domingo, 5 de abril de 2009

Media Maratón de Madrid

No sé decir si la carrera de hoy me ha salido bien o mal. Porque la marca ha sido buena pero no me he reservado como era mi intención. Pero no quiero avanzar el resultado.

El día se levantó estupendo, y como siempre en el Retiro más. Quizás ya hace un poco de calor, y según me colocaba en la montonera que indicaba la marca prevista de 1:23 (solamente tenía por delante los dorsales reservados), pensaba que el maratón de Madrid va a ser un suplicio por el sol. La última carrera con mi camiseta de combate (últimamente siempre uso la misma), y a partir de ahora, tirantes.

No me terminan de gustar estas carreras tan masificadas. Pese a ocupar todo el ancho del Paseo de Coches, la salida fue neutralizada como se dice en ciclismo. Disparo, un poquito de zigzag y también de maldiciones hacia los que se ponen por delante cuando sus tiempos son de cola, y a entrar en faena.

Y un poco despistado por los tiempos que me iba dando el Garmin en los primeros kilómetros, decidí seguir al globo de 1:25 que flotaba no muy lejos por delante. Pero al parecer no era el día de depender de ayudas, porque iba sospechando que íbamos demasiado rápido para la subidita del km. 3 al 9 (ver altimetría abajo). Como sospechaba primer 10 mil en 40:10, y los del globo 39 y pico. Confirmado, muy rápido.

Porque seguimos bajando, y el del globo... se retiene! Si me has pegado esta subidita, yo no voy a reducir ahora que viene lo fácil. Ahí te quedas. Alargo la zancada, y a subir y bajar toboganes hasta la cuesta de Moyano. En el kilómetro 15 veo un coche de la organización parado junto al cartel, marcando 59 y pico... mmm esto es por debajo de 4'... ¿voy a petar? Pienso en mi objetivo de conservar, y me lo quito de la cabeza en seguida, estoy corriendo por sensaciones sin mirar al reloj, si reduzco me clavo.

Entrada al Retiro por la cuesta más empinada, la que lleva a la fuente del Angel Caído, y de vuelta a escuchar maldiciones. Muy acorde con la fuente, infernal. Me da la impresión de que voy a cámara lenta (luego he comprobado que bajé a 4'10, después de muchos kilómetros a 3'40 y pico), y consulto mis pulsaciones: 186. No hay nada que hacer, pienso. Voy a mi máximo, solamente puedo aguantar, no apretar. Pero la cuesta termina y encaramos el kilómetro 20, el mismo mil donde "tensamos" en la bajada.

Esto es cosa hecha, paso la misma fuente de la esquina del estanque que cruzamos varias veces cada día, pero sin mirarla, y ya estamos en el Paseo de Coches. ¿Dónde coño está la meta? Ah, ya leo el cartel... ¿1:23...? ¡a correr! aprieto los dientes y cruzo la meta al sprint. 1:23.34. A la mierda el objetivo de reservarme... pero cómo me gusta correr...

1 comentario:

  1. llega el sol a pucela5 de abril de 2009, 15:05

    compañero, sigo diciendo que estás como una moto ( de forma ) ,3 semanitas y batirás tu marca , dale duro que ya está ahí.

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