jueves, 31 de julio de 2008

La Diáspora

Otro medio año que pasa, otro medio año menos, como dice algún compañero. Este año se llevó los pocos días de frío y muchos de lluvia, y pronto los de calor, porque cerramos hasta septiembre. Ahora sí llegó el verano, es el último día de julio en las instalaciones de la Chopera, y el cartel de cerrado por vacaciones está a punto de plantarse.

Las duchas vacías, todas las taquillas abiertas, sin ropa, sin alboroto, los bancos desnudos. El gimnasio cerrado llevándose a los simpáticos colegas de los hierros. Las canchas desiertas, hace ya tiempo que afortunadamente desaparecieron los berridos de los futboleros semanales y sus "exquisitos" modales en los vestuarios. El sol amigo barrió también las pedantes disertaciones de negocios y mercados de algunos petimetres del pádel. Solamente los corredores, siempre discretos, pero siempre ahí, nos resistimos a abandonar las instalaciones.

Llegó la despedida al árbol de los corredores en el Paseo de Coches, ése que tiene una gran estrella blanca pintada, que indica la salida de los tres kilómetros y otras marcas, y sobre todo reúne a un variopinto grupo de toda procedencia, edad y condición con un único fin, disfrutar corriendo al aire libre de este gran parque del Buen Retiro. La Comunidad del Anillo se rompe, ahora toca el necesario descanso para cuerpo y mente, pero volveremos a juntarnos en septiembre a planificar carreras y entrenar duro. Los centauros de camisa de cuero cabalgarán de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario