Llevaba tiempo barruntándose y al final llegó. El señor Damocles, jefe de mi empresa, ha decidido que estaremos mejor en una ubicación casualmente lejana al Retiro, por lo que desfilaremos hacia otros lares menos apropiados para la práctica del atletismo y más para la práctica empresarial. De aquí a no muchos meses, menos de los deseados, tendré que cambiar el nombre del blog a "Corriendo solamente en el JC".
Y uno que es muy sentido, desnuda aquí unos sentimientos de esos. Me apena abandonar el privilegiado enclave del Retiro y dejar de ser un habitual donde muchos son turistas. La rutina de encontrarme cada día con los familiares compañeros de entrenamiento. El peculiar y agradable hecho de ir conociendo a las personas por conversaciones que la mayoría de las veces transcurren a la carrera. Sentirme parte de un variopinto grupo con una pasión en común, aprendiendo de corredores que han pasado media vida en esto. Planificar y compartir las duras sesiones de calidad, donde sí se cumple que mal de muchos consuela y estimula.
En fin, lo conocido da seguridad y los cambios siempre producen incertidumbre. O sea, ¡Carpe Diem!, de momento puedo seguir gozando cada día de todo éso y es lo único en lo que debo pensar, ni el futuro ni el pasado existen. A partir de mañana frío y lluvia, y de entrada, un progresivo de 12 kilómetros. ¡Buena caza!
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