Los días de rodaje son los más amenos para correr apandados, porque conservamos el aliento suficiente para malgastarlo en la revisión de paradigmas variados que denotan lo profundo de nuestra sensibilidad más arcana. Llámalo lo divino y lo humano, las flores y los pájaros, o lo Unico.
Pues hoy ha brotado un importante debate entre los machos alfa que hollamos a diario los caminos del Retiro, no precisamente relacionado con el cambio de color de la historia y demás juegos de palabras de la prensa sobre la transición de poder en esa joven república, que se independizó de la pérfida Albión porque no le gustaba el té.
El dilema es: ¿mañana hacemos cienes, o hacemos cientos? Desarrollando un poco la cuestión, no terminamos de ponernos de acuerdo si las terribles 30 series de 100 metros que nos esperan agazapadas en el próximo asalto son de unos u otros. Esta discrepancia no surge a menudo, porque hay unanimidad en que los 400 son cuatrocientos, y no cuatro cienes, y tampoco solemos hacer series tan cortas.
Para dirimir el asunto he acudido al Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE (antes de que nadie me tache de repelente pedante, traducido al cristiano es “lo he aporreado en gúgel”), y he encontrado lo siguiente:
Ciento. 2. Usado como sustantivo para designar el número correspondiente…en la lengua actual se prefiere claramente la forma apocopada cien…Sólo se mantiene hoy el uso de la forma plena ciento en locuciones, frases hechas y refranes, así como en la expresión de los porcentajes…No existe el plural cienes, salvo para hacer referencia al guarismo...
Vamos, que no saca mucho de dudas. No obstante, parece que se pueda interpretar de las dos formas, ya que las series de cienes harían referencia a la diabólica cifra que nos espera y de cientos a los metros que recorreremos.
Por mi parte, me sigo quedando con los cientos: me importa poco lo que prefiera la lengua actual y mucho la mía, voy a correr cada uno de esos metros, y no a pintar unos números en el suelo ni en una metáfora. Pero cada uno que elija lo que más le guste, en esta cultura materialista mediática mimética moderna y multinacional en la que vivimos cada cual es libre a su entender de agredir al idioma, y lo que surja.
Pues hoy ha brotado un importante debate entre los machos alfa que hollamos a diario los caminos del Retiro, no precisamente relacionado con el cambio de color de la historia y demás juegos de palabras de la prensa sobre la transición de poder en esa joven república, que se independizó de la pérfida Albión porque no le gustaba el té.
El dilema es: ¿mañana hacemos cienes, o hacemos cientos? Desarrollando un poco la cuestión, no terminamos de ponernos de acuerdo si las terribles 30 series de 100 metros que nos esperan agazapadas en el próximo asalto son de unos u otros. Esta discrepancia no surge a menudo, porque hay unanimidad en que los 400 son cuatrocientos, y no cuatro cienes, y tampoco solemos hacer series tan cortas.
Para dirimir el asunto he acudido al Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE (antes de que nadie me tache de repelente pedante, traducido al cristiano es “lo he aporreado en gúgel”), y he encontrado lo siguiente:
Ciento. 2. Usado como sustantivo para designar el número correspondiente…en la lengua actual se prefiere claramente la forma apocopada cien…Sólo se mantiene hoy el uso de la forma plena ciento en locuciones, frases hechas y refranes, así como en la expresión de los porcentajes…No existe el plural cienes, salvo para hacer referencia al guarismo...
Vamos, que no saca mucho de dudas. No obstante, parece que se pueda interpretar de las dos formas, ya que las series de cienes harían referencia a la diabólica cifra que nos espera y de cientos a los metros que recorreremos.
Por mi parte, me sigo quedando con los cientos: me importa poco lo que prefiera la lengua actual y mucho la mía, voy a correr cada uno de esos metros, y no a pintar unos números en el suelo ni en una metáfora. Pero cada uno que elija lo que más le guste, en esta cultura materialista mediática mimética moderna y multinacional en la que vivimos cada cual es libre a su entender de agredir al idioma, y lo que surja.
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