Menos mal que terminó la semana, muy chuchurría después de la euforia del lunes, cuando pensaba que seguro-seguro habría podido bajar de 39 minutos en la perfecta (los runeros, al menos el que escribe, son muy de AC-DC: isi hubiera apretado aquí, isi hubiera recuperado allá...; hasta que he visto el video de llegada y lo "matao" que estaba, que parecía que empujaba las piernas como remos).
Pues eso: el lunes rodaje de recuperación; el martes, cagalera (perdón a los finolis); el miércoles, rodaje con corcho (perdón otra vez, finolis, vete a leer algo de moda o así); el jueves, cursito en el curro; el viernes, madrugón para poder correr pero sin prever que con la llegada del otoño a esas horas el JC1 está oscuro como el culo del tío Tom; el sábado, rodaje suave precarrera y el domingo, sin carrera por problemas logísticos, y a cambio un test de 3 mil con un mísero 11:22.
En fin, un punto de decepción por esta sensación de bajón. Seguramente estoy recuperando después de dos competiciones seguidas, tanto física como psicológicamente, y espero que se pase. Esta semana cumplo 3 años en esto del correr y 38 en esto del comer, y espero pasar muchos más de ambas cosas. Hoy me siento un poco existencial, mañana sí o sí tengo que resetear en el Retiro.
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