la máxima de que lo que no se piensa no duele, y decidí de manera poco reflexiva dejarme hacer una ecografía de mi nuevo amigo el ganglión de rodilla derecha. Allí, el médico rompió la magia de mi embrujo desvelando que mi menisco "está roto o muy deteriorado; eres corredor, ¿no? pues ya lo he dicho".

Al día siguiente, después de una fantástica preparación de final de año (mis mejores 8 miles de 2010, a 3:43; 3 miles seguidos a 3:30...) me presenté en la Carrera del Turrón de Arroyo (Valladolid) con muchas aspiraciones a mi MMP del año.

Fue agridulce, pues la máquina no marchaba. No sé si fueron los varios bajo cero, o los giros en 180º, o el barro, el caso es que mis anhelados 38 quedaron en casi 40. Fue suficiente para quedar el 7º de mi categoría y el 2º de mis clubgéneres, pero no satisfactorio para mí. Lo peor, una repentina cojera que me ha durado una semana, con un agudo dolor en el interior de mi maltrecha rodilla.

¿Quién me mandaba a mí ir de médicos...? Ahora ya no me duele la rodilla, pero después de una semana en el dique seco ya no miro con deseo mis nuevas zapatillas de clavos para correr el Cross de las Doce Uvas. Me da miedo estar roto, por un lado, y por otro no me gusta rodar las carreras. 

Eso sí, turrón que no falte, aunque sea lastre para soltar más adelante... FELICES FIESTAS!!!

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