lunes, 12 de julio de 2010

Los perros atados con longanizas

Esta mañana casi todo parecía igual. No había billetes por las calles ni perros atados con longanizas. Hubo que venir a trabajar, como todos los lunes. Supongo que la tasa de paro seguía al mismo nivel, por mencionar un problema. Pero había algo vidrioso en los ojos de españolitos y españolitas que delataba que habían pasado por una metamorfosis extática. Cómo después del asesinato del presidente de EEUU, cuando la gente se preguntaba “¿dónde estabas tú cuando mataron a Kennedy?”, la gente hoy se pregunta con una infantil sonrisa en los labios “¿dónde viste tú el partido?”.

Pena que a mí no me guste nada el fútbol y me aburra soberanamente ver deportes en la tele, porque nunca podré llegar a comprender esta dicha. Eso sí, me provoca hilaridad las reacciones contra esta alegría espontánea e inocente de nacionalistas celosos de esta movilización y de sus símbolos. Me gusta observar como por una vez nos sentimos orgullosos de ser españoles y lo manifestamos, sin vergüenza ni mirar atrás ni sospechar de nuestras banderas.

Y me gusta, por qué no, estar hoy rodeado de pastorcillos de Fátima después de haber tenido una visión.

 

PD: Yo confieso, fui uno de los pocos que no vio “el partido”. La última vez que vi uno fue en el Mundial del 82, cuando Bélgica ganó a España en cuartos (¿trauma infantil?). Me hubiera gustado, pero soy incapaz de concentrar mi atención en un partido más de dos minutos.

 

 

2 comentarios:

  1. Me ha gustado esta entrada Fernando. No sólo vamos a escribir sobre carreras. Una puntualización, se nota que no te gusta el fútbol porque lo de España y Bélgica fue en México 86.

    ResponderEliminar
  2. JAJAJA ¿ves lo que te digo? Cuando era pequeño veía Estudio Estdio para tener conversación en el colegio los lunes...

    ResponderEliminar