Me acordaba hoy de los Marines en el Pacífico, que disparaban mientras se lo hacían encima, mientras corría el cross de las Doce Uvas en Valladolid, después de un par de días en el dique "seco" de lo mismo.
Pero después de dos semanas parado dejando reposar la rodilla no iba a dejar de despedir el año sin correr por un poco de fiesta intestinal. Aunque llegase varios minutos tarde a la salida. Qué expectación! Eso ha gustado mucho al público, qué animación! «Por aquí! Que los pillas!» Me he sentido el prota durante 1 km.
No me gusta rodar las carreras. Ir debajo de mi mejor ritmo me da una sensación de derrota que no me sabe bien, y ver cómo me pasan algunos que en circunstancias normales jamás lo harían. Pero no había otra. Ni la diarrea, ni la rodilla, ni él dolor de gemelos ni las ampollas del estreno de mis clavos me iban a detener. Impresionantes las manchas de. sangre de los calcetines. Estigmas de la vocación. Corredor soy, hasta que las articulaciones nos separen.
Resultado: peor tiempo que en cualquier día de entrenamiento. Única satisfacción: colarme antes que un triatleta de un club rival, que aún no se ha enterado que en las carreras sin chip la meta está donde el tipo con el cuaderno de notas.
Y así fueron las cosas en el 2010... Metas del 2011, manifestaos...
Eres competitivo 100% hasta lesionado. Feliz año amigo.
ResponderEliminarMetas de 2011, manifestaos sin tardar.
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