Siempre me han cargado los términos acuñados por periodistas deportivos, que sin quitar mérito a su ingenio se repiten una y otra vez hasta estomagar. Y nunca me ha gustado ver deportes en televisión, ni tampoco las grandes pruebas ciclistas. Y hoy he podido formar parte de una culebra multicolor de esas, porque he quedado para entrenar con una docena de ciclistas de un club de triatlón.
Han sido 91 kilómetros a una media de 30 por hora, más lejos y más rápido de lo que había conseguido en solitario. Porque en un día muy ventoso, he podido experimentar las bondades de rodar a rueda, de colocarse en abanico, de estar arropado por el grupo, de que alguien te recoja cuando te descuelgas y tire de ti para llevarte al abrigaño del pelotón.
Me ha gustado la experiencia, para mi ha sido una pequeña victoria terminar, con bastante esfuerzo por mi parte pero mucha diversión. Lo que más me ha impactado cuando rodábamos en grupo compacto ha sido el zumbar de todas las cadenas, como un enjambre de insectos furiosos, un concierto melodioso de platos grandes, Carmina Burana a todo trapo mientras los ciclistas cargan contra el viento...
Quizás habemus club pronto...
Muy bien escrito.
ResponderEliminar¿Enjambre de insectos furiosos?
Slds
Sí sí, has oido el zumbar de las cadenas, pero cuando ibas con el aire a favor solamente.
ResponderEliminarPor ciento, ¿como están las piernas hoy?
¡Enhorabuena!
Un abrazo
Ten cuidado al rodar en grupo con hacer el afilador. Esto de la bici a mí me da bastante miedo. Saludos.
ResponderEliminarComo buen corredor de fondo, me gusta la soledad también cabalgando la bicicleta. Y sin haber hecho ninguna, me siento más atraído por los triatlones sin drafting, o ir a rueda, en parte porque también me da miedo caerme.
ResponderEliminarPero ese zumbido... es como el wasabi, pica pero se echa de menos ¡tengo que volverlo a probar!
Hola Cuñado:
ResponderEliminarYa sabes que opino que esto del deporte, muy bueno para la salud no es... pero me alegra que tengais aficiones en común y así nosotras quedamos para desayunar en cubero...
¡¡¡Pues habrá que sacrificarse el cuñao y yo para que podáis desayunar!!!
ResponderEliminar