domingo, 27 de septiembre de 2009

Ha nacido un globero

Sábado por la mañana, suena el despertador a las 7:30 y el nuevo ciclista se levanta raudo y decidido para preparar su primera salida larga en bicicleta. Destino: Soto del Real. Con el cuidado con el que Rambo preparaba su equipo (para perderlo a las primeras de cambio), dispongo mis botellas de agua e isostar, manguitos, chaleco sobre el maillot, cámara, bomba de aire, montura para colocar el Garmin 405 en el manillar... desayuno y a la carga.

Chan
chan, al son de la cabalgata de las walkirias empiezo el camino, pues en mi nueva bicicleta me siento ágil y rápido como uno de los helicópteros ligeros de Apocalipsis Now, me falta la capa roja y...

... 3 kilómetros y la llanta dando en el suelo. No me creo mi suerte, ¡he pinchado nada más salir! Jejeje, soy un profesional y llevo una cámara de repuesto, amén de la mini bomba que me compré para estas ocasiones. En un pispás lo arreglo y...

... coño qué difícil es poner la cubierta de una rueda de carretera... casi 20 minutos forcejeando con los desmontables y de nuevo a la carretera. De vuelta el sonido de la gloria, y a seguir el recorrido que me he creado en el Garmin para encontrar el carril a Colmenar sin dar vueltas por el anillo del ano. Pero huy, ésta es prohibida. Y ésta. Y aquí no se sale donde pensaba. Y...

... kilómetro 7, la llanta sonando contra el suelo, otra vez. Oh oh. No tengo más cámaras... intentaré hincharla y regresar haciendo paradas, pero... ¡¡no entra nada de aire!! ¿cómo es posible? Insisto con mi minibomba (cuesta un huevo dar aire con ella) y... parto la válvula. Pero seré capullo. La cambio por la anterior, y veo que la había mordido con los desmontables, por eso no entraba ni un soplido. Joder qué globero. Intento hincharla y... parto la válvula. ¡Joder qué super globero!

¿Y ahora qué hago?... echo a andar hacia el carril bici, desconcertado sin saber muy bien que hacer, sin móvil ni dinero (qué previsor), caminando como un pato con las calas... y ¡un taxi como una furgoneta de grande! "-¿Me lleva a casa con la bici, le pago allí?". Por supuesto, risas con la historia, recorrido de 10 kilómetros en hora y cuarto, y llegada con el rabo entre las piernas (metafórico). No mandé a mis barcos a luchar contra las tempestades...

P.D.: En casa intento arreglar el pinchazo. Dos cámaras vuelven a sufrir mi torpeza con los desmontables. 5 parches después, lo he conseguido. Ha nacido un globero.

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