martes, 16 de septiembre de 2008

¡Olé tus ovarios!

Esta vez sí me ha tocado conocer el JC1 de noche cerrada: cumpliendo el lema Ora et Labora he tenido que poner el despertador a las 6:50 para poder conciliar los compromisos laborales y “religiosos”, y así correr por la mañana y trabajar al mediodía, porque las comidas de trabajo son trabajo. Y sorprendentemente, la mayoría de los runeadores con los que me he cruzado eran corredoras, lo cuál es muy encomiable ya que a priori, el madrugón, la oscuridad a esas horas y lo vacío del parque podría echarles para atrás. Mi enhorabuena, me gusta ver cómo aumenta el número de mujeres que practican este deporte, a veces difícil de conciliar con las obligaciones familiares y laborales.

Y ahora lo negativo del paseo matutino: querido conductor, ya sé que a esas horas estás acarajotado y además no tienes la menor sensibilidad hacia las personas que practican un deporte, pero antes de las 8 de la mañana esas rayitas pintadas en el suelo también deben respetarse. Sí, tú llegas antes, pero porque aceleras a tope y yo no peso 10 toneladas, si no te lo pensarías. Como me quite la camisa y saque el traje de superglobero te subo el coche a lo alto del Pirulí. Y al fieradolescente que va con su ciclomotor y su churri por el carril bici, solamente decirte que tienes todas las papeletas para ser un triunfador. Eso sí, ten cuidado porque como te cruces con el acarajotado que no respeta los pasos de cebra, él te va a poner en lo alto del Pirulí.

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