domingo, 23 de noviembre de 2008

Haciendo fútin en el Juan Carlos

Fin de semana de recuperación: con la sensación de sobreentreno, mis molestias varias ("lo mío"), y varios problemas logísticos, finalmente el único ejercicio ha consistido en un rodaje suave como el culito de un bebé el domingo. Vamos, que me han faltado los cascos, el móvil y la riñonera para ser un auténtico futinero. Por lo menos me ha desaparecido la molestia de la cadera.

Espero recuperar esta semana forma y ánimo con los compañeros del Retiro, aunque empiezo con mal pié, ya que el primer día de calidad estaré disfrutando de un compromiso laboral a las 3 de la tarde, un horario antiespañol y antipático para todo lo que no sea comida, siesta, juegos de naipes y si se tercia artes amatorias. Pero en fin, de algún sitio hay que sacar para pagar los carbohidratos y las zapatillas, y muy pocos privilegiados pueden vivir con dignidad de este deporte.

Y esta fue la crónica dominguera del Juan Carlos, donde los hombres no son fuertes, las mujeres no son guapas y el colesterol está muy por encima de la media.

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