Buena tarde para leer, cuando el tiempo está desapacible fuera y uno ha hecho sus deberes la tranquilidad del hogar es preciosa. He terminado la trilogía de Alexandros, de Valerio Massimo Manfredi, y La Conquista de Alejandro, de Steven Pressfield, y doy por concluido mis lecturas sobre este señor. Curioso el Alejandro, me ha dado la impresión de no saber qué quería ni donde parar, más preocupado por conquistar que consolidar y reinar.
Los libros son recomendables, y muy fidedignos, por lo que he podido contastar con la wikipedia. Pena del último libro de la trilogía que no engancha tanto. Me ha pasado lo mismo que con la peli del Titanic: joder, si al final se hunde, menuda gracia de final que ya lo conozco.
He empezado Las Guerras de las Galias como me recomendaron, pero de momento no me engancha mucho. Cuando leo historia me gusta tener una visión más amplia y explicada, y cuando leo novela histórica me gusta que me lo adornen. El Julio César no creo que llegase a mucho como escritor. Seguro que acabó de guionista de Berlusconi en Telecinco.
Esta mañana me dio pereza madrugar para coger la bici, aunque llevo sin hacerlo un par de semanas y supongo que no es la mejor preparación para un triatlón. Son ya quince días entrenando seguidos, y necesitaba dormir en condiciones.
Pero por la tarde me picó el gusanillo y decidí salir, con poca fortuna ya que a los 7 kilómetros tuve que dar la vuelta, no por miedo a mojarme sino a caerme. Aún recuerdo la costalada bajando de Canencia por la carretera húmeda. y casi he estado a punto de repetirla porque se me ha ido la rueda trasera en un par de ocasiones, afortunadamente la peor ocasión ya tenía el pie fuera de las calas.
Pero como a este cura no me importa el agua, he dejado la burra y rápidamente me he lanzado al Juan Carlos en mitad de la lluvia, que ha despejado el parque de paseantes para que yo corriese a gusto. Me ha impresionado la cantidad de adolescentes con bolsas de supermercado buscando donde ir a hacer su botellón. Cuando a las pulgas se les muere el perro, escapan en tropel antes de que se enfríe.
El rodaje de 9 kms después de 14 en bici me ha salido a 4:15. Ayer estuve nadando 4 series de 500 en 10 minutos, que no es una maravilla como tampoco lo es mi forma en bici, pero creo que es lo suficiente para hacer un tiempo digno en un triatlón. Voy a buscar un olímpico, creo que no estoy rápido para un sprint (ni me apetece mucho estrés) ni tampoco tengo fondo para un medio ironman (miedo a la media del medio).
Y hablando de nadar, que alguien me explique qué razones impulsan a una mujer de la tercera edad a meterse en una calle nadando de espaldas en zig zag interrumpiendo a alguien que hace series a crol, despreciando la compañía de otra viejecita en la calle adyacente. ¿Atracción al peligro? ¿Deseo hormonal? ¿Carencia absoluta de capacidad de reflexión? Temo por mi vejez, los que frecuentamos la piscina y el anillo verde estamos demasiados expuestos al Alzheimer.
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