sábado, 29 de enero de 2011

Sublime

Al final encontré un rato para salir a correr, después de la siesta. Siguiendo el plan, sin pretensiones. El mal tiempo ha ahuyentado a la mayoría de la gente de mi pecera particular, el JC1. Mejor. Troto sin mirar el reloj, aunque de vez en cuando oigo pitar un kilómetro. Da igual. Sólo quiero meter volumen, nada más.

Silencio, hasta de repente, una gaita. Será el tipo que practicaba en el aparcamiento de los patinadores, que ha considerado que puede tocar dentro del parque. Por mí perfecto. El sonido llega a mi cristalino, porque está tocando en un altozano. Alucino. Corro y escucho la gaita. Por un momento pienso en dar un rodeo para darle las gracias. Por procurarme ese bálsamo. Ese ánimo. Esa imagen para no olvidar.

Cuando termino miro el reloj. 11kms a 4:33. Debe ser cierto que el cuerpo tiene memoria. Para sorprendernos.

1 comentario:

  1. 4:33 por sensaciones y con gaitas de banda sonora está pero que muy bien.

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