O casi. En muchas ocasiones he entrenado en el JC1 en horarios intempestivos, como en noches de invierno con lluvia, o a las 7 de la mañana, y siempre me sorprendía encontrar otros corredores a por su "dosis" de endorfinas. Pero curiosamente fue este viernes a las 4 de la tarde cuando menos personas me he cruzado en este parque, apenas dos o tres en más de una hora. Y no por calor, sino que supongo que por los dictámenes del ocio: no se sufre al comienzo del fin de semana. 19 kilómetros de aperitivo antes de almorzar no son muy apetecibles.
Porque se aproxima la Media Maratón de Valladolid, y ya queda muy poco tiempo para prepararla. A mí siempre me ha causado mucho respeto cualquier carrera que incluya la palabra "maratón" en el título (exceptuando si añade "universitaria", que entonces puede ser un poco de chufla, como la media maratón universitaria de Valladolid, con un recorrido aleatorio entre 9 y 12 kilómetros).
Por respeto a los 21 mil 97 metros toca entrenarla específicamente, quedan apenas tres semanas y voy un poco corto de volumen, están muy cerca las vacaciones de verano y no es fácil traer los deberes hechos. Para ganar seguridad, necesito hacer algún rodaje largo, en ningún caso más de la distancia de la carrera o mi tiempo objetivo.
Por otra parte, este año la Media de Valladolid coincide con campeonato de España, y habrá un buen nivel como para no quedar mal conmigo mismo e intentar mejorar mi 1:29 del año pasado. Como carrera es ideal, muy llana, no suele hacer calor ni tampoco frío, y además muy bien organizada, barata y con buena bolsa. Es también especial para mí, ya que fue la primera y quiero participar en todas las que me queden, y es en mi ciudad natal. No porque reuna mucho público para animarme, sino por conocer bien el recorrido.
Por eso, después de una semana con dos días de calidad consistentes en dos tres miles, decidí de postre el viernes deleitarme con seis tres miles sin descanso, a un ritmo progresivo empezando fácilmente en 5 min./km. y bajando 10 segundos cada tres mil. La finalidad de este rodaje es simular la misma táctica en una carrera de larga distancia, habituándose a empezar más suave que el ritmo objetivo y apretar progresivamente. Prueba superada, buenas sensaciones, tuve que contenerme al principio y alcancé el ritmo objetivo en el penúltimo tres mil.
No obstante, preparo la media a costa de la Carrera Perfecta del día 28, me ha desanimado un poco saber que lo perfecto es lo bonito del recorrido, pero con unos rompepiernas considerables es difícil conseguir en la Ferpecta mi objetivo sub 40 de este año. Ya veremos más adelante, quedan muchas (CSIC, Canillejas, Aranjuez..), de momento, a ver si por tercer año consecutivo bajo marca en Valladolid. ¡Eh, amigos pucelanos y familia, quiero veros animando el día 21!
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